El 18 de Junio de 2012 Steve Ballmer y Steven Sinofsky se subían a un escenario para hacer una pequeña pero relevante marca en la historia de Microsoft, su primer paso decidido a no ser únicamente fabricantes de software, sino hacer su propio hardware. El nacimento de la Surface provocó la admiración de muchos, la sorpresa de otros y la preocupación de varios fabricantes de hardware que de repente veían como la mano que les daba de comer estaba empezando a competir en su propio terreno. Varios meses después tenemos tenemos por fin la Surface en su versión RT con nosotros, un producto que lleva orgulloso el sello de Microsoft y que parece decir, antes que nada: esto es Windows 8 y así deben hacerse las cosas.
Especificaciones técnicas
Vamos a entrar de lleno en el análisis de la Microsoft Surface RT tan sólo unos párrafos más abajo pero antes de ello conviene repasar la hoja de características de la tablet para ver cómo se coloca ante productos equivalentes de la competencia y para conocer, dentro de lo posible, qué podemos pedirle y qué no al dispositivo.
Cuenta con una pantalla de 1366x768 en 10,6 pulgadas con una densidad de 148 píxeles por pulgada. Tiene unas dimensiones de 275 x 172 x 9 mm y 680 gramos. La parte técnica la conforman un procesador de cuatro núcleos ARM funcionando a 1300 Mhz Cortex-A9 en un Nvidia Tegra 3 acompañado de 2GB de RAM.
Cuenta con dos cámaras, la frontal con resolución a 1920x1080 y capacidad para grabar vídeo y transmitirlo en a 1080p HD. El Bluetooth es 4.0 y cuenta con un único puerto USB 2.0, salida para televisión y por supuesto conectividad WiFi, aunque no para red móvil. El ángulo de la cámara, detalle importante, está ajustado de tal modo que podemos seguir tomando fotos aún en posición inclinada.
En general las prestaciones de la Surface RT se colocan en las mismas que los tablets con Windows RT de la competencia. Un hardware que como vamos a ver deja fuera de juego a las aplicaciones de escritorio, pero que es más que suficiente para que las diseñadas específicamente para RT se muevan con una fluidez más que sobrada.
Lo que la Surface RT es, lo que no es y lo que aspira a ser
La Surface RT es un producto relativamente "nuevo", incluso para la propia Microsoft. Es el fruto de la concepción de Windows 8 como un híbrido entre el mundo táctil y el escritorio tradicional que viene reinando en el escritorio prácticamente desde Windows 95. Por eso es interesante antes de nada entender qué es, qué aspira ser, por qué y qué, por el contrario, pretende dejar de lado porque simplemente no quiere ser utilizado para ello.
Surface RT quiere ser la opción de movilidad máxima a la que Microsoft aspira con Windows 8. Un dispositivo que valga como portátil en clase o en el trabajo, incluso en casa pero que pueda convertirse en un tablet cómodamente cuando lo llevamos al sofá. La clave es, por tanto, entender qué tan bueno es cómo tablet y qué tan bueno es cómo portátil por separado. Dos usos, un mismo dispositivo.
Como portátil
Como portátil, o ultrabook, el Surface destaca con algunas consideraciones. Por ejemplo, aunque hablaremos más adelante de ello, la usabilidad que nos aporta el touch cover con teclado táctil si queremos escribir textos muy largos es principalmente nula. La cosa cambia si hablamos del type cover, pero es un detalle importante a tener en cuenta. Son 10 pulgadas y media de pantalla, algo que a muchos es probable que se les quede pequeño si lo comparamos con otros ultrabooks de la competencia. Y por encima de todo, no estamos hablando de un Windows completo, sino de una versión RT, contamos con algunas aplicaciones de escritorio como puede ser la suite de Microsoft Office 2013 pero el resto de software construido para el entorno desktop de Windows se queda fuera.
Como tablet
Como tablet, la Surface RT falla en dos cosas. Por un lado, aunque es prácticamente igual de grueso que el iPad o el reciente Xperia Tablet Z e igual de pesado la sensación al sostenerlo en las manos es muy distinta. Los acabados angulosos y el tacto de la parte trasera hacen que sostenerlo en una mano, por ejemplo, sea una sensación muy distinta a la que obtenemos con cualquier de los tablets anteriores o con un Galaxy Note 10.1 por ejemplo, que también se mueve en las mismas dimensiones de peso y grosor.
Por otro, el ecosistema de aplicaciones para Windows 8 RT todavía tiene que mejorar. Es muy probable que muchos interpreten que "tiene que mejorar" es decir lo mismo que "es malo", pero no es el caso. Lo que Microsoft ha conseguido con la Windows Store es francamente sorprendente y hay estupendas aplicaciones que le aportan un valor añadido imprescindible a la Surface RT. Sin embargo, sigue sin ser suficiente y es un campo en el que todavía hay espacio para mejora.
