Investigadores de la Universidad de Stanford han resuelto uno de los grandes enigmas sobre nuestro Universo. El misterio de la procedencia de los rayos cósmicos, esas corrientes altas de energía que impregnan el Universo y nuestro planeta, parece deberse a la explosión de las supernovas.

La conclusión de los científicos se ha logrado a través del estudio y observación de grandes explosiones masivas en el espacio profundo, confirmando que los rayos cósmicos proceden de explosiones de las estrellas supernovas cuando están acabando sus ciclos de vida, emitiendo ondas de choque que aceleran los protones. Según explica Stefan Funk, uno de los investigadores de la Universidad de Stanford:

Las energías de estos protones están mucho más allá de lo que el colisionador de partículas más poderoso del mundo puede producir.

Y es que según el astrofísico, en el último siglo han sido muchas las pistas que indicaban el origen de la aceleración de los rayos cósmicos, aunque hasta ahora no se había obtenido una evidencia inequívoca que pudiera respaldar las teorías.

El estudió se logró a través del telescopio espacial Fermi, observando los restos de dos explosiones de supernovas durante cuatro años. La primera de ellas a unos 5.000 años luz de distancia en la Constelación Géminis, y la segunda a unos 10.000 años luz de distancia en la Constelación Aquila.

Los científicos pudieron constatar las características de la radiación gamma asociados con los rayos cósmicos, lo que a su juicio confirma inequívocamente su origen en estas estrellas en explosión. Según Funk:

Los rayos cósmicos tienen influencia en la evolución de nuestra galaxia (la energía total combinada es similar a la energía en luz de las estrellas de nuestra galaxia) y sabemos donde se origina la luz de las estrellas. Los protones se modifican tras múltiples colisiones en piones. Estos se van degradando rápidamente para generar rayos gamma, que a su vez pueden ser detectadas con telescopios especiales.

Los datos vienen a cerrar uno de los grandes misterios en torno a nuestra galaxia y el Universo, la procedencia y origen de los rayos cósmicos. A la vez, el estudio acaba con la hipótesis que hablaba de la aceleración de los protones debido a los flujos de energía provenientes de los agujeros negros.

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