Uno de los detalles que más captaron la atención de los medios cuando se estrenó en el año 2001 la película Final Fantasy: The Spirits Whithin (dejando a un lado el argumento y su batacazo en taquilla) fue el modelado del personaje protagonista, la Doctora Aki Ross. Este personaje de animación (cuyo modelado ocupaba unos 300 MB) contaba con un pelo formado por 60.000 cabellos digitales con los que realizar movimientos realistas y ofrecer al espectador una sensación de "melena humana" (gracias a un arduo trabajo de computación) pero, dejando a un lado este ejemplo tan costoso, por norma general, los personajes de animación 3D basados en la digitalización de seres humanos nunca se han caracterizado por una gran reconstrucción del pelo o del vello facial; un detalle que Disney Research ha estado perfeccionando en un nuevo sistema de captura.
Cada vez es más habitual que un buen número de personajes de animación se construyan a partir de modelos basados en personales reales, mediante la captura de sus movimientos (recordemos a Andy Serkis y el personaje de Gollum en la trilogía del Señor de los Anillos de Peter Jackson) y también digitalizando sus caras y sus cuerpos. Sin embargo, aunque el vello facial (la barba, el bigote, las cejas...) tiene un papel importante en la expresión de cualquier persona (arquear una ceja, por ejemplo), los sistemas de capturas actuales no permitían incluir este tipo de detalles con mucha precisión.
El equipo de Disney Research, ubicado en Zúrich (Suiza), junto a la Universidad Cornell y Escuela Politécnica Federal de Zúrich han estado trabajando en un sistema de captura, basado en cámaras, con el que realizar el modelado de una cara y el vello facial presente en ésta con la singularidad de que, mediante un algoritmo, se puede realizar un modelo de la piel que está debajo del pelo. Esta reconstrucción realizada por computador permite a los expertos en animación eliminar el vello facial del modelo y obtener, automáticamente, un modelo de las zonas que no han podido ser capturadas directamente por la cámara.
El algoritmo de reconstrucción es capaz de detectar el pelo en las imágenes que se han capturado y reconstruir la piel que hay debajo mediante una aproximación estereoscópica (basándose en la superposición de las imágenes que se hayn capturado). En zonas con alta concentración de pelo (las cejas, el bigote, etc), el sistema realiza una aproximación de fibras de pelo y hacer que éstas encajen dentro de los datos que aparecen en las imágenes. Es decir, con este algoritmo se realiza la captura de las imágenes y ésta se procesan para realizar dos tareas: modelar el vello (ubicación y las fibras a insertar para obtener el volumen del sujeto) y, por otro lado, obtener un modelo de la cara desnuda (sin vello alguno).
¿El resultado? El resultado es algo que podemos ver en el vídeo de demostración y, la verdad, vale la penar echar un vistazo porque el modelo generado es francamente bueno.