Como las dos cosas
Pero queda una última opción ¿Qué ocurre cuándo hablamos de las dos cosas? ¿Qué tal es la sensación de tener un dispositivo que se amolda a cada situación y que nos permite cargar con un sólo producto que es a la vez portátil y tablet? En mi opinión, inmejorable. El concepto de "clic and go" con el teclado extraíble es una de las mayores innovaciones que he visto en el campo del hardware entendido como dispositivo en mucho tiempo. Un producto que se amolda a cada situacióne es algo que yo llevaba esperando bastante tiempo y que, en este caso, cumple al menos.
No es nuevo, cuidado, las fundas con teclado bluetooth para tablets ya habián conseguido una sensación similar, pero en este caso está tan bien integrado y tan cuidado que la experiencia es exponencialmente mejor.
Diseño, peso y calidad de materiales
Creo que desde el Zune Microsoft no conseguía crear un dispositivo que fuese, en esencia, bonito. La Surface RT es un dispositivo que puesto sobre cualquier mesa o apoyado en cualquier superficie despierta, como mínimo curiosidad. Sigue teniendo ese toque quizá un poco aburrido del que hace un esfuerzo por ser original y divertido pero que no se acaba de decidir. Las covers de colores ayudan bastante pero sobre el Surface RT también pesa ese aire entre empresarial y sobrio del que, como decía, Microsoft no consigue todavía desapegarse del todo.
En general los acabados son bastante buenos, el cuerpo está fabricado de magnesio con un acabado muy premium y las conexiones y salidas no flojean cuando las conectamos. En definitiva un dispositivo bien construido con adiciones interesantes y novedades como el conector magnético para evitar tirones o la tapa trasera para apoyarlo.
El principal problema de diseño con la Surface RT viene de la mano de la proporción de la pantalla. Es producto de esa dualidad tablet/portátil que en este caso está mal hecha. No me cabe la menor duda de que el formato panorámico le sienta muy bien cuando estamos con el dispositivo en apaisado o conectado al teclado, pero cuando la separamos del mismo y empezamos a utilizarla como tablet la sensación es rara y por ratos inusable. Dicho de otro modo, usándola como tablet te encontrarás sujetando la Surface RT en horizontal el 90% de las veces.
En el tema del peso, la palabra que debemos utilizar para definir a la Surface no es pesada, porque sería injusto, quizá aparatoso se acerque más como adjetivo. No es incómoda, no es un dispositivo que cueste manejar, pero entre el diseño, la ergonomía y que utilizarlo en vertical no es la mejor experiencia del mundo, este es un tema que podría haberse mejorado mucho, mucho más.
En el apartado de diseño el principal punto a favor en general es que toda la Surface RT se siente como lo que es, un producto premium pensado en parte para inspirar y mostrar cómo se tienen que hacer las cosas cuando de dispositivos híbridos con Windows 8 se trata. Pocos productos de la competencia, ni siquiera el Envy X2 de HP, llegan a los nivelles de acabados y calidad que podemos encontrar en esta Surface RT.
Rendimiento y usabilidad
Un envoltorio bonito no era suficiente, afortunadamente Microsoft también ha cuidado mucho el rendimiento en la Surface y mueve todo Windows 8 con una fluidez razonable. Potencia bajo el capó no le falta, un Tegra 3 de Nvidia, cuatro núcleos y 2 GB de RAM deberían ser más que suficiente. Y en la práctica lo son, al menos en la mayoría de los casos.
No quiere decir que la Surface RT sea un ejemplo abrumador de velocidad y fluidez puntera, pero entendida como un tablet en el sentido estricto y frente a la competencia no tenemos ninguna queja en ese sentido. Aquí surge una observación interesante, porque si bien es cierto que hemos dicho que una de sus principales bondades esa dualidad tablet/portátil y la flexibilidad que ello conlleva en este caso se comporta perfecto si hablamos de un tablet pero no tanto si hablamos de un portátil. En el fondo, y dejando a un lado el form factor, ningún dispositivo puede ser "todo" y la Surface RT se queda mucho más cerca de un tablet con teclado que de un ultrabook venido a menos.
La mayoría de aplicaciones corren adecuadamente, aunque en el apartado juegos no esperemos ni mucho menos ver ningún maravilla en el apartado gráficos. Es cierto que Tegra 3 puede llegar a correr juegos (en Android hay algunos buenos ejemplos) que son toda una maravilla
Windows RT, aplicaciones y carencias
Hasta ahora hemos hablado fundamente de la parte de fuera, del hardware. Pero evidentemente la parte más importante de este Surface RT se cuece dentro, en el software. Surface RT puede entenderse como un dispositivo que abandera Windows 8 y que ha nacido con él bajo él brazo. Es importante también entender hasta qué punto Windows 8 RT es Windows 8 y hasta qué punto es RT. Dicho de otro modo, si está más desplazado como sistema hacia al lado del escritorio tradicional o si lo está hacia el lado de una tablet convencional.
Ese es, precisamente, el principal problema con Windows RT, que la gran mayoría de usuarios pensará que queda más cerca del escritorio que de lo que realmente es, una Modern UI envuelta en un hardware excelente pero limitado únicamente y por suerte o por desgracia a las aplicaciones del Windows Market.
