Fue en agosto del año pasado cuando Google anunció sus intenciones de adquirir Motorola Mobility por 12.500 millones de dólares, una operación de gran impacto sobre la industria de telefonía móvil que ha tardado en materializarse puesto que los de Mountain View han necesitado la aprobación de diversos organismos reguladores de todo el mundo. Parece que al final no se ha encontrado impedimento alguno y tras varios meses de espera Motorola Mobility es ya propiedad de Google. Motorola tradicionalmente ha sido un actor de gran peso en el sector y, de hecho, acumula un buen número de patentes que son un suculento plato para Google pero, desde un punto de vista histórico, el nombre de Motorola siempre llevará asociado un hito fundamental: haber sido la primera compañía en poner a la venta un terminal móvil, el Motorola DynaTAC.
A principios de los años 70 muchas compañías y operadores comenzaban a vislumbrar la necesidad de dotar de sistemas de comunicaciones móviles a los usuarios, principalmente a ejecutivos, representantes de ventas o altos cargos políticos y aunque ya se había trabajado en sistemas inalámbricos, como transmisores de radio portátiles, se buscaba un sistema que pudiese conectar al usuario con la red telefónica conmutada, es decir, con la red de telefonía fija. En busca de esta convergencia, muchas empresas comenzaron a trabajar en proyectos de I+D y a desarrollar prototipos de antenas transmisoras y terminales (la cadena completa de equipos necesaria en esta nueva red).
Dentro de este maremágnum de ideas y prototipos destaca una figura clave para el desarrollo de la telefonía móvil, Martin Cooper. Martin Cooper, poseedor del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en el año 2009 junto a Ray Tomlinson (que inventó el correo electrónico), trabajaba en 1972 como Director Corporativo de Investigación y Desarrollo de Motorola y por aquel entonces la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) debatía sobre autorizar o no a AT&T a instalar una red inalámbrica para ofrecer servicios de telefonía móvil. Lógicamente, el despliegue de esta red implicaba la fabricación de terminales y Motorola no quería quedarse fuera del negocio.
Motorola entró en la competición y le dio un plazo de 6 semanas a Cooper para fabricar un prototipo plenamente funcional. Martin Cooper, responsable del área de I+D de Motorola, fue el encargado de arrancar el proyecto y decidió confiar la dirección del mismo a Rudy Krolopp:
Marty me llamó a su oficina, en diciembre de 1972, y me dijo: "tenemos que construir un teléfono celular portátil". Yo le pregunté: "¿Qué diablos es un teléfono celular portátil?"
A principios de 1973, el equipo de Krolopp construyó un prototipo que pasaría a la historia por soportar la primera llamada realizada con un dispositivo móvil cuando Cooper decidió llamar a Joel Engel, su homólogo y competidor en los Laboratorios Bell de la AT&T (luego pasarían a integrarse en Lucent y, posteriormente, en la actual Alcatel-Lucent) para comunicarle que había ganado la carrera. El prototipo fue patentado por la compañía y en dicha patente se muestran los nombres de Cooper, Krolopp y de John Mitchell, antiguo responsable de la división de comunicaciones de la compañía.
Lógicamente, para que este terminal tuviese mercado primero debían desplegarse las redes de comunicación por parte de los operadores y, básicamente, el proyecto tardó unos 10 años en avanzar; un tiempo que se empleó en seguir trabajando en el dispositivo y en la concepción de un terminal comercial (un proyecto en el que se invirtieron más de 100 millones de dólares en I+D). Así fue como la compañía desarrolló el primer terminal móvil comercial de la historia, el Motorola Dynatac 8000x que fue el primer dispositivo móvil en obtener la aprobación de la FCC.
El Motorola Dynatac 8000x se lanzó a la venta en marzo de 1984 y, seguramente, muchos recordaremos por fotografías e imágenes de series de TV y películas de los años 80 (Wall Street por ejemplo) la forma y peso de estos terminales: 0,8 kg de peso y unas dimensiones de 33 cm x 4,5 cm x 8,9 cm (alto, ancho y grosor). Este "primer ladrillo" tenía un precio de venta de 3.995 dólares de la época y, básicamente, estaba orientado a un sector sociodemográfico de alto poder adquisitivo y altos cargos directivos de empresas o instituciones públicas entre los que caló muy bien y se vendieron, durante el primer año, 300.000 unidades.
Este terminal ofrecía al usuario una autonomía de unos 30 minutos de conversación y su batería podía mantenerse unas 8 horas en reposo tras haber estado 10 horas cargándola. Además, incluía una pantalla LED en la que se mostraban los números que se marcaban en su teclado de 12 teclas que era complementado por un teclado adicional de 9 teclas con funciones especiales para controlar el volumen o hacer rellamada al último número que había sido marcado.
A pesar de su precio, el terminal fue todo un gran éxito de la compañía y, la verdad, rentabilizaron los 10 años de trabajo y los 100 millones de dólares empleados durante su desarrollo. La lista de espera de clientes era enorme y llegaron a existir más de mil usuarios esperando a acceder a un Dynatac 8000x.
El 13 de octubre de 1983, siete meses después de su lanzamiento al mercado, Bob Barnett, antiguo presidente de Ameritech Mobile Communications (la primera compañía en ofrecer servicio de telefonía móvil a los usuarios estadounidenses), realizó la primera llamada de teléfono comercial de la historia (en una red tarificada) desde un Chrysler descapotable desde Chicago y conversó con el nieto de Alexander Graham Bell que se había desplazado a Alemania para realizar esta demostración.
Motorola aprovechó el tirón del Dynatac 8000x y siguió desarrollando nuevos modelos que hicieron crecer la familia con otros seis modelos hasta el cierre del proyecto en 1992.
Con la compra de Motorola Mobility por parte de Google, los de Mountain View adquieren a uno de los grandes tractores del sector de la telefonía móvil que tienen el honor de haber lanzado al mercado el primer terminal comercial de la historia.
Imágenes: Wireless Museum, Wired, Pressfire, Synaptic Nulship y Wikipedia