Hace algunos años, tuve mis dudas cuando una amiga me dijo “tienes que hacerte una cuenta en Myspace”. Para ese entonces no estaba demasiado metida en internet, por lo que tener una presencia online no me parecía tan relevante –sí que ha pasado agua bajo el puente-. Cuando eventualmente accedí, la plataforma me pareció espantosa, aún antes de tener una mínima experiencia como usuaria de interfaces. De más está decir que no perdí demasiado tiempo con Myspace, que poco tiempo después caería en el olvido gracias a la absorción de usuarios en las enormes fauces de Facebook. Pero el tiempo pasó, cambiaron los inversionistas y los dueños, y ahora Myspace aparece en su versión renovada finalmente abierta para el público general. Bajo el nombre poco creativo de New Myspace, la plataforma renueva la apuesta concentrándose en los aspectos que demostraron ser exitosos en el pasado, combinándolos con una nueva interfaz atractiva, y funcionalidades más acordes a la época. Y esto es lo que nos ha parecido.
Después de la enorme migración de los usuarios de la plataforma a otros servicios, la edad de oro de Myspace fue reemplazada por una especie de impasse donde el uso principal del servicio estaba concentrado en músicos y bandas que buscaban un canal para dar a conocer su trabajo. Es decir, una plataforma musical. De hecho, muchas bandas consiguieron ser populares gracias a esta plataforma, y Myspace hasta en un momento lanzó un sello discográfico para editar a las bandas que usaban el servicio para subir sus canciones. Pero hasta esta modalidad fue siendo relegada cuando surgieron otros servicios más prácticos para permitir a los artistas vender sus canciones, como BandCamp, y también las bandas prefirieron migrar a Facebook para tener acceso a la enorme base de usuarios que se concentra en este sitio. Es obvio: si queremos tener visitas o darnos a conocer, tenemos que estar donde están los usuarios.
Por suerte, Myspace ha aprendido de sus errores. Mientras que en su versión clásica encontrábamos todo lo que odiamos de internet –diseños estridentes y horrentos, canciones en autoplay molestas seleccionadas por los usuarios, dificultades para establecer contactos con otros usuarios, y problemas de spam como si estuviésemos en medio de los ’90-, en esta versión renovada aprende de sus hermanos mayores e incorpora una buena cantidad de funcionalidades más modernas, un diseño limpio y minimalista, y una interfaz fácil de comprender si ya tenemos experiencia previa en otras redes sociales. El caos inicial es reemplazado por un panorama fresco, que sigue estando concentrado, como no podía ser de otra manera, en la música, pero con perfiles más orientados al descubrimiento.
Primeros Pasos
Una de las cosas que me ha sorprendido –para bien- es que no es necesario que tengamos una cuenta de Myspace para poder acceder a la nueva versión. Mi temor residía en que, quizás, algunos datos de nuestro viejo perfil podrían ser migrados automáticamente al nuevo. Y ahí sí, no tendría ni ganas de probarla. Pero afortunadamente, New Myspace nos ofrece una tabla rasa donde podemos volver a crear una experiencia desde cero. Para poder conectarnos a New Myspace tenemos que seguir unos pasos muy simples que consisten en ingresar un correo electrónico y completar algunos datos básicos. Luego, ya estaremos listos para poder usar la plataforma.
Como dijimos, Myspace ha aprendido de las redes sociales que surgieron después de él e incorpora algunos de los elementos más populares. Así como Twitter y Google+ siguieron el ejemplo de Facebook e incorporaron las fotos de portada, también en el New Myspace vamos a tener esta opción. Así que una de las primeras cosas que tendremos que hacer cuando acabamos de crear nuestra cuenta es personalizarla. Y así como hablábamos de la facilidad de uso, hacerlo es muy simple. Para agregar nuestras fotografías y datos, tenemos que ir a una sección particular llamada Settings o Configuración.
