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Aunque solemos asociar los drones al ámbito militar y al espionaje, no siempre los vehículos aéreos no tripulados se utilizan con estos fines y, de hecho, cada vez son más las aplicaciones civiles en las que los drones toman un papel protagonista. Hace un par de meses conocimos el interés de la policía japonesa en el uso de cuadricópteros en misiones de evacuación y rescate y, la semana pasada, vimos cómo la NASA había usado drones para realizar el seguimiento del Huracán Leslie, dos ejemplos de uso no militar al que podemos sumar la iniciativa de Surf Life Saving Australia. Esta organización que, entre otras cosas, se encarga de las tareas de salvamento de los bañistas y surfistas que disfrutan de las playas australianas, ha decidido usar drones para patrullar las playas y detectar cualquier tipo de problema, por ejemplo, dar la alarma con la presencia de un tiburón.

Para cumplir este objetivo, Surf Life Saving Australia usará un hexacóptero dentro de unas pruebas piloto, que se desarrollarán en North Stradbroke Island, donde escrutarán las capacidades del UAV para validar este modelo de patrulla aérea que han estado diseñando. El dron que han seleccionado tiene una autonomía de vuelo de unos 15 minutos y una envergadura de 1 metro y, además, puede acarrear cámaras para realizar tareas de vigilancia de las playa. En el caso de detectar algún peligro o anomalía, también puede portar una sirena con la que alertar a los bañistas y surfistas de la zona y, en caso de que se pierda el control del aparato por cualquier causa, se le equipará con boyas para que no se hunda en el océano.

Según el responsable de Surf Life Saving Australia, este modelo puede solventar carencias de personal y puede ser muy efectivo a la hora de cubrir grandes franjas de terreno y, en el caso de que las pruebas resulten satisfactorias, el modelo podría aplicarse en todas las playas del país, dotándolas así de un sistema de vigilancia remota.

Si bien hay muchas playas que cuentan con socorristas que vigilan a los bañistas, en el momento que introducimos un sistema de vigilancia como éste, una de las primeras cuestiones que se ponen sobre la mesa es el tema de la privacidad. De hecho, este caso no está exento de polémica en este sentido y Brett Williamson, el responsable de Surf Life Saving Australia, defiende el modelo alegando que se trata de seguridad y no de intromisión de la privacidad, de la misma forma que se pueden emplazar cámaras de vigilancia fijas o pasa una patrulla de policía o un socorrista realizando una ronda de vigilancia.

Personalmente, la idea me parece bastante interesante y creo que el modelo puede tener mucho potencial para dotar de servicio de vigilancia a un mayor número de playas (puesto que no siempre se puede destinar personal a todas por falta de presupuesto). Aún así, creo que usar un dispositivo que solamente puede ofrecer 15 minutos de autonomía de vuelo es quedarse bastante corto y, quizás, tendrían que haber optado por buscar un UAV con mayores prestaciones para que permita realizar un ensayo mucho más real (sin tener que estar constantemente recargando el dron).

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