HTC

Uno de los aspectos más grises del mundo de la tecnología, bajo mi punto de vista, es el mundo de las patentes; un oscuro campo de batalla que lleva a las grandes empresas a litigar en los tribunales de todo el mundo o a que grandes empresas realicen operaciones de compra y venta de otras compañías para comerciar con las patentes que atesoran. Si bien las patentes es algo que arrastramos en el sector industrial desde hace muchos años, poco a poco han ido dando lugar a situaciones extrañas en las que, por ejemplo, HTC le abona 5 dólares a Microsoft por cada terminal Android que vende. Una de las compañías que más duramente ha estado luchando en la "guerra de patentes" es Apple; los de Cupertino se han enfrentado a grandes compañías como Samsung en juzgados de todo el mundo e, incluso, a pequeñas empresas en procesos que parecían la escenificación de la historia de David contra Goliath. Además del enfrentamiento de Apple contra Samsung (con el millonario fallo que conocimos a finales de agosto), la compañía también mantenía un litigio contra HTC por violación de patentes. Sin embargo, en un giro sorprendente, parece que el enfrentamiento entre HTC y Apple se ha disuelto por la vía diplomática y ambas compañías han alcanzado un acuerdo (con validez durante 10 años) en el que ambas compañías se "ceden" el uso de sus patentes la una a la otra.

Tras 32 meses de enfrentamiento en todo el mundo, ambas compañías han llegado a un acuerdo que se ha anunciado escuetamente en la web de Apple que pone paz en una guerra en la que cualquier compañía termina gastando bastante dinero en juicios, apelaciones y, como no, ejércitos de abogados en todo el mundo. ¿Y así de simple? ¿Con un acuerdo se pone fin a la guerra?

Este tipo de acuerdos no son tan simples y, al final, se ponen sobre la mesa muchos factores y compensaciones que no se suelen hacer públicas (al menos de manera oficial). En el fondo, estamos hablando de dinero y de barrer a la competencia, algo que tradicionalmente hemos vinculado a la innovación (hacer buenos productos) pero que, con el paso del tiempo, se ha convertido también en guerra en los juzgados para ver si dos productos se parecen mucho y se incumple alguna patente registrada en la forma de operar con un dispositivo o en su aspecto.

Frente a Apple, HTC era uno de los rivales más débiles de toda esta batalla (y de hecho su peso en el mercado se está retrayendo), por tanto, éste era un frente que, realmente, no tenía un rival estratégico al que batir y, por tanto, cuanto antes se zanjase este asunto, antes podría poner el foco en otros asuntos, como su lucha contra Samsung. Parece que ambas compañías podrían compartir patentes (Apple tiene miles de patentes registradas en EE.UU. frente a las 300 que tiene HTC), un punto en el que HTC es la que sale ganando porque podría utilizar a su favor algunas de las patentes relativas a usabilidad e interacción que posee Apple (y que han hecho de iOS una plataforma muy atractiva desde el punto de vista de la experiencia del usuario). Como contrapartida, aunque no se ha especificado nada, lo más probable es que HTC tenga que abonar a Apple cierta cantidad de dinero (se dice que entre 5 y 20 dólares) por cada terminal Android que salga al mercado (en concepto de compensación).

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Teniendo en cuenta la millonaria indemnización con la que condenaron a Samsung a finales de agosto (con un cálculo basado en sus ventas), para HTC el acuerdo puede ser, en términos generales, un alivio que le va a permitir centrarse en sus operaciones (con el extra de poder despreocuparse un poco de las patentes y los juicios) aunque éstas se van a ver gravadas por una compensación que, sumada a la que ya arrastran de Microsoft, podría suponer arrastrar un cargo de entre 10 y 25 dólares en compensaciones por cada terminal que llegue al mercado (un detalle que quizás podría apartar a HTC del mundo Android y acercarlo aún más a Windows Phone).

Por otro lado, el acuerdo de HTC con Apple, trae consigo dos detalles de gran importancia. Por un lado, muestra el cambio de espíritu en los de Cupertino que han pasado, con el tiempo, de querer borrar a Android de la faz de la Tierra (política de Steve Jobs) a intentar zanjar las batallas legales para centrarse en lo importante, la innovación (la visión de Tim Cook). Por otra parte, este acuerdo empeora la situación de Samsung en su enfrentamiento a Apple y, de la misma forma que Microsoft mantiene acuerdos con 14 fabricantes de dispositivos Android, no sería descabellado pensar que la situación termine canalizándose con una fórmula similar (a pesar de que Samsung posea artillería, mejor dicho, patentes con las que enfrentarse a Apple).

Los movimientos de pinza de Microsoft y Apple contra Android, es decir, contra Google, están consiguiendo acorralar a varios fabricantes de dispositivos Android y, en el caso de HTC, tras este acuerdo ¿les saldrá rentable desarrollar terminales teniendo en cuenta los gravámenes que van a sufrir? Si tenemos en cuenta que los terminales Android más populares son, precisamente, los más baratos (que están sustituyendo a los teléfonos móviles convencionales), ¿quedará margen suficiente como para obtener beneficios o tendrán que abandonar Android y buscar otras alternativas?

Desgraciadamente, esta guerra de patentes tiene ya su "siguiente gran combate", el que enfrentará a Apple contra Motorola, es decir, directamente contra Google; por tanto, esta guerra aún parece estar algo lejos de terminar.

Imagen: IntoMobile y Business Insider

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