Uno de los conceptos de los que más hablamos durante el pasado MWC 2013 fue el de los mercados emergentes, países en los que la banda ancha está en plena expansión y, por tanto, se comienza a generar una importante demanda de dispositivos que permitan el acceso a Internet (tabletas, smartphones, ordenadores personales, etc) a un coste razonable. Este nuevo nicho de mercado es algo que estamos viendo en muchos fabricantes, como Nokia con los terminales Asha, o en proyectos como Firefox OS. Como hemos comentado, la explosión en esta demanda requiere tanto de equipos que permitan el acceso como infraestructuras de comunicación, es decir, el despliegue de redes que permitan acceder a Internet. De la misma forma que Google está llevando la banda ancha ultra-rápida en Estados Unidos a través de Google Fiber, los de Mountain View habrían decidido apostar por los mercados emergentes e impulsar el desarrollo de nuevas redes de comunicación y, con esa idea, planean desarrollar una red de comunicaciones inalámbricas con la que ofrecer acceso a Internet a millones de hogares en África y en el Sudeste de Asia.

Si bien Google no ha confirmado la noticia que ha publicado el Wall Street Journal, desde África sí que han llegado rumores de que los chicos de Mountain View estarían en conversaciones con los organismos reguladores de las telecomunicaciones tanto de Kenia como de Sudáfrica para desarrollar esta red de comunicaciones de Google que estaría basada en una tecnología inalámbrica con la que cubrir grandes núcleos de población sin necesidad de realizar grandes despliegues de infraestructuras.

El despliegue de infraestructuras requiere grandes inversiones y, por regla general, es un proceso lento que no todos los operadores están dispuestos a asumir y que, claro está, no todos los Estados están en posición de incentivar. Google estaría en disposición de facilitar las cosas y podría estar planeando el despliegue de una red propia en el África Subsahariana y en el Sudeste de Asia con la idea de ofrecer acceso a Internet en núcleos de población alejados de las zonas urbanas aunque también se podría utilizar para mejorar el acceso en las ciudades.

Google no trabajaría en solitario en el proyecto sino que podría buscar alianzas con compañías y operadores locales para afianzar el proyecto que, en la mayoría de casos, requeriría la aprobación de los reguladores de cada país. Los de Mountain View no estarían manejando una red Wi-Fi al uso o una infraestructura Wi-Max sino que habrían desarrollado un sistema que emitiría en la misma banda de frecuencias que se usa para la difusión de la señal de televisión.

La ventaja de usar la banda de frecuencias que se usa para la televisión, la banda UHF, es que se utilizan frecuencias mucho más bajas que en Wi-Fi o en las redes de telefonía móvil lo cual permite cubrir mayores distancias y, además, emitir señales que son mucho más inmunes a los obstáculos aunque, claro está, requiere autorización puesto que es una banda de frecuencias reservada.

De ser ciertos estos rumores, nos encontraríamos ante una tecnología nueva en la que Google habría invertido y donde habría desarrollado todo un ecosistema de dispositivos que sean capaces de transmitir y recibir datos en esta frecuencia. Según el Wall Street Journal, Google habría desarrollado smartphones con este tipo de conectividad así como globos con transceptores que permitiesen ampliar la cobertura (algo parecido a lo que hizo Softbank en Japón e, incluso, los de Mountain View se habrían planteado invertir en el desarrollo de una red de comunicaciones por satélite para cubrir también los mercados emergentes.

Esta faceta de Google como operador de telecomunicaciones es más que interesante, por un lado el enfoque en el desarrollo y la modernización de estos nuevos mercados y romper la llamada brecha digital es algo que encuentro bastante bonito y loable. Por otro lado, si sumamos a este proyecto el despliegue de Google Fiber, vemos a Google como una empresa de servicios que es capaz de ofrecer contenidos y servicios así como infraestructuras de comunicación, es decir, sería capaz de cubrir la cadena de valor completa ofreciendo tanto servicios de acceso como contenidos.