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AMD parece ser una empresa a amante de estar montada en la montaña rusa. Las cosas por un rato se les ponen bastante turbias, y si hace algunos meses se escuchaban con fuerza rumores de quiebra y bancarrota para el prácticamente único rival de Intel, ahora parece que comienza a aparecer luz al final del túnel, y se empieza a remontar la difícil situación.

Los analistas ya están apuntando a ventas potencialmente masivas para AMD, y la razón de que las cosas de la noche a la mañana estén pintando tan bien no es otra que los contratos de exclusividad ganados tanto con Microsoft como con Sony. Recordemos que los dos pesos mas pesados de las consolas de salón en la actualidad optaron por la arquitectura x86, y la encargada de proveer tanto procesadores como GPUs será la empresa con sede en Sunnyvale, California. Xbox One o PS4, sin importar cual sea la favorita, AMD gana En la próxima campaña navideña, se prevé una fiera competencia en ventas tanto para la Xbox One como para Playstation 4. Sea cual sea el ganador de la batalla por el primer puesto entre las consolas de nueva generación, la realidad es que AMD ganará con el alto volumen de ventas que probablemente veremos de parte de ambos competidores.

Curiosamente, luego de meses de sequía tanto en el mercado de los ordenadores personales como en los servidores corporativos, AMD está viendo una buena posibilidad fuera del mercado PC. De hecho, la empresa ahora comienza a ver una clara oportunidad de salir adelante manteniendo el desarrollo y fabricación de chips con arquitectura x86, y lo hace gracias a que ha dejado de dar prioridad a los ordenadores de escritorio tradicionales y explotando otros rubros.

El el tercer trimestre de este año, AMD ya ha ganado a Intel un 3% de cuota de mercado, subiendo a 19.3% desde un penoso 16.1%, lo que ya es bastante bueno para la casa. Sin embargo, si todo sale bien con las nuevas joyas de Microsoft y Sony, seguramente veremos que la balanza seguirá equilibrándose cada vez mas, especialmente en un tiempo en que las ventas de los ordenadores tradicionales van cada vez a peor.