Ericsson, Facebook, MediaTek, Nokia, Opera, Qualcomm y Samsung se han unido para intentar conseguir que el acceso a Internet sea algo parecido a un derecho y que cambie la situación de los 5.000 millones de personas que actualmente no pueden conectarse a la Red. El primer paso ha sido crear Internet.org, una página desde la que dar a conocer su iniciativa y explicar cómo piensan lograr su objetivo. Ahora hay que ver si se queda en algo más que buenas intenciones.
Y es que la tarea no es sencilla en absoluto. De hecho, es algo de lo que se habla desde hace años —Tim Berners-Lee cree que todas las personas deberían tener acceso a Internet 'por defecto'—, pero no basta simplemente con proponerse cambiar la situación. Hay que actuar, e Internet.org es un primer paso, pero los importantes son los siguientes.
Todavía no se han anunciado acciones concretas; sólo ideas
Por el momento no se han anunciado acciones concretas, aunque sí se ha adelantado que se harán "proyectos conjuntos", se compartirá "conocimiento" y se movilizará "a la industria y a los gobiernos". La buena noticia es que estas siete compañías parecen haber localizado las claves para lograr su objetivo.
La primera de ellas es tal vez la más lógica: el precio del acceso a Internet tiene que ser asequible. En este sentido, puede ser un problema que entre las empresas que forman Internet.org no haya ningún operador o ISP, pero al menos estas firmas sí tienen el peso suficiente como para negociar con estos o, como poco, hablar y ser escuchados. De hecho, Nokia y Facebook ya han conseguido algo parecido en India, donde los usuarios del Asha 501 pueden navegar por la red social sin consumir su tarifa de datos. No es la panacea, pero muestra el camino a seguir. El resto de compañías también tendrá un papel importante en el desarrollo de teléfonos, acuerdos y tecnologías que permitan una navegación más económica. También se baraja la posibilidad de usar el espectro no utilizado.
El segundo objetivo es usar los datos de una forma más eficiente. Aquí sí que podrán actuar de una forma más directa los miembros de Internet.org. Entre los proyectos que se barajan hay "herramientas de compresión de datos", "mejora de las capacidades de las redes", construcción de sistemas que almacenen datos en caché "de forma más eficiente" y la creación de "marcos de trabajo para que las aplicaciones reduzcan su consumo de datos". Mark Zuckerberg cree que se podría incrementar la eficiencia un 100% en los próximos cinco o diez años.
Las intenciones son buenas, pero podría dar lugar a un oligopolio
Por último, hay que crear un mercado. O, mejor dicho, ayudar a que nazca. Los socios van a apoyar el desarrollo de nuevos modelos de negocio que permitan que la Red llegue a los dos tercios de la humanidad que no se conectan a Internet. También se trabajará para añadir más idiomas a los dispositivos móviles.
Hasta aquí, la teoría. La duda es cómo —y cuándo— se pondrá en práctica. Ampliar el mercado y conseguir 5.000 millones de cliente potenciales es, sin duda, una buena estrategia, pero los esfuerzos que conlleva pueden ser una losa demasiado pesada. Desde un punto de vista puramente empresarial, puede no tener mucho sentido realizar un gran gasto monetario y de trabajo para crear un nuevo mercado y que más adelante otros se puedan beneficiar de este trabajo.
Esto hace suponer que habrá ciertas medidas de control para asegurar la inversión, lo que podría limitar el acceso de estos nuevos internautas a una serie de fabricantes, proveedores y servicios. En concreto, aquellos que son parte de Internet.org o que han llegado a acuerdos con estas compañías, lo que daría lugar a un preocupante oligopolio.