Estos días se está celebrando en San Francisco (California) la bienal de arte ZERO1 en la que se muestran obras que combinan arte y tecnología y se desarrollan actividades alrededor de estas temáticas. Con la idea de arrancar este evento con fuerza, el artista conocido como ISHKY y el estudio de diseño Stamen decidieron sacar la bienal a los cielos de la había de San Francisco y desarrollar una actividad en la que se realizase la mayor instalación efímera del mundo. ¿Y qué fue lo que hicieron? En el día de ayer, en los cielos de San Francisco, Oakland, Berkeley o RedWood City se pudieron ver cómo varias avionetas escribían los 1000 primeros decimales del número Pi.
A lo largo de un trazado de más de 240 kilómetros, Pi in the Sky, que es como se llama este singular proyecto, consiguió pintar en el cielo los primeros 1.000 decimales del número Pi usando, con tal fin, cinco avionetas que realizaron un espectacular vuelo sincronizado para escribir los dígitos en el cielo (donde cada dígito tenía un largo de unos 800 metros). Las avionetas utilizadas pertenecían a una empresa especializada en realizar dibujos en el aire con fines publicitarios y éstas estaban equipadas con unos dispositivos de dibujo matricial con los que sincronizar el vuelo y, en cierta medida, funcionar de la misma forma que una impresora convencional (desplazarse y pintar puntos en cada línea).
Este proyecto tan singular tuvo su recorrido por Kickstarter y, aunque solamente recaudó un 20% del valor objetivo fijado, se ha llevado a la realidad y, además, pudo seguirse vía Twitter (donde se animó a los usuarios a compartir fotografías que sacaran desde tierra), a través de Facebook o a través de la web del proyecto (donde se han colgado muchas de las imágenes que han ido compartiendo los usuarios) puesto que, además del impacto visual, se perseguía la interacción con los usuarios.
Tras esta experiencia, ISHKY quiere dar un paso más y se plantea lanzar un satélite al espacio para que, desde su órbita, transmita una señal de radio con los dígitos del número Pi; un reto aún más complicado que el que acaba de realizar.