Hace una semana hacía una pregunta en Twitter: ¿Me lo parece a mí, o Grooveshark está tocado de muerte? Apenas oigo nombrarlo últimamente. Inmediatamente, con varias de las respuestas, decidí que tenía que volver a probarlo. Grooveshark es un servicio de música que nunca me convenció, tal vez por las comparaciones con Spotify, donde toda la música está bien catalogada y la calidad de las pistas está garantizada.
Tras una semana de uso constante, he sacado algunas conclusiones que quiero compartir con todos vosotros, ya que Grooveshark no está ni mucho menos muerto, aunque la competencia con Spotify es indudablemente muy dura. He aquí las conclusiones a las que llega un usuario de Spotify tras una semana utilizando Grooveshark.
Interfaz
La interfaz de Grooveshark es una delicia. Construida en puro HTML5, aunque aun dependiendo de Flash para algunos de los elementos del reproductor, la interfaz es todo un ejemplo de lo que se puede hacer con la web hoy en día, y es que estamos ante una mezcla de reproductor y buscador en la que es realmente sencillo e intuitivo hacer lo que uno quiere. Desafortunadamente, y como veremos a continuación, las funcionalidades no están siempre a la altura, pero a la interfaz sólo la puedo calificar de muy buena.
Destacable es el hecho de que una vez que empezamos a escuchar música no hace falta parar. Podemos navegar por la librería, buscar canciones, añadirlas a favoritos, todo sin interrumpir la reproducción. De nuevo, todo un acierto, y un must en un servicio musical.
Está el aspecto de la publicidad, está bien, pero es que con eso se sustenta el servicio, y estoy seguro de que la mayoría prefiere ver la interfaz inundada de publicidad en favor de no tener que escuchar cuñas entre canción y canción. Dicho sea de paso, la colocación de la publicidad es casi siempre buena, está clara y no engaña al usuario como en otros sitios.
Servicio
Grooveshark se sustenta con publicidad gráfica en la interfaz, como hemos dicho. En este aspecto gana con creces a Spotify, donde además tenemos las molestas cuñas publicitarias. Esto puede parecer un aspecto bueno, y lo es, pero también podemos criticarlo, y es que una de las polémicas con Grooveshark ha sido siempre el beneficio que se lleva esta startup y el poco provecho que sacan los artistas. ¿Les renta ofrecer música “ilimitada” gratuitamente, y sin interrupciones? Parece que este es el motivo por el que se han visto obligados a echar el cierre en determinados territorios.
Volviendo a la idea, y a lo que nos afecta a los usuarios, es realmente sencillo registrarse, y podemos hacerlo a través de nuestra cuenta de Facebook o Twitter, algo que hoy todo el mundo tiene. Por supuesto, también podemos hacerlo evitando introducir nuestras cuentas en las redes sociales, algo que no se puede hacer en Spotify a día de hoy, donde es necesario utilizar Facebook.
Una vez dentro tenemos una librería musical muy completa en la que nos encontramos con un sinfín de música y muchas opciones para disfrutarla. Es posible, por ejemplo, añadir cualquier tema a nuestras listas personales, o incluso hacer scrobbling, un servicio muy de moda que enviará la información de reproducción directamente a Last.FM con el fin de que más tarde (y más tarde pueden ser años) descubramos qué escuchábamos hace tiempo.
Librería y calidad
Este es el aspecto más discutible de Grooveshark. La librería no deja de ser impresionante, pero su organización es realmente mala y por supuesto tiene las mismas carencias que otros servicios como Spotify. Bueno, las mismas no, ya que en ella se pueden encontrar “canciones prohibidas” (aquellas cuyos artistas o sellos no han autorizado) etiquetadas bajo un nombre incorrecto con el fin de que estén disponibles. Esto es un grave perjuicio para los artistas, que no sólo no están recibiendo dinero por las escuchas de sus trabajos sino que están viendo como sus canciones están publicadas sin su permiso.
El tema se agrava aún más sabiendo que la calidad no siempre es buena, y es que la librería de Grooveshark está compuesta por temas que sube el propio usuario (los millones de usuarios que lo utilizan). Esto desemboca en canciones con bajo bitrate, temas mal ripeados, y literalmente rotos, y todo tipo de problemas, por no hablar del etiquetado, que en la mayoría de los casos es incorrecto.
Esto dificulta encontrar discos, y hace que los mismos estén duplicados en muchos casos, aunque sólo por nombre: Casi siempre cuesta encontrar discos completos. Otro fallo es que en el 99% de los casos (no sé cómo explicar el otro 1%) los discos de varios artistas, como bandas sonoras, o compilaciones, no se pueden escuchar enteros a no ser que vayamos artista por artista o incluyéndolos en playlists particulares. Un ejemplo: Drive (Original Motion Picture Soundtrack)
Resumen y conclusiones
Intentaré hacer un resumen de todo lo dicho, utilizando + para destacar los aspectos positivos de Grooveshark y - para hablar de los negativos, es decir, aspectos en los que Spotify no tiene rival.
+ Interfaz HTML5 que permite navegar por todo el sitio sin dejar de escuchar música. + Posibilidad de crear cuenta de forma muy sencilla, conectando directamente con Twitter o Facebook, o introduciendo sólo nuestros datos. + Posibilidad de conectar cuenta con Last.FM y hacer scrobbling desde la misma. + Posibilidad de crear y manejar listas de forma sencilla e intuitiva, y también sin dejar de escuchar música.
- Calidad musical no garantizada. - Poca rentabilidad para sellos y artistas. - Librería mucho más desorganizada que en Spotify. - Dificultad en la búsqueda y escucha de discos, los cuales muchas veces están incompletos.
Como veis, hay aspectos positivos, como la impresionante interfaz y el hecho de que sólo haga falta un navegador para consumirla. El problema es que en todos los puntos positivos Spotify también saca buena nota, y en los negativos no podemos aprobar a Grooveshark, ya que por muy buena interfaz y opciones que tengamos, si lo que falla es en lo que se centra –La música–, no puede competir con el servicio sueco.
Las impresiones son sin embargo realmente buenas, y si se solucionara el problema de la calidad y organización musical, algo que a día de hoy parece imposible, no sabría con cúal de los dos servicios quedarme. Durante esta semana recopilé algunos temas en una lista de reproducción que espero os sirva para descubrir un servicio que merece la pena, y como a día de hoy no hay que elegir entre ambos, seguiré utilizando, aunque no creo que lo haga tanto como con Spotify.