La noche es oscura y está llena de terrores.

Tengo que decir que la segunda temporada de Game of Thrones ha sido muy buena, incluso notable pero no ha llegado al nivel de los diez primeros capítulos que pudimos ver el año pasado. ¿Por qué? Hay varios motivos la verdad, sin embargo la serie creada por David Benioff y D.B. Weiss sigue siendo de lo mejor que puede verse actualmente en la pequeña pantalla.

La serie necesita tomarse las cosas con algo más de calma para que tanto la expansión de su mundo como la introducción de los elementos fantásticos funcionen y cuajen entre el público. Game of Thrones sigue siendo un producto de máxima calidad que, para bien o para mal, siempre será comparado con la saga literaria que adapta. En mi opinión el fan lector puede disfrutar de la serie pero nunca lo hará al mismo nivel que alguien que no ha leído los libros porque nosotros sabemos que derroteros seguirán los personajes, aún así la serie ha iniciado una política de pequeños cambios para hacer la obra más accesible y la historia más compacta.

Alerta de spoilers

Del Muro a Qarth pasando por Los Siete Reinos

Está claro que el centro narrativo de esta segunda temporada era la evolución de la guerra de los Cinco Reyes (Robb Stark, Joffrey Baratheon, Stannis Baratheon, Renly Baratheon y Balon Greyjoy). Una guerra que nos ha llevado desde Desembarco del Rey hasta Harrenhal y desde las islas de Hierro hasta el campamento del Rey del Norte. La serie en este aspecto ha seguido fiel a su estilo: sangre, visceras y brutalidad. Además de traiciones, partos macabros, alianzas inesperadas y amores prohibidos.

Muchos frentes que abarcar, tal vez demasiados, y eso que no hablamos aún del Muro ni de Qarth; no sólo hay un exceso de escenarios también un exceso de personajes. Durante la segunda temporada han aparecido nuevos personajes, todos ellos relevantes, que se añaden a la larga lista de nombres que todos debemos conocer: Margaery Tyrell (Natalie Dormer), Brienne de Tarth (Gwendoline Christie), Melisandre (Carice van Houten), Davos (Liam Cunningham) y Stannis Baratheon (Stephen Dillane).

Game of Thrones ha crecido esta temporada y se ha perdido el equilibrio narrativo de la historia, la fluidez que disfrutamos el año pasado brilla por su ausencia y los saltos entre localizaciones y personajes aturden y llegan a ser confusos. La historia parece ir a trompicones y cuando empiezas a disfrutar del aperitivo de Harrenhal apareces, sin saber muy bien como, en el Muro. Ese ha sido el gran fallo de este año,en conjunto el relato parecía deshilachado, y en una serie como Game of Thrones, eso, molesta.

Dentro de la serie han aparecido dos pequeños spin-offs: las aventuras de Jon Snow más allá del Muro y el cabreo monumental de Daenerys por la pérdida de sus dragones. Sus tramas se estancaron y podrían haberse contado en un solo capítulo la verdad pero admito que me estremecí de placer cuando Ygritte (Rose Leslie) dice "'You know nothing, Jon Snow" y cuando los hijos de Daenerys demuestran su creciente poder. Incluso podríamos hablar de un tercero, las locuras de Theon Greyjoy en Invernalia, una trama que fue perdiendo fuelle a medida que avanzaba pero que gracias al actor Alfie Allen mantiene algo de interés porque su encarnación resulta tan repulsiva como atractiva y el dilema moral al que se enfrenta el personaje atrapa.

A mi manera

Los que hemos leído los libros hemos visto como la serie se emancipaba de la palabra escrita y tomaba sus propias decisiones, caminos narrativos que han ayudado a imprimir velocidad al relato y a perfilar mejor a algunos personajes. Cierto que algunas historias no se han contado y que algunos personajes no aparecen, eso nos permite explorar con más calma a los que si conocemos.

Este año hemos visto como Arya -magnífica Maisie Williams - servía a Tywin Lannister, las miradas de ella y la amenaza latente que representa este gran león dotaban a esas escenas de una tensión creciente. Gran decisión poner a estos dos juntos y dejarles conversar.

Otro acierto, juntar a Sansa con Shae, en los libros sucede pero más tarde. Ese movimiento nos da la oportunidad de ver aspectos de Shae que desconocíamos y le da la oportunidad a la joven Stark de tener alguien en quien confiar.