No es una cuestión de que el Surface RT "pierda" al poder utilizar únicamente aplicaciones indicadas para el mismo, sino de que está limitado a las mismas. Y no es lo mismo. Por ejemplo, tenemos una aplicación de Evernote completamente funcional y mejor incluso en algunos aspectos que la de escritorio, así como Skype, Office, Adobe Reader o incluso una versión de Chrome. Faltan todavía, en mi opinión, muchas aplicaciones "esenciales" para que podamos considerar como sólido el ecosistema de aplicaciones de Windows 8.
El gran reto de Windows 8 RT es demostrar al consumidor en qué se diferencia del Windows tradicional
Pero como resultado general, Windows RT es un producto sólido. Falla en el nombre (RT es un término que no dice nada), falla el esfuerzo de Microsoft por hacer entender las diferencias con la versión completa de Windows 8 (insisto en que más de un usuario va a tener serios problemas con esto) pero acierta en ofrecer una interfaz unificada acorde con lo que ya hemos visto en Xbox o en Windows Phone, acierta en ofrecer una sensación de continuidad y experiencia transversal a lo largo de todo el ecosistema Windows y acierta en ser un sistema operativo que curva de aprendizaje mediante cumple sobradamente.
El matrimonio Windows 8 y Surface es, por tanto, bastante satisfactorio a mi modo de ver y desde luego el mínimo al que todos los fabricantes deberían aspirar a la hora de construir un híbrido de estas características por cuenta propia. Más aplicaciones, mayor diferenciación de cara al consumidor final con respecto a la versión de escritorio y Microsoft habrá terminado de pulir todo lo que tiene pendiente en este sentido.
¿Type Cover o Touch Cover?
El Surface RT viene disponible con dos opciones de teclado: el Type Cover, una funda con teclas táctiles resaltadas y que responde al tacto de nuestros dedos y el Type Cover un teclado más convencional con teclas físicas. Ambos llevan en la parte inferior un trackpad que hace las veces de ratón pese a poder aprovechar, evidentemente, las propiedades táctiles de la pantalla.
Sobre la diferencias entre ambos, en realidad hay una sola, y es bien sencilla: el touch cover es una basura, y el type cover es de lo mejor que he probado en teclados para tablets. Así de polarizado. Honestamente, desaconsejo muy mucho comprar o usar el Touch Cover, la diferencia de precio entre ambos es de 10€ si se adquieren por separado y en cambio la diferencia es abismal.
No hay ningún problema grave con el Touch Cover, la sensibilidad es buena y la calida de construcción también. Pero es demasiado delgada, inconsistente al apoyar los dedos y tiene la particularidad de sacarte de quicio a los pocos instantes. He leído y compartido opiniones de gente que ha sabido, de alguna manera, apañarse con ella pero definitivamente no es mi caso, para mí la elección se reduce o a Type Cover o a cualquier otro tipo de teclado externo conectado por Blueotooth por ejemplo.
Con Type Cover la experiencia me parece muy buena, la respuesta y el rebote mecánico de las teclas muy agradble, no aumenta demasiado el grosor y para productividad y sacar tu Surface en cualquier parte y ponerte a escribir es idóneo.
Conclusión
La Surface está, en España, a un precio de 479€ la versión de 32GB (que deja aproximadamente 16 GB de disco duro libre, eso sí) y 579€ si decidimos incluir el teclado en su versión táctil, que es, como decía, altamente desaconsejable. Por otro lado, si decidimos comprar el Type Cover por separado son 129€ más o 119€ en el caso del teclado táctil. Este último, y sólo este, viene disponible en tres colores: blanco, negro y azul, echando de menos la versión roja que sí está en USA por ejemplo. En Estados Unidos empieza la versíon de 32GB a $499 dólares ($599 con touch cover) y la versión de 64 a $599 ($699 con Touch Cover), el Type Cover sale por $129 dólares.
La Surface RT es, antes que nada, una muestra de cara a la competencia que deja el listón bien alto y que constituye, sin niguna duda, el mejor tablet con Windows RT que podemos comprar ahora mismo. Dicho esto, le quedan todavía algunas asignaturas pendientes, por el precio al que está hay ahora mismo y en cuestiones de tablets productos más competitivos y con un ecosistema de aplicaciones más solidos.
Si lo que estamos buscando es un tablet con Windows, específicamente, la Surface RT cumplirá con mucho las expectativas. Está bien construido, bien diseñado y es un ejemplo de cómo Microsoft parece haber encontrado el camino a seguir. Espermos poder compararlo con la versión Pro pronto, que ya sí es un PC de tomo y lomo , y ver si preferimos por un lado la ligereza y agilidad del Surface RT o el poder, buen hacer y prestaciones del Surface Pro. Cuestión de tiempo.
Pros
- Buenos acabados
- El peso
- Duración de la batería
- Windows 8
Contras
- El teclado táctil
- La pantalla en formato panorámico
- El ecosistema de aplicaciones