Como avanzamos hace unos días, el 18 de marzo ha sido el día escogido por Sony para presentar nuevos terminales. En primer lugar, el Sony Xperia L, que continúa con el camino iniciado por el Sony Xperia Z para la marca japonesa en este 2013. Un inicio de año que confirma a Sony como una de las grandes marcas a seguir, que ya desde el pasado año y con su Xperia S, una vez en solitario y sin Ericsson, se postula como un referente en terminales con Android. El Sony Xperia L no es tan potente como su hermano mayor, pero trae más opciones a una marca que continúa en su política de no volver a la producción de dispositivos de gama baja. Las características del Sony Xperia L son las siguientes:
- Pantalla FWVGA de 4,3 pulgadas
- Resolución de 854 x 480 píxeles
- Cámara de 8 megapíxeles
- NFC con tecnología One-Touch
- Procesador de doble núcleo a 1 GHz
- Batería de larga duración con modo Stamina
- Android 4.1 Jelly Bean
- 8 GB de almacenamiento (5,8 GB libres)
- Slot microSD
Su diseño ergonómico rompe con las líneas rectas del Xperia Z, aunque pierde algo de vistosidad. Donde sí ha decepcionado Sony es incluyendo el sistema operativo Android 4.1 Jelly Bean, el cual va a cumplir un año dentro de poco, en lugar de hacerlo como mínimo con el 4.2, cuando muchos fabricantes ya están comercializando dispositivos con Android 4.2.2. En este terminal la apuesta principal está en la cámara, dotada con el ya famoso sensor Exmor RS para mejorar las imágenes tomadas en condiciones de poca luz. Además, mantienen el botón físico dedicado a la cámara, por lo que pulsándolo en modo reposo tarda un segundo en abrirse y poder tomar fotografías. Algo que sin duda sitúa al Sony Xperia L en la gama media, sin pretensiones, es la resolución de su pantalla, que ni siquiera llega a ser de 720p, sino que se queda en una resolución adecuada para la gama en la que se ubica, pero que no alcanzará las necesidades de los hard-users. También cabe destacar que se ofrece en tres colores: rojo, negro, y blanco.