Apenas un 20% de la información que se genera termina siendo procesada y forma parte de bases de datos estructuradas, es decir, solamente aprovechamos un 20% de la información que se genera para transformarla en conocimiento. Con la idea de aprovechar un mayor volumen de información y poder formular preguntas más complejas y ofrecer un mejor soporte a empresas y organismos cara a la toma de decisiones, surgió el concepto de Big Data para poder exprimir mucho más la información y, por ejemplo, usarla para desarrollar modelos predictivos y "mirar al futuro echando un vistazo al pasado". Gracias a este tipo de análisis, y los sistemas que se despliegan para soportarlo, estamos viendo cómo el Big Data puede ayudar a un equipo de rubgy a reducir las lesiones de sus jugadores o a mejorar el tratamiento del cáncer y, en el caso del Departamento de Policía de Los Ángeles a desarrollar algoritmos de prevención del crimen que sirvan para definir la ruta a realizar por sus patrulleros.

¿Puede predecirse el crimen? Dejando a un lado la película Minority Report de Steven Spielberg, el índice de criminalidad de una zona es un parámetro que puede medirse mediante el seguimiento de las denuncias y delitos cometidos en una zona geográfica determinada dentro de un intervalo temporal de observación. Si estos datos y su evolución se tratan con un software, podrían identificarse las zonas más propensas a que se cometan delitos y, por tanto, los focos en los que sería necesario actuar para disuadir a los que cometen estos actos.

Con esta idea, un grupo del Departamento de Policía de Los Ángeles (California) introdujo en un software (desarrollado por la start-up PredPol) los datos de los robos en coches y en casas de una determinada zona y se cotejaron con datos e informes relativos al comportamiento y datos sociológicos de los delincuentes que actuaban por la zona. ¿El resultado? El sistema ofrecía como resultado unos mapas de calor con las zonas más proclives a ser el escenario de un delito, una información que el Departamento de Policía utilizó para definir las rutas de las patrullas que recorrían la zona (y que están orientadas a que la presencia policial disuada a los que tienen intenciones de cometer un delito).

Estamos consiguiendo un punto de inflexión en la prevención de delitos. El sospechoso aparece por la zona en la que quiere actuar y ve coches patrulla y agentes que hablan con los ciudadanos, suficiente como para interrumpir su actividad

Fruto de esta nueva forma de análisis policial, el área bajo estudio (una zona del Valle de San Fernando con una población de 200.000 personas) experimentó una reducción de los delitos equivalente a un 25%, un dato que hace que pensar que, al menos, este tipo de análisis puede ayudar a mejorar la eficiencia de la policía y la gestión de sus recursos. De hecho, esta no es la primera prueba del software que realiza en entornos reales (las primeras pruebas se realizaron en Santa Cruz, California) y, en vista de los resultados, el Departamento de Policía de Los Ángeles parece que el departamento planea extender el uso a 6 áreas más de la ciudad.

Una manera muy interesante de usar la información y aplicar la tecnología para luchar contra el crimen.

Imagen: Technology Review y SFGate