Todas las atenciones iban hoy para el iPhone 5, pero Apple también ha renovado la gama iPod, concretamente el iPod touch y el iPod Nano. En esta ocasión os contaremos las primeras impresiones del nuevo iPod Nano, que tras su diseño extremadamente minimalista ha vuelto a tener similitudes con sus primeras generaciones.
Lo primero de lo que debemos hablar es del nuevo diseño. Como comentaba, la generación anterior se limitaba de forma exclusiva a la pantalla, el iPod nano era prácticamente una pantalla. Sin embargo ahora Apple ha alargado el diseño, ha añadido el botón Home y unas lineas redondeadas que recuerdan a la gama Lumia o a las primeras generaciones del iPod Nano. Este diseño alargado no está convenciendo a todo el mundo, entre los que me incluyo, pero el aspecto más negativo es su pantalla. Posee una pantalla de 2,5 pulgadas con una resolución es de 240x432, es decir, 202 píxeles por pulgada; una densidad de píxeles que se antoja muy inferior en la actualidad.
Otro aspecto que no termina de convencer es su interfaz, la anterior generación tenía una interfaz que simulaba una versión reducida de iOS. En esta actualización los iconos son redondeados y en mi opinión no encajan mucho con el _look&feel_ del resto de interfaces de la empresa de Cupertino.
Esta actualización del iPod Nano no está convenciendo a todo el mundo, pero no todo son aspectos negativos, a pesar de este controvertido aspecto, su reducido tamaño (38% menos) y su adelgazamiento lo hacen muy cómodo en la mano. Además la batería alcanza las 30 horas de reproducción de música, posee una capacidad de 16Gb, y podremos elegir entre siete colores diferentes.
En conclusión, la nueva actualización ha causado opiniones diferentes, quizás no sea un rediseño muy acertado para algunos y su punto más flaco es la calidad de la pantalla. Sin embargo, también tiene sus puntos positivos y desde luego, como dispositivo de reproducción de música cumple sobradamente su cometido.