Uno de los aspectos tecnológicos más destacados de los años 70 y 80 fue la introducción de la computación en los hogares, las escuelas y las pequeñas empresas, haciendo que los ordenadores dejasen de ser algo exclusivo de las Universidades, las grandes corporaciones o los centros de investigación. Este caldo de cultivo permitió que se desarrollasen dispositivos como el IBM PC, el Apple II o el Commodore 64 que llevaron los ordenadores personales a los hogares y las oficinas, una senda que siguieron muchos fabricantes y que, en el caso de Apple, los llevó a desarrollar un nuevo computador que fue presentado el 19 de enero de 1983, el Apple Lisa.
El Apple Lisa, que cumplió 30 años el pasado sábado (fecha en la que fue presentado al público), era una computadora que tenía un precio de 9.995 dólares de la época (a día de hoy serían algo más de 20.000) y se convertiría en uno de los primeros computadores comerciales en ofrecer una interfaz gráfica de usuario y el uso de un ratón tras el Xerox Star 8010; una arriesgada apuesta tecnológica que no llegó a calar entre los usuarios y, desde la perspectiva comercial, se consideraría un fracaso pero que, visto en perspectiva, era un dispositivo que ofrecía algunos aportes interesantes.
El proyecto del Apple Lisa surgió en el año 1978 como evolución natural del Apple II y se nombró a Ken Rothmuller como responsable del proyecto pero, al poco tiempo, fue sustituido por John Couch que, precisamente, sería el responsable de encaminar el proyecto hacia el GUI y el uso del ratón junto a Trip Hawkins (responsable de marketing del proyecto) y Jef Raskin. Esta viraje del proyecto hacia el uso del ratón y el interfaz gráfico no fue algo casual, por aquel entonces, Xerox PARC había desarrollado el Xerox Alto y Steve Jobs había "bebido" de la filosofía del PARC en una visita que realizó en 1979 y llevó alguna de sus ideas a Apple.
Fruto de las relaciones entre Jobs y Xerox PARC, el centro de investigación de Xerox realizó varias demostraciones y presentaciones del Xerox Alto al equipo del Lisa de Apple para que viesen algunos de los aspectos clave que debía tener un interfaz gráfico de usuario con el que se pudiese trabajar y, claro está, este aspecto se convirtió en uno de los puntos clave del proyecto que, entre otras cosas, adoptó una seña distintiva: "las ventanas con bordes redondeados".
El equipo de desarrollo del Apple Lisa estaba formado por casi un centenar de personas a los que había que sumar el equipo de marketing y ventas que, una vez desarrollado el producto, participaron en su distribución y publicidad y entre los que se encontraban Robert Paratore como responsable del hardware, Bruce Daniels (responsable de las aplicaciones) o Larry Tesler, que se hizo cargo del sistema operativo del computador. El interfaz gráfico de usuario sería el primero de los grandes bloques de trabajo que se abordaron en el proyecto y se emplearon 6 meses en su diseño, momento al que siguió el desarrollo del hardware, el sistema operativo y las aplicaciones, bloques de trabajo que se abordaron en paralelo.
La configuración del equipo del Apple Lisa no fue sencilla porque provocó algún choque interno en la compañía. Steve Jobs quería ostentar la jefatura del proyecto y se lo pidió a Mike Markkula, el CEO de la compañía. Markkula, que no confiaba en las capacidades de gestión de Jobs, no accedió a nombrarlo y le ofreció el puesto de portavoz de la compañía (cosa que a Jobs no le convenció y terminaría haciéndose con el cargo de responsable del proyecto Macintosh).
Hardware
El Apple Lisa giraba alrededor de un procesador Motorola 68000 de 5 MHz, contaba con 1 MB de memoria RAM y con dos unidades de disco de 5,25 pulgadas (que se conocían en Apple como "Twiggy"). Estas unidades de disco eran bastante particulares porque requerían unos discos especiales y, al final, resultaron ser poco fiables (lo cual hizo que el primer Macintosh usara una unidad de disco fabricada por Sony).
Para completar su capacidad de almacenamiento, al Apple Lisa se le podía acoplar una unidad de disco duro externa de 5 MB de capacidad (que originalmente se había diseñado para el Apple III) que, en el Lisa 2, pasaría a ser un disco interno de 5 o 10 MB de capacidad (además de usar una unidad de disquete de 3,5 pulgadas).
