Aunque AMD Trinity para ordenadores de sobremesa sufrirá muy probablemente un importante retraso, la versión para ordenadores portátiles, especialmente esos modelos de bajo consumo, son ya una realidad y se están ganando el beneplácito de los fabricantes y ensambladores de equipos. Pero AMD no quiere sólo aceptación, y busca competir de igual a igual con la plataforma de equipos ultraligeros de Intel, Ultrabook, con su propia versión de este tipo de laptop, los Ultrathin, que alguna compañía como HP ya ha comenzado a preparar. El fabricante de microprocesadores apuesta como es habitual por una política de precios agresiva y arriesgada para ganarse a ese sector de consumidores que considera excesivo el precio de los portátiles ligeros promocionados por Intel, aprovechando el menor coste de producción de sus APU de nueva generación con núcleos Piledriver y GPUs Radeon integradas de la serie HD 7000.

En estos momentos, y con contadas excepciones en modelos de primera generación, los Ultrabooks, que en principio tendrían que haber sido máquinas siempre inferiores a 1000 dólares, se producen en versiones desde los 750 hasta los 1500 dólares, con CPUs desde los más básicos Core i3 de doble núcleo a los potentes Intel Core i7 quad-core. AMD, consciente de que competir en términos de potencia contra los chips Ivy Bridge es virtualmente imposible incluso para su serie Trinity, propone a través de su director de Marketing de Producto Global John Taylor, una batalla comercial basada en el precio de los dispositivos, con un rango entre US$599 y US$899, donde los equipos de mayor coste utilizarán la más alta gama de los chips ULV de la firma. Los precios, sin embargo, son sólo orientativos, y corresponde a los ensambladores decidir si quieren o pueden respetarlos. Taylor apuntaba a cifras incluso inferiores, a partir de US$549 en el futuro.

Taylor entiende que tanto Apple con sus Macbook Air, como ensambladores de Ultrabooks aprovechando la popularidad y potencia de los chips Ivy Bridge, pueden llegar al mercado con precios superiores a los 900 dólares y seguirán atrayendo a los consumidores, por lo que el enfoque de AMD debe ser una vez más el valor, centrándose en el mercado "mainstream" donde se localiza el mayor volumen de ventas, impulsando su plataforma Ultrathin con una gran relación de rendimiento/precio. Jugando bien sus cartas AMD tiene una oportunidad única de hacerse con una parte del mercado que todavía no tiene dueño, e incluso de conquistar una porción concreta del mercado de los Ultrabook gracias a un rendimiento gráfico superior al de sus rivales, proporcionado por las GPUs con núcleos Radeon integrados en las APU Trinity. El mercado se va a poner interesante después del verano.

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