El último día de 2012 nos dejó una noticia que, en el fondo, era algo que se venía venir: *Asus y Acer no fabricarán más netbooks*** de ahora en adelante; un cierre de producción que pone punto y final a este tipo de dispositivos puesto que eran los dos últimos fabricantes que los seguían manufacturando.

Si bien los netbooks nacieron en 2007 como un producto que tenía bastantes posibilidades, o eso decían los analistas (con proyecciones de ventas de 139 millones de unidades para el año 2010), porque se situaban a medio camino de un smartphone o una PDA de la época y un ordenador portátil convencional (que no eran, precisamente, ligeros); la evolución del mercado con la aparición de las tabletas y portátiles cada vez más ligeros sin perder un ápice potencia, fueron relegando estos dispositivos hasta un segundo plano que los ha llevado a ser un dispositivo en peligro de extinción (o, mejor dicho, un producto ya extinto).

Aunque era algo esperado, puesto que, salvo Asus y Acer, todos los fabricantes (Samsung, Dell, HP, etc) habían abandonado estos productos, vale la pena pararse unos minutos a analizar cómo se han venido abajo las proyecciones de venta y predicciones de los analistas en estos 5 años de vida del netbook para pasar de ser un producto revolucionario a convertirse en un producto que desaparecerá "como lágrimas en la lluvia":

La era Post-PC

Aunque las ventas de los netbooks empezaron a ralentizarse antes de que irrumpiese en el mercado el iPad, el paso del tiempo ha demostrado que los dispositivos Post-PC, es decir, tabletas y smartphones han supuesto una clara competencia que ha barrido del mercado a los netbooks por favorecer la movilidad (duración de la batería, conectividad integrada, peso, etc) y ofrecer, prácticamente, la misma potencia y prestaciones gracias, por ejemplo, al enorme catálogo de aplicaciones y servicios disponibles en los distintos markets de aplicaciones.

El usuario buscaba en el netbook un dispositivo ligero con el que poder navegar o consultar el correo electrónico, dos cosas que hoy en día podemos hacer perfectamente con una tableta o con un smartphone con, quizás, una mejor experiencia de uso gracias a las pantallas táctiles, la adaptación de la presentación de los contenidos a la orientación del terminal o la posibilidad de adoptar posturas algo más cómodas en nuestro sofá (sin tener que sostener un ordenador sobre nuestras piernas).

Venta PostPC

Los datos de uso de dispositivos Post-PC y las activaciones de nuevos dispositivos estas Navidades los sitúan, sin duda, como uno de los regalos estrella de estas fiestas y ponen de manifiesto que, a día de hoy, el usuario prefiere un dispositivo mucho más flexible y más adaptable a sus necesidades que un ordenador portátil de bajas prestaciones que, en precio, puede llegar ser hasta más caro que una tableta o un smartphone (aunque también hay tabletas de alta gama que superan en precio a un netbook y, como es lógico, ofrecen una experiencia de uso muy superior).

El mercado de ordenadores portátiles

Recuerdo bien cuando llegaron varios netbooks a mi oficina hace ya algo más de 4 años, eran unos ordenadores de bajo coste, pequeño tamaño y bajo peso que abrían la puerta a la adquisición de ordenadores portátiles de pequeño tamaño sin tener que realizar grandes desembolsos de dinero. Si bien las prestaciones eran mucho menores que un portátil de 12" de corte profesional, dentro de un uso básico tenía su hueco y evitaba tener que lidiar con las quejas de gente a las que un portátil de 15" les parecía una barbaridad.

Netbook ventas

De hecho, durante los primeros años, el netbook venía a cubrir el gap existente entre los ordenadores portátiles muy ligeros (que llegaban a tener precios prohibitivos) y los portátiles convencionales; sin embargo, la propia evolución del mercado con el abaratamiento de los productos y el aumento de las prestaciones así como la demanda de los usuarios (que querían netbooks con sistema operativo Windows y obligaba a dotarlos de mayores prestaciones) han llevado al netbook a ser un producto redundante.

Hoy en día podemos encontrar en el mercado ordenadores portátiles con precios próximos al de los netbooks que superan a estos en prestaciones (duración de la batería, procesador, capacidad de almacenamiento, etc), por tanto, el consumidor que busca un ordenador para su casa o para su trabajo y que, además, no realice muchos desplazamientos es probable que opte por un equipo con mayores prestaciones y posibilidades. Pero si la movilidad es un factor clave, los ultrabooks que podemos encontrar en el mercado superan con creces las prestaciones de un netbook y, puestos a realizar una inversión en un nuevo ordenador portátil, son una mejor opción.

Los netbooks "tocaron techo" en el momento que se dejaron de lado las distribuciones "livianas" Linux y se apostó por Windows XP puesto que, frente a un mismo sistema operativo, las limitaciones del netbook frente a un portátil convencional (de 12 pulgadas, por ejemplo) eran evidentes y, definitivamente, lo apartaron del segmento profesional (y las tabletas le han hecho apartarse del segmento de consumo).

Entre todos lo mataron pero él solo se murió

Quizás esta podría ser la conclusión del periplo del netbook en los mercados, un producto prometedor en sus inicios que, poco a poco, se ha visto desplazado por la evolución de un mercado al que, realmente, no se supo adaptar y ha terminado dejándolo como un producto obsoleto en el que ya no tiene cabida.

A pesar de este final al que lo han abocado los ultrabooks y las tabletas, el netbook ha sido un instrumento clave, por ejemplo, dentro del sector educativo y, en España, ha sido el producto que se ha utilizado para modernizar las escuelas e introducir a los escolares en el mundo de la computación (aunque parece que la británica Raspberry Pi está dispuesta a recoger ese testigo), un filón que también quiere explotar Google con sus Chromebooks.

Chromebooks

La muerte del netbook me hace mirar, precisamente, al portátil de Google, el Chromebook que, tras dos años desde su presentación, sigue sin notarse un gran calado en el mercado (a pesar de las facilidades que están ofreciendo a empresas y centros educativos) al ser un netbook con un sistema operativo que no es nada flexible.

¿La muerte del netbook arrastrará también al Chromebook? Supongo que el mercado, es decir, el consumidor, es el que tiene la última palabra en este sentido.