Las protestas de Occupy Wall Street fueron un hito, pero también fueron una oportunidad maravillosa para fotografiar que muchos profesionales y amateurs aprovecharon al instante. Sin embargo, el departamento de policía de Nueva York no estuvo muy de acuerdo. Debido a los “desmanes” de los New York Finest, la National Press Photographers Association (NPPA) anunció que se unirá a una demanda multitudinaria iniciada contra el departamento de policía y la misma Ciudad de Nueva York por violaciones a los derechos humanos durante estas protestas.
La demanda fue iniciada por un grupo de fotoperiodistas y 5 concejales de la ciudad el pasado lunes, y los denunciados son, además de los 2 ya mencionados, la autoridad de tránsito metropolitana y el banco de inversiones JP Morgan Chase, que en 2010 realizó una donación de 4.6 millones de dólares a la policía de esa ciudad. Muchos fotógrafos fueron acosados durante las protestas, arrestados varias veces e imposibilitados de realizar su trabajo en la mayoría de los casos.
Stephanie Keith es una de las personas que se ha unido a la demanda, dado que fue arrestada dos veces y acosada mientras realizaba la cobertura de Occupy Wall Street. Según esta fotógrafa,
Me uní a esta demanda porque trabajando como periodista fui arrestada, arrojada al suelo, golpeada con palos y gritada por el departamento de policía mientras estaba haciendo lo que me requería mi trabajo. Vi a mis colegas siendo tratados de la misma forma. ¿Por qué los periodistas tienen que ser sometidos a acoso y trauma mientras están trabajando?
Los demandantes están buscando una compensación monetaria por daños, además de la asignación de un “monitor independiente” para que esto no vuelva a repetirse en un futuro. Más allá de las notorias violaciones a los derechos humanos que se produjeron durante la represión a la protesta, en gran parte pacífica, de Occupy Wall Street, nos encontramos con este grupo de trabajadores de prensa que no estaban involucrados con el movimiento pero que de todas formas fueron violentados por el departamento de policía de la ciudad.
En una clara violación de la libertad de prensa de estos fotógrafos –que sin dudas también sufrieron daños en sus equipos mientras estaban haciendo la cobertura-, esperamos que la ciudad de Nueva York admita que se ha equivocado y realmente pueda asignar a un equipo capaz de monitorear estas cosas en un futuro. Quizás será que al ser de Latinoamérica estoy más acostumbrada a ver este tipo de acciones por parte de entidades oficiales, pero ver que sucede en el “primer mundo”, en una protesta con tanta visibilidad como fue Occupy Wall Street, da esperanzas de que pueda ser tratado como corresponde.
Foto por Stan Walter