Digg ha sido adquirido por Betaworks, creadores de Bit.ly, Chartbeat y otros productos bastante populares estos días. La cifra de la compra no es clara, pero el Wall Street Journal dice 500 mil dólares, TechCrunch asegura que es más. Las exactitudes, en este caso particular, son poco importantes, lo relevante es que en 2008 Google ofreció 200 millones de dólares y sus fundadores lo rechazaron.

Hoy Digg es solo una sombra de lo que fue hace unos años: uno de los sitios más visitados, nombrados y referenciados de la web, uno de los pilares de los "nuevos emprendedores" que nacieron de las cenizas de la burbuja del puntocom a inicios del siglo 21.

Digg es uno de los mejores ejemplos de cómo la soberbia del mundo de startups tecnológicas puede comerse a un proyecto que en 2007 o 2008 absolutamente nadie imaginaría que se estuviera cayendo en pedazos. Originalmente la idea de Digg era de "darle el poder a las masas", quienes por medio de votos elegían qué noticias debían estar en portada y qué noticias no. La idealización de la democratización de los medios y las noticias. Pero a medida que la empresa se hacía más grande, la comunidad pasó a segundo plano, hasta que traicionaron aquello que los hacía grandes.

Digg había creado algo muy único, una especie de simbiosis entre el sistema de promoción de enlaces, los sitios que promocionaba en portada y las personas que hacían los votos. Una participación en tres grandes niveles que significaba una cantidad inmensa de tráfico, tanto para Digg como para las webs generadoras de contenido que aparecían en portada. En el proceso, sus usuarios más activos eran referencia en un sector de información.

Gran parte de esa simbiosis murió con la versión 4.0 de Digg, claramente diseñada por comité y orientado a contentar a los inversores más que a los usuarios. Un acto de suicidio que marcó el final de lo que fue un gran sitio y sobre todo un gran ejemplo del poder de las masas.

¿Eres emprendedor y te va bien? Imprime la portada de BusinesWeek y ponla en tu escritorio. Úsala para recordar la importancia de la comunidad que tienes alrededor de tu startup. Recuerda que no siempre estarás arriba, que no siempre serás el ejemplo de todo lo bueno que se está haciendo en el ecosistema en que te desenvuelves. Que todos crecemos, que todos en algún punto u otro fracasamos y en ese momento, tener los pies en la tierra no solo será importante, será sumamente necesario.

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