Intel está presionando. Está presionando muy, muy fuerte. Desde hace algunos meses hemos venido hablando como la nueva estrategia con la que la empresa que siempre ha sido líder en el desarrollo y fabricación de procesadores ha tenido que enfrentar una realidad muy dura: el mercado de los ordenadores tradicionales ya no es lo que solía ser.
Sus principales socios están cayendo en picada, y hasta Microsoft, con quien había hecho dupla desde siempre para mantener su éxito, ahora está apostando extremadamente fuerte por los dispositivos móviles, más específicamente por los basados en ARM. Y por supuesto, en Intel, como empresa con una posición privilegiada y que siempre supo jugar con todo a su favor, no le agrada nada lo que está sucediendo.
Intel está impaciente por ganar terreno con los tablets
Pero claro, lejos de estancarse y comenzar a patalear afirmando que el PC no ha muerto y que seguirá siendo el rey eternamente, la gente que lleva las riendas de la empresa tiene muy claro de que solo sobrevive aquél que puede adaptarse mejor a los nuevos tiempos, y por ello han estado trabajando a destiempo para tener listos los procesadores que se encargarán de hacer frente a lo que los fabricantes de chips ARM ya tienen en el mercado.
De cualquier modo, con esto del mundo empresarial no todo se trata de desarrollar la tecnología más eficiente del mercado, sino de cómo la vendes. Y si alguien sabe de cómo vender es Intel. Es por eso que a sabiendas de que son unos recién llegados en el mundo de los dispositivos móviles, y teniendo todo en su contra, han decidido atacar con algo que les sobra: dinero.
La estrategia de Intel es clara, enamorar a fabricantes y compradores con precios que dejarán muy mal parados al resto de los competidores, ofreciendo un rendimiento similar o superior. Y parece que para lograr su objetivo, echarán mano de uno de sus más recientes socios, Google.
Google Nexus 8 con alma Intel Atom
Ya saben lo que dicen: si no puedes vencerlos, únete a ellos. Aunque les tomó un poco verlo, en Intel finalmente tuvieron que aceptar que sería muy difícil vencer a Google y Android presentando tan desmedido crecimiento. Así que la estrategia seguida por los californianos ha sido unirse con los causantes de todos sus problemas. De este modo, la empresa se tomó el desarrollo de Android para arquitectura x86 en sus propias manos, y hasta ha hecho los arreglos propios para que funcione perfectamente con chips de 64 bits.
Pero parece que las cosas no quedaron simplemente en una adaptación del sistema operativo para abrir la puerta a más fabricantes y posibilidades para Android. La alianza entre Intel y Google podría estar yendo mucho más allá. Al menos eso es lo que están asegurando en el medio de habla inglesa Digitimes, quienes aseguran tener fuentes de confianza que les informan de un tablet colaborativo entre Google y Asus cuyo principal factor distintivo será un procesador Intel Atom Bay Trail junto a una pantalla de 8 pulgadas.
Aparentemente, y en vista de lo bien que les ha ido a Google y Asus trabajando en conjunto con los Nexus 7, las dos empresas estarían bastante interesadas en desarrollar un nuevo tablet, esta vez con configuración de 8 pulgadas que pasará a competir más directamente con el iPad Mini de Apple y el Galaxy Note de iguales dimensiones.
Sin embargo, más allá de eso los hechos no están demasiado claros. Y es que si bien parece haber bastante entusiasmo con la inclusión de Bay Trail en el nuevo terminal por los costos especialmente bajos sin perder potencia, Qualcomm no parece estar poniéndole las cosas fáciles a Intel y están haciendo todo por ganarse el contrato que les permita poner sus chips también en el nuevo miembro de la familia Nexus.
Qualcomm y Nvidia deben cuidarse las espaldas
La estrategia de Qualcomm de evitar que Intel logre concretar algo con Google tiene mucho sentido. Recordemos que como norma general, los dispositivos Nexus son el fruto favorito de los desarrolladores de aplicaciones, por lo que un Nexus con corazón x86 sería el punto de partida perfecto para que todas las aplicaciones en el Play Store sean optimizadas a la arquitectura de los procesadores de Intel.
No debemos olvidar que es precisamente las aplicaciones la tarea que tienen pendiente los californianos, puesto que ahora que han logrado alcanzar el rendimiento de sus competidores con ARM, y poniendo los precios de sus chips por debajo de los de la competencia, solo les faltaba tener argumentos para convencer a los desarrolladores de apoyar los dispositivos que monten sus CPUs.