Kickstarter, la popular web de financiación colectiva o crowdfunding, es una cuna de sorpresas y demostraciones de ingenio. Una de las últimas es la Ostrich Pillow, o 'almohada avestruz', una suerte de gadget analógico que promete ser el mejor aliado para siestas y descansos.
De origen madrileño, y siendo en su idea inicial un simple jersey del revés en el que meter cabeza y brazos, la Ostrich Pillow es la prueba de que no todo está perdido si mantenemos nuestra imaginación y sabemos arriesgar un poco. Y también si sabemos vender. Con estos ingredientes, los chicos de Studio Banana decidieron dar uso a ese jersey en el que meter la cabeza cual avestruz y desconectar del entorno para tener un mejor descanso. Se les ocurrió aplicarlo a las siestas y cabezadas propias del descanso en el trabajo, en la biblioteca, o de espera en el aeropuerto. Acertaron, y empezaron a llegar cada vez más peticiones de aquel primer prototipo que internet se encargó de convertir en viral. Eran mediados de 2011, y algo más de un año después, con más experiencia y un nuevo prototipo más afinado -y acolchado-, ha sido la penúltima revolución en Kickstarter. Si su nacimiento es español, sus creadores (del estudio de arquitectura Kawamura-Ganjavian son tan internacionales como su fama.
Y es que Maki Portilla-Kawamura y Ali Ganjavian, de origen hispano-japonés y británico-persa respectivamente, son dos de los inspiradores de esta idea tan absurda como genial, y que en definitiva tanto éxito ha tenido incluso antes de su comercialización. En su primera semana en la plataforma de financiación colectiva consiguió casi 70.000 dólares, el presupuesto deseado a conseguir en un mes. Hoy, a falta de un día para que finalice el plazo, ha obtenido casi 190.000, más del doble.
Telegraph, The Sun, Tech Crunch, The Next, Glamour Magazine... Medios y blogs de renombre han hablado sobre ella, y alabado sus bondades. Lejos de las fronteras españolas, donde la siesta es deporte nacional, aseguran que sí funciona, y que realmente aislan cabeza y manos (mente y cuerpo) para un breve descanso, sin necesidad de abandonar el escritorio o banco donde se encuentre, como afirma la página de Kickstarter. Internet ha vuelto a jugar un papel ya no clave, sino total. El boca-a-boca a través de blogs, redes sociales y agregadores ha sido la mejor (y gratuita) campaña publicitaria que ha necesitado la Ostrich Pillow.
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Podéis encontrar más información en la web de Ostrich Pillow en Kickstarter. Aún quedan unas horas hasta que mañana, 18 de octubre, finalice el plazo para apoyar económicamente la iniciativa y ser uno de los primeros compradores. Los envíos están estimados para diciembre. Si os hacéis con una, en la propia web animan a enviar fotos usándola. Y siempre podréis sentir que sois parte de la magia de la red. De cómo una idea absurda, y genial, cambió la vida de sus creadores.