Doctores de la Universidad John Hopkins están llevan a cabo un experimento pionero en Estados Unidos para combatir la enfermedad del Alzheimer. Un primer implante de marcapasos en el cerebro de un enfermo en fase precoz de la enfermedad. La idea: tratar de estimular la memoria y conseguir invertir el deterioro.

Se trata de la primera prueba de este tipo realizada en Estados Unidos, una operación basada en la misma tecnología que se utiliza en los marcapasos para el corazón con la idea de estimular el cerebro.

Una primera cirugía llevada a cabo con la paciente Barbara Abrahams, cuyo deterioro se ha acelerado dramáticamente en los últimos nueve años. Según Peter Abrahams, hijo de Bárbara:

La progresión de la enfermedad ha sido lenta. Hemos probado un montón de cosas diferentes, fármacos de todo tipo, pero nada ha funcionado.

Los médicos indican que en el caso de Bárbara se han llevado a cabo diversos medicamentos experimentales con el fin de curar o retrasar significativamente el progreso de la enfermedad que daña directamente al cerebro. Con esta idea han intentado dar un paso adelante, un nuevo método basado en la implantación quirúrgica de un marcapasos para estimular el cerebro. El dispositivo se inserta en el pecho y se centra en el uso de cargas eléctricas de baja tensión que van directamente al cerebro.

Para ello se debe perforar orificios en el cráneo de manera que se puedan implantar cables en cada lado del cerebro en la zona del fornix, el conjunto de haces nerviosos en forma de C del cerebro que lleva las señales desde el hipocampo al hipotálamo, así como desde un hemisferio al otro. Se trata de la zona donde se inician los recuerdos y el aprendizaje, también donde surgen los primeros síntomas de la enfermedad.

Estos cables conectados al dispositivo son los encargados de llevar pequeños impulsos eléctricos al cerebro sin que el paciente lo note. Según el doctor Paul Rosenberg, especialista en demencia:

Lo que es emocionante es nuestra comprensión de cómo funciona la memoria y cómo encaja muy bien con la forma en que esta cirugía podría funcionar. Esperamos ver cómo la memoria mejora. Una vía totalmente nueva para el tratamiento potencial de una enfermedad que se está volviendo cada vez más común con el envejecimiento de la población.

Los fracasos recientes de numerosos medicamentos, como los destinados a reducir la acumulación de placas de beta amiloide en el cerebro, han agudizado la necesidad de buscar estrategias alternativas.

Un dispositivo que se ha utilizado anteriormente para combatir el Parkinson y que ya se había probado anteriormente en Canadá con resultados muy positivos. Aún así, los investigadores indican que este tipo de cirugía se encuentra en fase experimental y que los pacientes candidatos a recibir este tipo de implante deberán tener un deterioro cognitivo leve, en una fase inicial de la enfermedad.

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