Ya es oficial. Al igual que ocurriera ayer durante el anuncio del Premio Nobel de Física 2013 a Peter Higgs y François Englert, Staffan Normark, secretario permanente de la Real Academia de Ciencias de Suecia, ha dado a conocer el Premio Nobel de Química 2013.
En esta ocasión, el Comité ha galardonado a Martin Karplus (Harvard University), Michael Levitt (Stanford University) y Arieh Warshel (University of Southern California) por el "desarrollo de modelos multiescala en sistemas químicos complejos". Estos científicos fueron los encargados de crear e implementar en la década de los setenta los primeros programas informáticos encargados de entender y predecir los procesos químicos.
Entender las moléculas en el lenguaje binario
En otras palabras, el Premio Nobel de Química 2013 premia a tres de los padres de la química teórica y la química computacional, dos áreas importantísimas que funcionan como pilares básicos sobre los que se sustenta la química experimental.
Y es que la investigación actual no se basa únicamente en las tareas realizadas en la poyata de un laboratorio. En la actualidad, los ordenadores se han convertido en herramientas tan imprescindibles para la investigación, como podrían ser los tubos de ensayo convencionales.
Chaos (Wikimedia)Por muy enrevesadas que parezcan estas disciplinas científicas, el recién galardonado Arieh Warshel explicaba su trabajo con sencillez, tras conocer que recibía el Premio Nobel de Química 2013: "hemos desarrollado modelos informáticos para saber cómo funcionan las proteínas".En ciencia, un ordenador es igual de importante que un tubo de ensayo
El trabajo de Karplus, por otro lado, también está relacionado con la determinación y predicción informática de moléculas con interés biológico o químico. Levitt, por último, fue el responsable del primer software encargado de realizar simulaciones de la dinámica molecular del ADN o las proteínas.
La investigación de estos tres científicos se ha centrado en un área totalmente multidisciplinar, donde se combina la física cuántica, la física clásica, la química teórica e incluso la química computacional y la bioinformática.
La modelización, clave en el desarrollo de medicamentos
Un ejemplo muy claro donde se observa la aplicación directa del trabajo de estos tres investigadores está en conocer cómo un fármaco actúa sobre una determinada proteína en el organismo. Entender a nivel atómico cómo el fármaco interactúa con una proteína específica puede realizarse gracias al desarrollo de programas computacionales complejos.
Como se explica en la nota de prensa de la academia sueca, "las simulaciones hoy en día son tan realistas que permiten predecir el resultado de experimentos tradicionales". Un logro sin duda asombroso, y que bien vale la concesión del Premio Nobel de Química 2013.No se cumplieron las expectativas iniciales sobre el Nobel de Química
Por último, cabe destacar que, al igual que ocurriera con el Premio Nobel de Medicina 2013, en esta ocasión no se han cumplido las previsiones iniciales.
Todas las quinielas apuntaban a Bruce Ames (que desarrolló el test Ames de mutagenicidad bacteriana), Paul Alivisatos, Chad Mirkin y Nadrian Seeman (por su trabajo en nanotecnología de ADN) o Barry Sharpless (quien ya fuera galardonado con el Nobel en 2001).
Sin embargo, la concesión del Premio Nobel de Química 2013 a Karplus, Levitt y Warshel supone el reconocimiento del trabajo computacional en dos áreas científicas, la química y la biología, de gran relevancia en nuestro día a día.
Sin sus investigaciones pioneras buena parte del desarrollo de medicamentos no podría realizarse en la actualidad. Por ello, se observa una vez más cómo la investigación básica realizada en los años setenta sigue contando con aplicaciones prácticas a día de hoy.