En este sentido es simple: tenemos que seleccionar nuestra información básica, como nombre de usuario, nombre completo, fecha de nacimiento y género, el tipo de cuenta que tenemos –en este sentido, varía bastante pero siempre relacionado con las artes y la creatividad: músico, fotógrafo, cineasta, curador, diseñador/creativo, entretenimiento, DJ/productor, marca, local, escritor/periodista, promotor, fan, comediante- nuestro correo electrónico, nuestra contraseña –en esta opción también se la puede cambiar- y la posibilidad de eliminar la cuenta si no queremos tener una presencia en esta plataforma. Para poder cambiar lo que es la fotografía de perfil y la de portada, tenemos que hacer clic en el botón de Editar Perfil o Edit Profile, donde seremos llevados a una pantalla en particular donde tendremos que subir las imágenes a elección. La foto de portada debe tener un mínimo de 1024x728 píxeles.
En la barra lateral de nuestro seteo de perfil, tendremos un cuadro de texto donde podemos insertar una breve biografía de 150 caracteres. Está bien que estén manejando una reducción en este sentido, van con los tiempos que corren. Por otro lado, también podemos ingresar nuestra ubicación, una URL de un sitio web si así lo deseamos, y, lamentablemente, una canción para nuestro perfil. Pero no desesperen: no será con reproducción automática en este caso. Finalmente, podemos seleccionar un Top 8 de contactos, de la misma forma en la que podíamos hacer un Top 10 en la vieja interfaz.
Con todo esto seteado, lo que tendremos que hacer a continuación es buscar nuevos contactos. Para hacer eso, tenemos que volver a la Home del New Myspace para acceder a una herramienta de búsqueda. Podemos descubrir no solamente artistas, sino también usuarios que hayan subido mixes particulares con canciones, y más. Por lo que podemos apreciar, el catálogo de Myspace es amplio. Para poder conectar con un determinado usuario, en la esquina superior derecha encontraremos el ícono de contactos. Este es el nombre que ha elegido Myspace para nombrar su metodología: tenemos conexiones, no amigos, no seguidores. Podemos desconectarnos en cualquier momento sin demasiado problema.
La Interfaz
Creo que una de las mejoras más importantes que han hecho con New Myspace reside en la interfaz. Porque, además de aprender de sus errores y de los éxitos de los demás, los de Myspace han creado una plataforma atractiva que además agregar un toque personal. Así, en lugar de tener scrolling para abajo o para arriba, tenemos scrolling lateral como si se tratase de un portfolio artístico. Esto sucede en casi todas las pantallas: la de nuestro perfil, la de los perfiles de los demás, las páginas de información, y más. En este sentido, han tomado una receta probada, pero agregando algunos condimentos que, a pesar de que no vimos antes en una red social, prueban ser cómodas e interesantes. Después de probarlo por un tiempo, no me ha cansado este scrolling lateral, y lo he encontrado cómo para encontrar la información.
Evaluaremos la interfaz en sus dos partes fundamentales: los perfiles de usuarios –tanto propios como de contactos- y la Home. Comenzaremos por esta última. En la Home nos encontramos con una caja lateral donde tenemos acceso a todo, prácticamente: nuestro stream, que si queremos comparar sería algo así como el newsfeed de Facebook, nuestra librería, donde podemos encontrar el contenido que han compartido nuestros contactos desde canciones, discos, videos, mixes, y fotografías, las personas con las que estamos conectadas, nuestra configuración, y la posibilidad de cerrar sesión. Debajo de esto tenemos un botón donde podemos invitar amigos, y un botón para hacer una publicación en el stream. La opción para publicar también se encuentra presente en un cuadro de texto donde además podemos subir una canción, agregar una foto y opciones de geolocalización.
Cuando no tenemos un perfil demasiado completo, como es mi caso, en el primer panel nos vamos a encontrar con opciones para poder seguir completándolo. La primera opción, mientras van llegando más usuarios, es conectarse con nuestros artistas favoritos. O también con Justin Timberlake, uno de los responsables de este importante rediseño, que aparentemente se ha transformado en el Tom del nuevo Myspace. Para establecer conexiones con estos artistas o perfiles liberados no necesitamos autorización previa. En el stream encontraremos todas las actualizaciones y la posibilidad, por ejemplo, de ver fotos, escuchar canciones, y ver todo el contenido que han compartido nuestros usuarios conectados.