La batalla de Blackwater es diferente en los libros pero lo que hemos visto en pantalla no desmerece en nada al relato de Martin. Lo cierto es que resulta impresionante como realizaron el capítulo: efectos especiales, multitud de extras, lluvia que nunca puede faltar para reforzar el dramatismo de la batalla, vísceras y un "Fuck the King" para el recuerdo.

En Quarth a Daenerys le roban sus preciados dragones, eso hizo que la Targaryen sacara la rabia que lleva dentro y se dedicase a gritar y amenazar a todos el mundo, incluido Ser Jorah "el enamorado".

El pequeño gran Tyrion Lannister

Te voy a lastimar por esto. Un dia vendrá cuando pienses que estás a salvo y feliz y tu felicidad se convertirá en cenizas en tu boca. Y entonces sabrás que la deuda está pagada

Mediohombre, gnomo, enano, mono diabólico. Como ya sucedió con la primera temporada Peter Dinklage se ha hecho con el control de la segunda temporada de Game of Thrones.

Como Mano del Rey ejerce su poder sobre Desembarco del Rey (King’s Landing) y la corte del Rey Joffrey; ese es su sitio, el lugar al que pertenece. Este pequeño león disfruta con las intrigas, las mentiras, las puñaladas por la espalda, los planes a corto y largo plazo; Tyrion nació para jugar pero aunque es hábil no es más que un peón dentro de la gran partida que Tywin Lannister (Charles Dance) lleva jugando desde que se hizo con las riendas de su casa.

Por eso a pesar de todo lo que hizo por la ciudad y sus habitantes no será su valor ni su liderazgo el que sea recordado, nadie cantará canciones sobre Tyrion y su brillante plan para salvaguardar los muros de la ciudad. Todo el mérito se lo lleva Tywin, abuelo del rey y nueva Mano. Joffrey no será más que un títere en manos de un hombre cuya ambición no tiene límites. La batalla de Blackwater cambia su situación, de tenerlo todo pasa a no tener nada.

A Tyrion lo hemos visto enfadado, amenazante, ingenioso, brillante, asustado, enamorado y preocupado. Su trabajo era difícil: controlar a Joffrey y abofetearle de cuando en cuando, mantener a Sansa lejos de los sádicos instintos de su sobrino y a Shae de las maquinaciones de palacio, dialogar/medirse con Varys –gran personaje que ha crecido un poco más este año-, enojar y consolar a Cersei… vamos que no tenía un minuto libre. Por desgracia el odio de Cersei es tan grande que casi consigue acabar con su hermano durante la batalla, menos mal que Podrick Payne, el escudero fiel, estaba cerca y pudo salvarle la vida.

Seguro que Dinklage vuelve a estar nominado para todos los premios habidos y por haber, y seguro que vuelve a ganar alguno y lo cierto es que se lo merece porque no sólo interpreta a uno de los personajes más interesantes de esta gran saga épica sino que el actor consigue hacerlo cercano, creíble y memorable ya sea lanzando veladas amenazas como dirigiendo a las tropas o llorando abrazado a Shae.

Se acerca el invierno

El Norte se enfrenta a una gran amenaza y no estoy hablando del Rey Más Allá Del Muro y su gente, hablo de los caminantes blancos que se dirigen hacia el Puño de los Primeros Hombres, un ejército de zombies imparable e insensible que podría destruir Poniente. Mientras los hombres se preocupan por sus guerras fraticidas la más real de las amenazas regresa para reclamar su sitio en el mundo. El lema de los Stark nunca ha sido tan cierto, el invierno se acerca y trae muerte y oscuridad. Al otro lado del mar, Daenerys cría tres dragones que han hecho regresar la magia al mundo, una magia que Melisandre sabe aprovechar y que podría ser clave para la supervivencia de los hombres.

Detalles

Hay una serie de detalles de este segundo año que he disfrutado mucho como por ejemplo:

  • El hecho de que la corona le quede pequeña a Joffrey o el juego de sadismo que llevó a cabo con las prostitutas.

  • Cersei mostrándose vulnerable con Tyrion al hablar sobre la aparente locura y la evidente crueldad de Joffrey.

  • Jaqen H'ghar y sus conversaciones con Arya. Menudo personaje, tan inquietante como fascinante. Ya sabéis Valar Morghulis.

  • Cuando Tywin Lannister está a punto de entrar a caballo en la sala del trono el animal caga.

  • Volver a ver a Khal Drogo.

22 respuestas a “La guerra y el sexo dominan la segunda entrega de ‘Game of Thrones’”