You don't even know what you don't know

Marcad esta fecha en el calendario: viernes 18 de enero de 2013, ese día Fringe se despedirá con un capítulo doble de unas dos horas de duración. La quinta y última temporada cierra emitiendo su capítulo número cien. Hasta entonces seguiremos con nuestra particular despedida, comentando y resumiendo cada episodio de la serie creada por J. J. Abrams, Alex Kurtzman y Roberto Orci.

Cuidado, a partir de aquí spoilers.

Tras los trágicos acontecimientos de The Bullet That Saved The World nos encontramos con el equipo sobrellevando, como mejor pueden, la muerte de Etta. Hay varios juegos de espejos a lo largo de An Origin Story, Olivia y su reflejo en el espejo y en el televisor, Peter mirándose sin reconocer al extraño en el que se está convirtiendo. Un interesante punto que apunta hacia una narrativa arriesgada de cara a los próximos capítulos.

Sobre el tapate cuestiones que podrían servir para analizar, ya no solo a los personajes, sino todo el concepto de Fringe como serie de ciencia-ficción y para trazar una guía del desarrollo emocional humano. Cuando la serie analiza las emociones, y el impacto que ciertos hechos tienen sobre sus tres protagonistas, es cuando saca lo mejor de si misma. La muerte de Etta abre una vía hacia el dolor y la furia, hacia el amor y la necesidad, hacia la comprensión y el legado. Algunos personajes ya han recorrido esa vía, otros están descubriéndola, y hay uno que busca su propio camino cueste lo que cueste.

Interrogatorio y sabotaje

An Origin Story deja de lado la búsqueda de las cintas de Walter y nos plantea una trama de sabotaje. Los Observadores están recibiendo materiales desde el futuro, envíos que llegan a la ciudad a través de agujeros de gusano y que transportan piezas del sistema de degradación del aire que se está construyendo en Central Park.

La Resistencia quiere que Olivia y lo que queda del equipo les ayude a detener ese envío, pero Peter se plantea algo mucho más ambicioso, romper la conexión de manera definitiva. Anil, uno de los líderes de la resistencia, les explica que existe un dispositivo en forma de caja que usan los Observadores para los envíos. Peter intenta averiguar como funciona y para ello interrogará a uno de los hombres grises que el grupo de Anil logró capturar. El joven Bishop está convencido de poder descubrir la verdad a través de las reacciones físicas del Observador.

El plan es abrir el agujero de gusano, lanzar antimateria en su interior generando así un agujero negro que succionará todo lo que haya al otro lado. Un idea de Walter que podría retrasar durante años los envíos desde el futuro.

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Peter y Olivia realizan su parte, consiguen colocar la antimateria y cerrar la ruta de envío. Sin embargo, pocos segundos después la ruta vuelve a estar en funcionamiento. Todo su plan, todo su esfuerzo no fue más que una mera molestia para sus enemigos. Peter se siente frustrado, enfadado y confuso; en ese estado de agitación regresa junto al Observador para descubrir que en ningún momento tuvo el control de la situación.

Y en ese tramo final es cuando Peter empieza a caminar la senda, que décadas atrás caminó su padre. Un camino que no traerá nada bueno pero que a él, cegado por la ira y la pena, le parece el adecuado. Aprovecha la tecnología que el Observador tiene en su cerebro para implantarla en el suyo, un par de operaciones de cirugía chapuceras y dolorosas en absoluta soledad. Años atrás, un Walter cegado por el dolor cometió un osado y terrible error: viajar a otro universo para salvar a Peter. Un padre haría cualquier cosa por un hijo, aunque luego tenga que pagar las consecuencias el resto de sus días.

Este arriesgado e impulsivo movimiento por parte de Peter ¿ayudará a derrotar al enemigo? ¿terminará por separarle de Olivia? ¿podría provocar su muerte? ¿le transformará en uno de esos seres grises sin emociones? Esta es una historia sobre un origen.

Olivia, Peter y la cinta de cumpleaños

Cuando Etta desapareció siendo una niña pequeña, la relación entre Peter y Olivia se deterioró. Volver a perder a su hija en el 2036 provoca que cada uno lidie con el dolor a su manera, Peter planeando una venganza, Olivia manteniéndose ocupada. Ambos están devastados tras perder su segunda oportunidad de ser una familia. El dolor impregna cada mirada, cada silencio de An Origin Story; un capítulo intimista sobre la pérdida, la venganza y el duelo.

Walter le entrega la cinta del cumpleaños de Etta a Olivia para que recuerde lo que tenía con Peter, lo que eran, lo que podrían volver a ser; para que no se pierdan el uno al otro. Ella se ve incapaz de afrontar ese dolor, de dejarse llevar por las emociones pero acaba viendo la cinta momento en el que sus barreras se derrumban. Olivia llora al fin la pérdida/muerte de su pequeña, llora porque el dolor es abrumador, porque se está alejando de Peter, porque no quiere estar sola.

Peter no es consciente de lo que está haciendo, sus acciones son egoístas y poco meditadas. Solo piensa en vengarse y no ve que su pareja le necesita, aunque ella no lo verbaliza hasta el final. Deberían haber estado juntos viendo la cinta, deberían fundirse en un abrazo y llorar.

Durante todo el capítulo Olivia ve carteles de los Observadores por todas partes, hacia el final del capítulo descubre los carteles con el rostro de Etta como figura de la resistencia. La muerte de la joven no ha sido en vano, es un símbolo para los que luchan contra el invasor, su sacrificio es motivador para la resistencia. Se está librando una guerra, y en toda batalla hay pérdidas pero cuando muere alguien cercano debes seguir luchando para que su muerte tenga sentido, para conseguir el objetivo por el que lo dio todo.

Anna Torv y Joshua Jackson están excepcionales, transmiten una profunda melancolía, destilan desesperación, miedo y furia. En especial destaco el arranque furibundo de Peter en el tramo final del capítulo. Al mirarse en el espejo tras hablar con Olivia y escuchar un “Te Quiero” una oleada de sensaciones recorre su mirada.

Y ahora John Noble, el gran Walter Bishop se ha prodigado poco en An Origen Story, y aún así nos ha regalado dos momentos cargados de esa emoción intensa que solo él puede transmitir como el del perfume de Etta o la conversación con Olivia. La historia es cíclica, tiende a repetirse, Walter perdió a Peter, ahora Peter pierde a Etta. Nadie mejor que él para comprender el terrible dolor que supone la muerte de un hijo, por eso sabe por lo que está pasando Oliva, por eso le aconseja que se aferre a su pareja -algo que él no hizo su momento-. Walter es un experto del dolor y de la pérdida, lo que me parece increíble es que Peter, conociendo de primera mano la tragedia, no vea en sus actos una repetición de los actos de su padre.