Haremos un repaso breve sobre una funcionalidad que está presente en todas las pantallas en las que estemos. Llamada Deck, aquí encontramos puntos en común con el reproductor de Grooveshark, por ejemplo. En el Deck podemos agregar canciones para escuchar, o crear mixes con canciones que luego se pueden guardar para compartir con otros usuarios. Además, en este Deck contamos con la posibilidad de acceder directamente a nuestro perfil, ingresar a nuestro centro de notificaciones, revisar nuestros mensajes privados, descubrir nuevas bandas o artistas, hacer una búsqueda, y luego, acceder al reproductor. También podemos entrar a la Home desde aquí. En este sentido, se parece también a la barra superior de Facebook, donde accedemos a todas nuestras notificaciones, pero con más opciones de navegación.
Pasaremos ahora a los perfiles de usuario. En nuestro propio perfil, nos encontramos primero con nuestra portada, donde, ¡alegría!, la canción que seleccionamos al principio cuando seteamos nuestro perfil no está en reproducción automática. Si nos movemos para el costado, nos encontraremos con nuestro stream de actividades, donde podemos ver todas las cosas que ya hemos hecho en Myspace. En este sentido, es práctico para subir fotos y videos pero no para publicar enlaces, como por ejemplo, videos de YouTube. Es algo que podrán afinar a futuro.
En cuanto a los perfiles de otros usuarios, a veces puede tornarse molesto poder encontrar el botón para conectarnos. Podemos acceder a dos tipos diferentes de perfiles, sobre todo en lo que se refiere a una banda. En este sentido, comparte puntos en común con el perfil de usuario. La diferencia reside en que la caja lateral tendrá información diferente –música, mixes, conexiones realizadas, fotos, videos y eventos-, mientras que el stream será básicamente el mismo. Cuando ingresamos a música, nos encontraremos con las canciones subidas por el usuario, así como una lista con los Top Fans, artistas similares, y los músicos que los grupos han seleccionado como inspiración.
Por otro lado, en la parte de mixes nos encontraremos con los compilados que hayan hecho los usuarios. Generalmente, los artistas no generan mixes. Y aquí nos encontramos con la diferencia fundamental entre el perfil del músico y el perfil común, que tiene todo el sentido del mundo. En un perfil de usuario nos encontraremos con otras opciones en la caja lateral que no incluyen ni eventos ni cosas relacionadas a la vida de la música, pero sí podemos acceder a mixes y otros contenidos curados por los usuarios. En ese sentido, creo que este New Myspace le brinda muchas posibilidades a los artistas para dar a conocer su trabajo, pero también a los usuarios para descubrir música nueva. Y aquí han encontrado su nicho.
Conclusión
En una primera pasada, el New Myspace nos ha parecido fenomenal. Aprendiendo de todo lo que ha sucedido y de lo que se ha innovado en los últimos 10 años, en lo que respecta a redes sociales, esta lavada de cara es justamente lo que necesitaba. Ahora bien, ¿sirve de algo? Creo que fundamentalmente Myspace está destinado, si todo sale bien, a convertirse en una herramienta eficiente de descubrimiento musical, como no ha podido hacerlo Last.fm, por ejemplo, como no puede hacerlo Facebook, y como ni siquiera se le ocurre a Twitter. Cuenta además con capacidades de streaming, pero nos ofrece una experiencia de navegación más completa que Spotify, y además, sus intenciones recaen en ser una herramienta más social, y no de consumo musical. Lo que no quita, obviamente, que pueda terminar convirtiéndose en una forma más de consumir música por internet.
El diseño también es uno de los puntos altos: minimalista, con un foco en las imágenes y el contenido audiovisual, nos presenta el contenido de una forma más atractiva que la que podemos encontrar en otras plataformas como Facebook y Twitter. En esta prueba que hemos realizado, también ha demostrado ser completamente veloz, demorando apenas ínfimos segundos en cargar algunas páginas. También no ha demorado casi nada en el streaming de canciones. Myspace no está aquí para competir con nadie, por así decirlo: tienen su propia propuesta, que en realidad es una versión completamente renovada de lo que venían haciendo anteriormente. La diferencia reside en que ahora están haciendo las cosas a conciencia.
Me enfrenté a Myspace sin demasiadas esperanzas y debo admitir que estoy sorprendida con la calidad de este servicio. Será interesante ver cómo evoluciona, y cómo se le encuentra una forma de explotar sus potencialidades comerciales. A diferencia de Facebook, está orientado a un determinado tipo de usuarios, que disfrutan de consumir contenidos de esta manera. Sin dudas, es el comienzo de una nueva era, y han comenzado con el pie correcto.