Se prometía interesante la llegada de las tablets Windows 8 basadas en hardware ARM, pero Microsoft, de acuerdo con las declaraciones de distintos fabricantes asiáticos de tablets ARM, no está dispuesta a facilitar su implantación comercial. Que un sistema operativo propietario como Windows tiene unos costes asociados es evidente, y es lógico que la compañía cargue una licencia al usuario o al fabricante en caso de incluir el Sistema preinstalado. No obstante, la estrategia de el gigante del software podría ser bastante contraproducente para la adopción de estos sistemas, que incluso antes de su lanzamiento cuentan con gran aceptación entre fabricantes y levantan grandes expectativas entre los fans.

Durante el Computex Taipei, las charlas de VR-Zone con los representantes de los principales OEM de tabletas ARM confirmaban una tendencia preocupante; preguntando sobre las opciones de precios para las tablets Windows RT, la respuesta generalizada entre las compañías era que Microsoft cobra entre 80 y 95 dólares por las licencias de Windows RT, un precio bastante elevado para un sistema operativo móvil, prácticamente al mismo nivel que las licencias OEM de Windows 7 Home premium. Cuando se comenzó a hablar de los costes de Windows para las nuevas tabletas basadas en ARM, la idea más extendida es que Microsoft optaría por una estrategia mucho más relajada, cobrando cuotas reducidas inferiores a 40 dólares para ayudar a que la futura plataforma se haga un hueco en el mercado, pero tras las entrevistas con diferentes compañías, está claro que los de Redmond no quieren ceder en sus prácticas habituales, algo que puede dañar mucho sus propios intereses.

La principal consecuencia de estas licencias es que los dispositivos con Windows 8 ARM (Windows RT) no podrán competir a nivel de precio con las tablets Android, cuya licencia se otorga bajo los términos de GNU GPL2 — y Apache — sin coste para el fabricante. De acuerdo con las estimaciones de VR-Zone, con un coste de materiales relativamente elevado, las tablets basadas en Windows RT podrían terminar costando cerca de los 500 dólares en sus versiones básicas, bastante por encima de los especulados 300 dólares que se barajaban hace unos meses. Con tablets Android 4.0 con pantalla de 10 pulgadas y CPU doble núcleo partiendo de este último precio, el handicap para la plataforma de Microsoft es más que evidente. Será tarea de los propios fabricantes plantearse si están dispuestos a abaratar costes de materiales o reducir su margen de ganancia en aras de conseguir una plataforma comercialmente exitosa.

Tozudez o necesidad

Pero este coste de licencia asociado al sistema operativo tiene dos lecturas. La más evidente es la de un precio exagerado para un sistema móvil que encarecerá dispositivos que de otro modo competirían en el mismo segmento que otras plataformas, un punto de vista compartido probablemente entre fabricantes y usuarios que tenían grandes esperanzas hacia Windows 8 en su vertiente ARM. Por otro lado, la lectura obligatoria nos lleva por la ruta del desarrollador, que ofrece un sistema operativo prácticamente al nivel de su versión de sobremesa con la salvedad de la compatibilidad de aplicaciones, y además añade una licencia completa de Office 15, su suite ofimática. Teniendo en cuenta que la versión de escritorio de Office 2010 tiene un precio de 99 Euros para la licencia más sencilla, los 85 dólares que Microsoft pretende cobrar por Windows RT no parecen tan descabellados, y en cierto modo están justificados.

¿Por que Microsoft no ha producido una versión "Vanilla" de Windows RT sin Office? De acuerdo con los desarrolladores, el conjunto de Windows RT y Office es inseparable porque ofrece una experiencia sin la cual su sistema operativo no estaría completo. Lo cierto es que sin poder visualizar — que no crear — documentos de texto, hojas de cálculo o presentaciones Powerpoint por defecto podría ser crítica para muchos usuarios a la hora de elegir su tablet, pero si al lanzar el sistema operativo existen alternativas en el Marketplace, el impacto sería mucho menos evidente, y el ahorro — al menos para los fabricantes, lo que no se trasmite necesariamente al usuario final — importante. ¿Windows RT con Office, o licencia más barata? desafortunadamente la decisión no nos corresponde a nosotros.