Veo demasiada la televisión, cuando era pequeña mi madre me lo decía constantemente y es cierto. Por eso, tras visionar el piloto de Revolution, han acudido a mi mente cientos de referencias cinematográficas y televisivas, también alguna literaria. La carta de presentación de este drama post-apocalíptico, creado por J. J. Abrams y Eric Kripke para la NBC, está plagado de lugares comunes, repetitivos clichés y resoluciones previsibles. La lista de referencias es larga, encontramos ecos de series como Terra Nova, Lost, The Event, Jericho; de películas como The Postman y libros como The Hunger Games (Los Juegos del Hambre) de Suzanne Collins.

Revolution se estrenará el día 17 de este mes, pero el piloto ya se encuentra en la Red. Si habéis visto el tráiler no perdáis el tiempo viendo los 45 minutos que dura el episodio porque todo lo interesante está en el tráiler, lo demás es paja. Quizás por eso me aburrí tanto viendo el piloto, porque sabía de antemano lo que iba a pasar.

Alerta de spoilers

El histórico apagón

Todo comienza con Ben Matherson (Tim Guinee) llegando a casa e intentando comunicarse con su hermano Miles (Billy Burke) para avisarle de que algo grave va a suceder, al poco todas las fuentes de energía del planeta dejan de funcionar, un incidente que lo cambiará todo. Quince años más tarde nos encontramos con un mundo donde los móviles son un recuerdo, los coches ya no circulan por la carretera, las bombillas ya no tienen razón de ser y los aviones acumulan polvo en tierra. La sociedad ha retrocedido a un estadio medieval, cultivan la tierra, cazan de cuando en cuando y hacen lo posible por contentar a las milicias locales surgidas tras la caída del gobierno.

Ben vive ahora en un pequeño poblado, su mujer (Elizabeth Mitchell) dejó el lugar años atrás y nunca más regresó. Sus dos hijos han crecido, Charlie (Tracy Spiridakos) es una joven aventurera que desea explorar, ballesta en mano, el mundo que ha heredado, una Katniss Everdeen de mercadillo; Danny (Graham Rogers) es más tranquilo y apocado, tal vez porque padece asma y eso le limita bastante.

Un día la milicia del General Monroe, comandada por el Capitán Neville (Giancarlo Esposito), llega al lugar buscando a Ben y a Miles. Danny, armado con una ballesta, interviene para que no se lleven a su padre, las cosas se descontrolan y Ben recibe un disparo en el pecho. El Capitán Neville se lleva a Danny. Antes de morir Ben le dice a su hija que encuentre a Miles en Chicago. Charlie parte acompañada por Maggie (Anna Lise Phillips), la doctora del pueblo y pareja de Ben; y por Aaron (Zak Orth), un antiguo empleado de Google que perdió toda su fortuna tras el apagón. Este afable y asustadizo ex-millonario recibió de Ben un colgante que contiene una USB de vital importancia.

El viaje dura un suspiro, llegan a Chicago, entran en un bar y el camarero resulta ser - tachán - Miles. La milicia, que los había estado siguiendo, llega poco después. Tras una encarnizada lucha a espada, Miles decide unirse a Charlie en su búsqueda de Graham. Esto es, a grandes rasgos, lo que sucede en el piloto.

Vamos a destacar el cuidado aspecto visual de la serie. La recreación de un mundo donde la naturaleza crece salvaje y sin control está muy lograda, los paisajes son luminosos, verdes e infinitos pero aunque el mundo de Charlie exude belleza falta oscuridad a la hora de abordar los efectos socioculturales del apagón. Suponemos que no tuvo que ser fácil adaptarse a las nuevas circunstancias, y me hubiese gustado mucho ver esa transición. Este futuro distópico es demasiado gentil de cara a los supervivientes y, por momentos, resulta poco creíble.

Después de quince años sin energía la pregunta es ¿qué pasó? Ben sabía algo, puede que Miles también, por eso los persigue el general Monroe. Pero Revolution no busca resolver el misterio del apagón pretende contar la odisea de una reunificación familiar, narrar el viaje hacia el autodescubrimiento de un puñado de personajes y aventurarse en un mundo donde no se puede confiar en nadie. Sobre el papel esto queda genial pero puesto en escena hace aguas por todas partes.

Todo es demasiado obvio

El balance del piloto es negativo, un capítulo de 45 minutos bastante pobre que no aporta nada a lo ya visto en el tráiler y que, aún por encima, no propone nada nuevo a la larga lista de futuros distópicos que ya conocemos. La idea de la que parten es ambiciosa, aunque no es original ni está bien tratada porque el tono es demasiado amable, demasiado familiar. Ese fue el fallo principal de Terra Nova y la audiencia no se lo perdonó.

El capítulo debería servir para hacer una presentación de personajes decente, para dotar de coherencia a las acciones de los protagonistas y para enriquecer el contexto en el que se desarrollará la historia; pero no consigue ninguno de esos objetivos. No me extrañaría que la serie puliese sus defectos en capítulos venideros reduciendo el tono familiar y perfilando mejor a sus personajes.

Los personajes son tan arquetípicos que en cuanto aparecen en pantalla lo sabes todo sobre ellos y eso aburre. Ninguno de ellos tiene carisma o interés ¿para qué voy a ver la serie? ¿para saber si Charlie se liga al guaperas del arco?. Venga dadnos un poco de emoción, no es difícil crear buenos personajes, fijaos en Stargate Universe, Breaking Bad, Battlestar Galactica o The Good Wife.

Si a lo insoportables y predecibles que llegan a ser Charlie, Graham, Aaron, Miles..., sumamos que las situaciones son forzadas y que sus actos no tienen ningún tipo de sentido dan ganas de olvidarse de Revolution para siempre.

Hija de su padre

Antes tener a J.J como creador y productor ejecutivo de una serie era sinónimo de éxito, menuda cortina de humo. El amigo J.J no ha inventado nada nuevo pero ha sabido vender algunos de sus proyectos acertadamente. Hoy por hoy ya no cuenta con el favor del público y cada vez somos más escépticos y críticos con sus apuestas televisivas. Revolution es la nueva, nueva, nueva Lost y tiene guiños de Abrams por todas partes: aviones cayendo del cielo; Elizabeth Mitchell de Lost como madre de la protagonista, personaje que seguro reaparece; flashbacks, y un cliffhanger para cerrar el episodio. ¿Superará el sambenito de ser una creación de Abrams? ¿Olvidaremos el tufillo lostiano?

Yo no apostaría por ello ni por Revolution. Si la serie consigue unos datos decentes la NBC se la quedará pero yo no. Actualmente hay mejores series en emisión, nada me hace pensar que Revolution merezca la pena, si quiero perder el tiempo al menos hacerlo con gusto.

13 respuestas a “‘Revolution’: amalgama de tópicos y clichés”