Este fin de semana volvemos al ya clásico ALTFoto edita tu foto, donde todos nuestros lectores pueden enviar una fotografía, tal cual ha salido de la cámara, para que hagamos una crítica y después la revelemos desde nuestro punto de vista, que es uno entre miles, pero que puede servir para que todos aprendamos a mirar de otra manera.

Hoy tenemos la suerte de contar con uno de nuestros más fervientes admiradores: Eduardo Herrero, de Madrid (España), que nos ha pedido permanecer en el anonimato. Veamos que nos cuenta:

Hola.

Muchas gracias por la posibilidad de poder aprender utilizando mis propias fotos y con los problemas que se me han presentado en la práctica. Me parece una idea brillante.

Os envío una foto que tomé en Huerta de Rey (Burgos), paseando en calesa con mi tío. Aunque suene tópico, no soy multitarea. La conversación filosófica de mi tío me absorbía y me quedaban pocas neuronas para pensar en cómo tenía que exponer la fotografía… Bueno, eso y que soy muy principiante, y no supe resolver este caso con tanto contraste.

Como resultado, la zona del cielo me quedó muy sobrexpuesta. Pensé que lo podría corregir fácilmente en el revelado, al haber disparado en RAW, pero los intentos que he hecho han quedado muy poco naturales.

Por otra parte, aunque me parece que la fotografía tiene algún potencial para hacerle una copia bonita a mi tío, no me acaba de gustar, me parece que no dice demasiado. No sé si algún encuadre o revelado particular puede hacerla ganar.

La fotografía tiene un punto de vista original, desde el puesto del conductor, o al menos al lado. Vemos a una pareja de caballos, de los que desconocemos su relación, llevando una calesa por la tierra burgalesa. La calesa es un medio de transporte, de cuatro o dos ruedas, tirado por caballerías, y con asiento o taburete delantero para el conductor y el acompañante, puesto que parece tener nuestro lector. Tiene además dos o cuatro asientos enfrentados para llevar viajeros. Hoy en día, ha quedado como reclamo para turistas en algunas de las ciudades del sur y como herramienta de trabajo en algunos pueblos. La verdad es que mucha gente tenemos muy buenos recuerdos cuando vemos uno por la calle o por el campo. Eduardo ha tenido la suerte inmensa de poder montar en uno propiedad de su familia, por lo que tenía más libertad para trabajar.

Veamos ahora una crítica constructiva, que no destructiva, de la fotografía que tenemos entre manos. La buena noticia es que al parecer puede volver cuando quiera a hacer la fotografía para corregir los posibles problemas que podamos encontrar. Pero tiene fuerza, la composición es de libro, y como confiesa que estaba más atento a la conversación que a la fotografía, se le pueden perdonar los fallos (por supuesto). Creo que podremos sacar mucho jugo a la imagen.

  • El gran problema es el enorme contraste del momento, que ha dado lugar a una notable sobreexposición del cielo. La exposición elegida ha salvado la zona de sombras. Es una de las tres opciones que se podían tomar, pero no fue la más acertada. También podría haber esperado otra situación, pero no fue así. Las otras dos son:

  1. Medir en la zona de luces, el cielo alrededor del sol, y subir la compensación de exposición de la cámara por lo menos dos puntos positivos. Esto hubiese provocado que las zonas oscuras se fueran al negro, con lo que se perdería totalmente la fotografía.
  2. Hacer lo mismo que en el punto anterior, pero disparar el flash para rellenar las sombras. La cámara que tiene Eduardo tiene flash incorporado. Y ese pequeño flash hubiese cumplido perfectamente el cometido de rellenar las sombras.

  • Con un punto de vista más alto, y un objetivo más angular, podía haber picado más la cámara para conseguir mostrar con más volumen a los caballos, evitar la zona más iluminada del cielo y ver más de ese camino que se pierde al fondo y que da tanta profundidad a la imagen. Otra ventaja de utilizar el angular es que las naves que se ven al fondo se verían aún más pequeñas y no llamarían la atención como ocurre ahora. Rompen un poco el carácter bucólico de la imagen, que por momentos me lleva a las películas de Kusturica o Nikita Mikhalkov, donde los protagonistas montan en calesa.

  • El revelado lo vamos a hacer con Adobe Lightroom. No va a quedar más remedio que recortar la imagen para librarnos del cielo quemado que se come toda nuestra atención. Todavía no sé si mantendré la proporción o apostar por un formato panorámico que de sensación de amplitud.

  • Subiré el valor de los caballos dentro de la fotografía, para convertirlos en protagonistas, dándoles más luz, junto con el camino que nos lleva con esas curvas, que son la clave del conjunto.

  • El cielo tendrá más contraste, sin caer en el pictorialismo, y los campos ganarán en color, gracias al uso de las curvas en Photoshop, programa donde terminaré de dar forma a esta fotografía.

Esta fotografía es un excelente apunte para tomar la imagen definitiva en otra ocasión. Felicidades al autor, sobre todo si como confiesa, es nuevo en este mundo de la fotografía.

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