Mucho se ha dicho de las pantallas flexibles y aunque son una innovación que muchos esperamos, ¿de verdad hemos pensado en la utilidad que les daríamos a estos dispositivos? Si bien las empresas que nos presentan lo último en tecnología ya están trabajando en este tipo de displays para sus dispositivos como smartphones, tabletas y los e-readers; realmente no nos han presentado una utilidad básica de este tipo de pantallas y el beneficio que tiene utilizarlas en lugar de las pantallas de alta resolución a las que estamos acostumbrados.
Lo primero que pienso al ver una pantalla flexible es en la resistencia del producto. Tener un smartphone, por ejemplo, con una pantalla flexible debería implicar que esta pantalla es más resistente a las caídas, rayones y golpes. Aunque, esto depende de la dureza del material. Se piensan algunas pantallas flexibles que son ligeras y suaves como el papel y existen otras que son llamadas pantallas curvas. Estas últimas son fabricadas de esta manera, más no pueden cambiar de forma como lo hacen las pantallas flexibles. Lo que las hace menos ligeras y con más susceptibilidad a ser maltratadas.
Con una pantalla flexible en la mano, también aumenta la portabilidad de los dispositivos. Imagina un tablet que puedes doblar y meter en tu diminuta bolsa de mano, o piensa en un smartphone tan delgado que es imperceptible para otras personas a través de la bolsa de tu camisa. Excelente noticia para los que viajamos en transporte público o gustamos de cargar gadgets ligeros que no estorben.
Esto quiere decir que las pantallas flexibles también son ideales para los gadgets que usamos en el cuerpo. Como podría ser un reloj inteligente con batería que también es flexible o un smartphone que puedas ajustar a tu cinturón o diadema en la cabeza.
Imagen Digital TrendsLa viabilidad de las pantallas flexibles también depende mucho de la definición que vamos a tener en ellas. La verdad es que, hoy en día, estamos hipnotizados por la alta definición. Entre más poros podamos ver, mejor. Y, hasta el momento, no se han visto pantallas flexibles con una buena resolución. Pantallas curvas sí, pero flexibles no. También habría que pensar si ese es el uso que les queremos dar. ¿Verías una película en una pantalla flexible? Si nos vamos por ese lado, las pantallas flexibles o incluso las curvas, podrían sustituir los proyectores en los cines. ¿No?
Pensemos también en la ecología, las pantallas flexibles bien podrían sustituir el papel. ¿Una tienda que, en lugar de cambiar las etiquetas con los precios de sus productos, sólo las actualiza con un software? ¿Documentación oficial digitalizada? Sí, por favor. Le diríamos adiós a las impresiones y los montones de papel que acumulamos todos los días y que no representan algún beneficio para nuestro planeta.
El caso es que la idea de las pantallas flexibles puede no estar muy lejos y aunque ya hay marcas que tienen prototipos, todavía no son una realidad tangible para nosotros los mortales. Sin embargo, día con día la tecnología avanza y hay mentes dedicadas a pensar en exclusiva cuál es el próximo gadget que todos querríamos tener. En cuanto a las pantallas flexibles, llegarán, y seguramente lo harán antes de que alguno de nosotros pueda pensar en si las necesitamos o no. Ojalá su futuro no sea terminar enrolladas en las columnas de un bar con las promociones del día.