Pocos juegos han significado tanto para la industria como DOOM, el clásico juego mítico que revolucionó por completo el género de "disparos y acción en primera persona", mejor conocido simplemente como FPS por sus siglas en inglés. Y es que la obra maestra de John Carmack y en general de id Software, no fue el primero en su tipo, pero su jgabilidad, dificultad y sobre todo la mezcla de géneros que incluía lo convirtieron el el primero de muchos otros grandes por venir, de los cuales no pocos estuvieron relacionados a sus padres en id.
DOOM no fue el primer FPS, pero sin dudas revolucionó la industria
DOOM llevaba los géneros del horror y la ciencia ficción como nunca antes a un videojuego. John Carmack, padre y fundador de id Software, que recientemente abandonó la empresa para dedicarse a trabajar en Oculus VR haciendo lo mejor que sabe hacer: innovar, dio vida a una obra maestra, y comentó que él y su equipo se inspiraron en grandes clásicos del cine del horror como Evil Dead, y en la saga Alien de Ridley Scott, que en conjunto con elementos que adoptaron de Dungeons & Dragons, lograron dar vida a la fórmula de este videojuego.
Porque aunque no podemos menospreciar en lo absoluto a Wofenstein 3D, también creado por id Software, no fue sino DOOM el que inspiró y reafirmó las bases para luego ver llegar otras obras maestras como la saga Quake (también de id), Duke Nukem, e incluso títulos más recientes como BioShock o Rage.
Sí, id Software ha sido, en general, la empresa más importante para la evolución de los FPS. De ello no podemos tener dudas, y DOOM hoy celebra su 20 aniversario recordándonos la grandeza de su historia, su éxito, lo que ha significado para el mundo del gaming, y tratando que olvidemos esa basura de película protagonizada por "La Roca".
Los inicios de DOOM
El primer DOOM llegó al mercado el 10 de diciembre del año 1993. Nos presentaba la historia de un Marine de los Estados Unidos que era condenado a una especie de cárcel espacial en el planeta rojo, Marte, por haber insultado y atacado a su oficial superior. Sin embargo, dos de las lunas del planeta, Phobos y Deimos, se vieron inmiscuidas en una serie de experimentos secretos que, en resumen, abrieron las puertas al infierno.
Allí es cuando nuestro héroe sin nombre pero armado hasta los dientes debe dirigirse a estas lunas para salvar el día, y en general a la especie humana, enfrentándose a cuanto demonio y bestia infernal se le atravesase, no sin antes haber instalado el juego que originalmente funcionaba en MS-DOS y venía incluido en una serie de diskettes, como cualquier otro título de esta, una de las eras de oro de los videojuegos.
La segunda entrega, DOOM II: Hell on Earth, llegó apenas un año más tarde que su predecesora, con la idea de continuar la tenebrosa y espectacular historia con mucha más acción, disparos, sangre, monstruos, demonios, polémicas religiosas y todo eso que fue criticado y condenado por la prensa de más vieja escuela, los "expertos" e incluso miembros de gobiernos que se manifestaron en contra de la infame, pero divertidísima y espectacular saga creada por id Software.
Dos años más tarde llegaría Final Doom que querría dar fin a la trilogía original. Pero no fue sino hasta el año 1997, con DOOM 64 (quizás uno de los juegos más violentos que vio la mítica consola de Nintendo), que id Software y en aquel entonces Midway Games estrenaron un nuevo motor gráfico que dotaba al juego de un aspecto tridimensional espectacular, y fue un título que revolucionó la franquicia en términos técnicos, aunque no tuvo tanto éxito como sus antecesores (aunque personalmente, me encantó, aunque podría tener que ver el hecho de que fue el primer DOOM que jugué en mi vida).
Posterior a este lanzamiento la saga estaría en descanso por unos 7 años, hasta la llegada de DOOM 3 para PC y la primera Xbox. En esta ocasión fue Activision el responsable de publicar el juego, y aunque John Carmack no estuvo entre los más involucrados en el proyecto, el título contó con un lanzamiento por todo lo alto, estrenando motor gráficos (id Tech 4) y regresando al jugador al planeta Marte, para vivir una especie de versión modernizada del primer título que muchos disfrutaron, aunque muchos fanáticos de los títulso originales odiaron a muerte (bien sabemos que el mundo del gaming suele ser algo radical).
DOOM ha estado presente en infinidad de plataformas, desde MS-DOS, Windows, Linux y OS X, hasta Xbox, PlayStation 4, Xbox 360, Nintendo 64 e incluso en GameBoy. Incluso los juegos originales están disponibles para la generación de consolas "saliente" (PS3 y Xbox 360) gracias a sus nuevos distribuidores, Bethesda Softworks, quienes con el lanzamiento de DOOM 3: BFG Edition mejoraron los gráficos de la tercera entrega y llevaron los dos primeros juegos a estas consolas.
Pero más allá de la larga espera por un nuevo título que nos tiene viviendo id Software, por el tan anhelado DOOM 4 (ya en desarrollo pero sin fecha de lanzamiento), hoy celebramos los 20 años de esta saga mítica, llena de grandes éxitos, y que dio pie al nacimiento de tantos grandes juegos posteriores.
Quizás un nuevo DOOM sin John Carmack en id pueda ser una idea arriesgada desde el punto de vista de muchos fanáticos, pero sin duda lo esperamos con ansias. Ese "soldado sin nombre" (o "Doomguy") que acabó con tantos demonios en el espacio fue parte de la vida de muchos, y la nueva generación de gamers (y de consolas, por supuesto) debería verlo volver.
Más allá de todo esto, como gamer de corazón no me queda más que decir gracias al equipo original compuesto por grandes como John Carmack, John Romero y Sandy Petersen, entre tantos otros.