En las últimas semanas les comentamos en Gizmología compartimos una serie de tutoriales muy útiles para los entusiastas que quieran armar su PC propio. Te explicamos, entre otras cosas, cómo aplicar la pasta térmica, lo que deberías tener en cuenta al comprar un SSD y la importancia de la memoria RAM. Pero todos estos componentes deben ir en un gabinete.

Si bien su elección muchas veces queda relegada por pensar que es exclusivamente algo estético, lo cierto es que tiene más importancia que eso, y es importante saber cómo elegir esta pieza de nuestro equipo.

Eligiendo un gabinete

Estas son algunas cosas que deberías tener en cuenta al elegir tu próximo gabinete:

  • Tamaño y formato.
  • Espacio interno y comodidad para componentes.
  • Influencia en la temperatura y el ruido.
  • Salidas para puertos.
  • Posibilidades de refrigeración.
  • Inclusión de filtro anti-polvo.
  • Calidad de los materiales.
  • Diseño exterior.
  • Relación precio-calidad.

Tipos de formato

Los formatos influirán en el espacio disponible pero también en la temperatura y ruido del equipo. Los tamaños más populares son:

  • Semitorre: el incluido en la mayoría de las PC comerciales, incluye cuatro bahías aproximadamente y el espacio interno será suficiente para un equipo que no requiera atenciones especiales respecto de su temperatura.
  • Torre: Más grande, con más espacio interno, y con posibilidad de instalar sistemas de refrigeración alternativas.
  • microATX: las más pequeñas, una opción estética para un computador con funciones básicas.

Exigen otras categorías, pero la gran mayoría de los equipos utiliza una de estas tres opciones.

Espacio interno: ¿cuánto necesitas?

Es importante conocer el PC que quieres armar. Si estás interesado en navegar por la web y poco más, no necesitarás mucho espacio interno debido a que podrás optar por una GPU integrada y no una tarjeta gráfica de un tercero, que hasta quizás necesite refrigeración propia. Una microATX puede ser suficiente para este tipo de equipo.

Es más, si tiene una GPU no integrada una microATX o semitorre seguramente cumpla con tu objetivo. Sin embargo, si tienes equipamiento de última generación que exiges al máximo al utilizar aplicaciones multimedia o videojuegos de última generación deberías optar por un mayor espacio interno, no solo para instalar el sistema de refrigeración de tu preferencia, sino porque un mayor espacio ya por si solo sirve para mejorar el enfriamiento.

Temperatura, ruido y limpieza

La temperatura y el ruido son dos factores muy relacionados. El ruido proviene principalmente del ventilador del equipo. Optar por un modelo más avanzado suele ser la solución, ya que son muy silenciosos. Los incluidos por defecto nunca son de los mejores.

Al elegir el gabinete debes saber por cual sistema de refrigeración optarás, ya que no todos son compatibles con ventiladores de determinado tamaño, o con la refrigeración líquida, preferida por algunos entusiastas del armado de PC.

En cuanto a la limpieza, es una obligación instalar un filtro anti-polvo si quieres tener un computar en estado óptimo. Algunos gabinetes lo incluyen por defecto, pero no es la norma: lo encontrarás en los modelos más costosos.

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Estética

El otro aspecto relevante es la estética. A fin de cuentas, el gabinete será como se verá tu PC, sin importar los componentes que tenga adentro. La verdad es que hay para todos los gustos. Transparentes, con LEDs, o los que prefieren algo más simple.

En la estética influye la calidad de los materiales elegidos para la fabricación del gabinete y también, por ejemplo, si incluye o no ruedas para moverlo. Esto puede parecer algo feo a primera vista pero puede ser muy útil si tendrás que mover el equipo de lugar frecuentemente. Es posible que tengas que sacrificar algo de estética por usabilidad.