Un sistema cuásar triple ha sido descubierto por un grupo de científicos, quienes han publicado los resultados de su investigación comprobando la existencia de este fenómeno, el cual, desde el punto de vista astrofísico resulta ser extremadamente raro, a grado tal que es apenas la segunda ocasión en la historia que se constata la presencia de este hecho.

El estudio, publicado en el Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, fue realizado por Emanuele Farina, Carmen Montuori, Roberto Decarli y Michele Fumagalli, un grupo interdisciplinario de especialistas quienes constataron la procedencia del cuásar triple combinando los datos de tres fuentes distintas: El Sloan Digital Sky Survey (SDSS), ubicado en Nuevo México, Estados Unidos, el New Technology Telescope de ESO, ubicado en La Silla, Chile y la cámara infrarroja Omega 2000, integrada al reflector Zeiss de 3.5 m del Observatorio de Calar Alto, en España.

Los cuásares son considerados como los objetos más energéticos en el universo, sin embargo, es probable que su integración más conocida dentro de la cultura popular, se encuentre tristemente en la canción de la banda alternativa Muse, con su sencillo Supermassive Black Hole, que puede funcionar como un punto de partida. El hoyo negro supermasivo es uno de los elementos clave para la generación de cualquier cuásar, se sitúa al centro de cualquier galaxia y se traga todo material que gire en su entorno, durante este proceso se liberan cantidades de energía excepcionalmente colosales derivada de la colisión y colapso, dando origen a este fenómeno del cuásar, que puede ser observado debido a su resplandor desde distancias cosmológicas considerables.

En razón de estos factores, encontrar la conjunción de un cuásar triple es un suceso extraordinariamente complicado, pero posible. Identificado bajo el nombre de QQQ J1519+0627, Farina, responsable del grupo de investigación, explica el grado de complejidad del suceso, analizando la probabilidad de que el equipo u otros factores mostrasen un fenómeno falso:

Se estima que la probabilidad de encontrar una agrupación aleatoria de tres cuásares es de una entre mil millones. Consideramos por lo general que estos sistemas son extremadamente raros si tienen que deberse a una simple superposición accidental. Gracias a la profundidad de nuestras observaciones podemos descartar la lente gravitatoria como explicación para estos sistemas y concluimos que QQQ J1519+0627 no corresponde a este tipo de fenómeno.

La conclusión del estudio considera que los componentes de este cuásar triple, ubicado a una distancia de nueve mil trescientos millones de años luz, son los núcleos activos de tres galaxias antiguas y lejanas, que fueron cazadas en plena interacción. El estudio de Farina y su equipo representa un acercamiento a la comprensión del comportamiento de estos sistemas.