No fue poco el revuelo que hubo cuando Twitter decidió darle la espalda a los desarrolladores porque sus aplicaciones nativas no eran competitivas (por decirlo de manera fina), esto lo hicieron con el razonamiento de "la plataforma es mía, y como no tengo buenas aplicaciones, cierro el grifo a los que sí hacen buenas aplicaciones" en lugar de trabajar seriamente en mejorar sus aplicaciones y dejar que todos fueran felices. También se puede ver como una manera de controlar los medios de publicidad para rentabilizarlo al máximo, que suele ser la razón detrás de una restricción de API.
Sirva lo anterior como contexto histórico de Falcon Pro y un poco de mi opinión, las consecuencias se siguen viendo hoy en día de la forma que todos lo anticipábamos: la calidad, cantidad y manutención de las aplicaciones de terceros decaería. Y el caso de Falcon Pro es precisamente una confluencia de todos estos, a su vez por la unión de varias razones: la piratería en Android, las restricciones de Twitter y el poco apoyo que Google presta a sus desarrolladores.
¿Quién es el culpable?
Aquí creo que se intuyen varios culpables con varias medidas de responsabilidad, incluido el desarrollador de Falcon Pro. Por ejemplo:
Los piratas y no respetar el trabajo
Creo que son los primeros y más directos responsables del fracaso de Falcon Pro, el hecho de que 60.000 personas no hayas querido pagar USD$1 por un cliente que realmente merece la pena, deja claro cómo está el panorama del desarrollo de aplicaciones en Android. En su defensa, también hay que decir que hay casuísticas excepcionales, como quien prueba la aplicación, la desinstala y compra la original si le gusta, aunque son minoría por el "¿para qué pagar si esta me funciona igual?" mientras beben café de Starbucks. También hay otros casos particulares, o posibilidades, más bien, como quien devuelve la aplicación y no libera el token en su cuenta de Twitter.
Estos dos últimos casos existen, pero no son ni de lejos la mayoría. Tampoco es el primer caso de una aplicación que sale malograda después de su publicación en Google Play. Si lo resumo: si pirateas una aplicación que tiene un precio que no es ni un café, es que realmente no respetas el trabajo de los programadores y deberían quitarse tu teléfono para no volver a usarlo. ¿Tan difícil es buscar una alternativa gratis si no puedes pagarla? Lo dudo. Es como si no quisieran que Android tuviera buenas apps al desanimar a los desarrolladores a unirse a la plataforma.
Google Play y los medios de pago
Quiero pensar en este apartado en la parte buena, en la parte de la gente que pirateó la aplicación porque no puede pagarla, bien sea porque no tiene ingresos o porque no tiene una tarjeta de crédito. En estos casos el pìrateo de Falcon Pro es menos grave, al menos se entiende que no va con mala intención ni con ánimo de no gastar por el simple hecho de poder tenerla gratis.
Google debería aceptar PayPal, no sólo por aquellos casos en los que no se tenga una tarjeta de crédito, sino por las restricciones existentes en países como Venezuela que tienen un límite de gasto de sólo USD $400.
Twitter y sus limitaciones
Sencillo: si Twitter no tuviera limitaciones de API, esto no pasaría. Pero tampoco son los malos de la película en todo su esplendor, más que nada porque no son una ONG, son una empresa que intenta ganar dinero, la discusión de si es mejor o peor la forma de hacerlo está fuera de esta discusión. Estoy convencido de que detrás de estas limitaciones sólo hay ganas de hacer que todos usen su web y aplicaciones oficiales para poder controlar la publicidad y ganar dinero directamente, pero están en su derecho.
Resumiento: considero que las limitaciones de la API de Twitter están mal, pero están en su derecho y no nos podemos quejar por un servicio que se nos da gratis, donde nosotros somos el producto.
Los desarrolladores, la seguridad de Android y la falta de apoyo de Android
Ahora llegamos a una parte que se puede poner escabrosa: ¿qué culpa tiene el desarrollador? Ninguna, su obligación no es implementar un complicado sistema de comprobación de tokens de compra de la Google Play Store, es más bien obligación de Google proveer seguridad al desarrollador para que él se preocupe por lo que debe: hacer una app grandiosa. ¿Y aún se preguntan por qué desarrollar para Android no es por buena voluntad? Las grandes apps están en Android por una razón: porque si no se pierden el 70% del mercado, no como los indie developers que eligen iOS o Windows Phone: porque es cómodo para programar y tanto Apple como Microsoft les proveen de las herramientas necesarias para que se preocupen sólo de lo que deben.
En definitiva, las herramientas que Google provee para que desde tu aplicación puedas comprobar la compra son realmente malas y fáciles de saltar, por lo que son inútiles.
La historia continúa y se repite
Lo peor de todo es que este no es el primer caso, ni me temo que será el último, aún cuando tengan que tomar medidas tan absurdas como poner la aplicación a un precio desorbitado y tener que resetear los tokens para ver si esta vez los usuarios que han pagado son los que realmente se quedan con el acceso a la app, como bien nos detallan nuestros compañeros de Gizmología. Esto no es, ni de lejos, una solución óptima.