La quinésica o lenguaje corporal es la disciplina que se encarga de estudiar los movimientos corporales y gestos para darles un significado expresivo o de actitud y, por ejemplo, correlacionar nuestros movimientos y gestos para detectar que alguien está mintiendo o a partir de la expresión facial averiguar el estado de ánimo o identificar emociones. Igual que el polígrafo es capaz de detectar alteraciones fisiológicas en una persona que está mintiendo, en el MIT Media Lab han estado trabajando en el desarrollo de un algoritmo capaz de detectar que alguien está "forzando" una "falsa sonrisa en su cara".
¿Cuando nos enfadamos o sentimos frustración solemos sonreír? Según el MIT Media Lab, la gran mayoría de personas piensa que no suelen sonreír cuando están enfadados pero sus datos demuestran los contrario y, claro está, a veces la interpretación de los gestos o el lenguaje corporal nos puede llevar a error. Para intentar discernir una sonrisa que realmente lo es, y por tanto expresa alegría, de una que no lo es y parece más una forma de autodefensa para no mostrar un enfado real, un equipo del MIT Media Lab ha estado desarrollando un algoritmo de reconocimiento gestual capaz de realizar esta distinción tan sutil, que puede pasar desapercibida para el ojo humano, y de paso sentar las bases de una nueva generación de cámaras y sistemas de reconocimiento de gestos.
¿Y para qué puede servir un algoritmo de estas características? El MIT Media Lab lo tiene bastante claro y parte de la base que este algoritmo podría acercarnos mucho más a personas que sufren de autismo. Gracias a este sistema se podrían interpretar mucho mejor sus gestos y mejorar mucho más la comunicación e interacción. Sin embargo, un sistema de estas características también podría extenderse a otros muchos ámbitos y, por ejemplo, podría ser un inquietante complemento al polígrafo, y combinar información vinculada al lenguaje corporal y los gestos para detectar mentiras o incoherencias.
Afortunadamente, el sistema se centra únicamente en las sonrisas pero con el tiempo, otros investigadores desarrollen más algoritmos capaces de decodificar nuestro lenguaje corporal y que sirvan como base para la implementación de sistemas de detección y reconocimiento facial mucho más precisos que no solamente reconocerán nuestras caras sino que también podrán detectar nuestro estado de ánimo.