Con respecto a su aspecto, el sistema presentaba un único bloque en el que el monitor CRT, las unidades de disco y la placa base estaban alojadas dentro de la misma carcasa.
Software
El sistema operativo del Apple Lisa incluía dos características muy importantes: era un sistema operativo multitarea cooperativo y ofrecía memoria virtual; dos aspectos muy avanzados para la época y que, posteriormente, se adoptaría en otras computadoras. Sin embargo, a pesar de lo innovador del concepto, el funcionamiento del sistema no era ni mucho menos perfecto puesto que la memoria virtual y el lento acceso a disco hacían que, cara al usuario, el sistema pareciese "colgado".
Otro detalle interesante, que también se llevaría al Macintosh, fue el sistema de archivos HFS, es decir, la organización de los archivos en directorios jerárquicos que era bastante útil para manejar unidades de disco grandes (y 5 MB, en esa época, era algo bastante grande).
Desde el punto de vista del usuario, el Apple Lisa era heredero del Xerox Star y, por tanto, estaba muy enfocado al trabajo de oficina; un hecho que se materializó en el software que se desarrolló para esta computadora. El Lisa Office System, conocido como "7/7", era un paquete de software que incluía el LisaWrite, LisaCalc, LisaList, LisaProject, LisaDraw, LisaPaint y el LisaTerminal que estaba muy orientado al manejo de documentos y trabajo de oficina. Además, también se incluyó un modo "Workshop" con el que se podía desarrollar software usando editores de texto pero en un entorno GUI, complementando así el modo oficina.
Sin duda alguna, la seña de identidad más importante del software del Apple Lisa era el Desktop Manager, es decir, un interfaz basado en escritorio que era muy usable y, por tanto, ofrecía un entorno que no era complejo de manejar.
La preparación de su salida al mercado
A comienzos de 1983, el equipo había finalizado el desarrollo del Apple Lisa y el departamento de marketing de la compañía había preparado una gran campaña de publicidad a nivel nacional para lanzar el producto (contratando espacios publicitarios en medios como la revisa Time o Newsweek entre otros.
Sin embargo, a pesar de la gran campaña o las características técnicas del Apple Lisa, la fijación del precio, quizás, fue uno de los factores que contribuyeron a que este producto no cumpliese las expectativas de la compañía. Apple había invertido mucho dinero en el desarrollo del producto así que, para compensar la inversión y obtener el retorno de la misma, John Sculley (el CEO de la compañía por aquel entonces y que había sido fichado de Pepsi por Jobs) aprobó un precio nunca visto por aquel entonces: 9.995 dólares.
Su impacto
En junio de 1983, el Apple Lisa llegó al mercado y, durante aquel semestre, solamente se vendieron 13.000 unidades. Según las proyecciones de la compañía, en 1984 debían venderse alrededor de 80.000 unidades, sin embargo solamente se vendieron 40.000 y, en 1985, las ventas se desplomaron por completo quedando muy por debajo de las proyecciones de venta.
¿La causa de las ventas tan bajas? Principalmente el precio, 9.995 dólares de la época era un precio muy alto a pesar de que el Apple Lisa fuese un equipo con un gran hardware y un gran software puesto que no era competitivo con otros productos existentes en el mercado (de DEC o Xerox). El Apple Lisa era una estación de trabajo muy potente que se pretendía vender como un ordenador personal a un precio mucho mayor que cualquier otro ordenador personal existente en el mercado y, al final, terminaría por no cuajar entre los usuarios y sería descatalogado en 1986.
A pesar de su precio o las bajas ventas, el Apple Lisa era un buen computador que ofrecía a las empresas, por ejemplo, una maquetación muy profesional en sus documentos y, según las crónicas, funcionaba muy bien. De hecho, se dice que existían más usuarios del Apple Lisa que unidades vendidas puesto que no era raro que las empresas comprasen una o dos unidades para su uso compartido dentro de sus instalaciones y, para estas empresas, supuso una manera de adoptar el Macintosh cuando éste salió al mercado en 1984.
Se dice que, en 1989, Apple aún tenía excedentes de fabricación del Apple Lisa, es decir, unidades no vendidas y éstas terminarían siendo enterradas en un terreno de Logan, Utah; un hecho curioso porque, a día de hoy, estas computadoras están consideradas como un apreciado objeto de colección.
Imágenes: Wikipedia, Mac History, Toasty Tech, DigiBam y An ad a day