Como sabemos, fin de año nos pisa los talones y con eso vemos la avalancha de las mejores fotos del año. Ya hemos publicado la lista de AFP y la de Flickr España, y también les pedimos que manden su contribución a nuestra lista de los lectores. Pero ahora otro compilatorio nos ha atrapado la atención, por el prestigio asociado con el nombre de National Geographic. Los editores de la revista han hecho su selección con las mejores fotografías espaciales de 2012, que compartiremos con ustedes a continuación.
Nebula Hélix
Una estrella como nuestro sol, de la cual sólo quedan los restos de color oxidado. Mientras muere, despide gas y polvo al espacio. La visión infrarroja del telescopio VISTA del Observatorio del Sur Europeo puede ver a través del polvo dejado por la ruina para ver aún los fragmentos de gas frío en los anillos, así como también un halo de gas que se extiende al menos a 4 años luz del centro de la estrella muerta.
Torbellino de estrellas
Una fotografía con larga exposición, de autoría de la comunidad fotográfica The World at Night, captura el movimiento de las estrellas, o mejor dicho del planeta en vista de las estrellas, mientras se esconden las auroras sobre la Península Mornington en Australia. Las auroras nacen cuando el llamado viento solar choca con la atmósfera de la Tierra, con sus partículas de oxígeno y nitrógeno por sobre los polos sur y norte. La energía emanada de estos choques crea colores brillantes que se pueden ver de 97 a 1000 kilómetros de distancia.
Cielo del sur
Esta fotografía revelada por la NASA muestra el punto privilegiado gracias al cual los astronautas de la Estación Espacial pudieron capturar las auroras nocturnas y el amanecer en una única toma. Fotografiada sobre el océano Índico, también podemos ver una nave Soyuz rusa en el centro y una nave más pequeña, que se ha acoplado a la estación.
La escoba de la bruja
Esta fotografía fue nominada a los premios del Astrofotógrafo del año, en la categoría Espacio Profundo. Es una imagen de los restos de una supernova llamada justamente “la escoba de la bruja” y está tomada por el norteamericano Robert Franke. Nos muestra los escombros de una estrella de la Vía Láctea que explotó hace varios miles de años. Los filamentos cósmicos son parte de los restos más grandes de supernova que se pueden ver en el cielo, encontrándose aproximadamente a 1400 años luz de la constelación Cygnus.
Aurora ártica
La formación de luz “cuelga” sobre un paisaje cubierto por la luz nocturna en la ciudad de Longyearbyen, Noruega. El fotógrafo no estaba comisionado por ninguna revista, sino que simplemente la mandó a la sección Your Shot de NatGeo y logró deslumbrar a los editores. Referida como la aurora boreal en el Círculo Ártico, la luz también aparece en latitudes sureñas, donde se la conoce como Aurora Austral.
Marte congelado
Extraída de una de las naves de la NASA, esta fotografía muestra las dunas naturales en la sección del polo norte de Marte, donde se puede apreciar el deshielo del “verano” del planeta. Las regiones blancas sirven de indicativo para ver que todavía queda algo de hielo, mientras que las partes más oscuras son, lo más probable, estructuras naturales hechas con sedimentos que surgen de los géiseres del planeta.
Autofoto espacial
El astronauta Edwin Buzz Aldrin toma una fotografía de sí mismo mientras explora durante la misión Gemini 12, de la NASA, en noviembre de 1966. Se puede ver parte de la cámara y de la antena del vehículo Agena usado durante estas misiones. Esta fotografía fue revelada en enero de este año como parte del programa de digitalización de los archivos del Proyecto Gemini, en alta resolución.
El casco de Thor
También conocida como NGC 2359, el Casco de Thor es una nébula encontrada en la constelación Canis Major. La nube cósmica de polvo y gas está formada como un casco alado. Fue tomada por el Observatorio Interamericano de Chile, cerca del Cerro Tololo.
Belleza anillada
Una nave Cassini nos ofrece una vista espectacular de los anillos de Saturno, que se componen de hielo y piedra. Lanzada en noviembre, la fotografía se tomó a una distancia de 2.4 millones de kilómetros de la Tierra.
Fuegos Artificiales solares
Un tipo de explosion solar llamada eyección de masa coronal envía radiación sola fuera del sol a 900 millas por segundo, en esta imagen tomada por la NASA. Aunque no chocó con la tierra, esta emisión solar se estrelló contra los campos magnéticos del planeta, produciendo auroras iluminadas en algunas partes del mundo.
Para ver el resto de la colección de NatGeo, pueden dirigirse a su web oficial, donde además encontrarán la explicación de las elecciones de los editores.