El cierre de Megaupload, las batallas judiciales orquestadas por las entidades gestoras de derechos de autor y la industria musical contra portales que ofrecían enlaces de descarga o legislaciones como la Ley Sinde, han provocado que el usuario haya vuelto a mirar al P2P como recurso para compartir y consumir contenidos digitales. Uno de los motivos que ha popularizado el uso de Internet y la proliferación de ordenadores y conexiones en los hogares, precisamente, ha sido el acceso a contenidos digitales a través de redes P2P como eDonkey2000 y aplicaciones como eMule (que algún que otro quebradero de cabeza han provocado a los administradores de red de algunas redes corporativas). Esta semana, eMule ha cumplido diez años en los que ha contribuido mucho a construir el Internet que conocemos hoy en día y que, tras el cierre de Megaupload, parece que el P2P va a vivir una segunda juventud.
Para conocer la historia de eMule tenemos que remontarnos unos años antes del 2002, concretamente al año 1999, época en la que Napster, creada por Shawn Fanning, se había convertido en uno de los servicios de moda y una fuente de acceso a gran cantidad de contenidos digitales (música en formato MP3). Napster fue la primera gran red P2P para compartir música con otros usuarios y se hizo muy popular entre los usuarios, todo lo contrario que ocurrió con las discográficas. Si bien el servicio llegó a alcanzar una cota máxima de 26,4 millones de usuarios en febrero de 2001, en julio de ese mismo año un juez sentenciaba a favor de la RIAA y obligaba a Fanning a desconectar los servidores de Napster.
Napster era un servicio que dependía de una infraestructura centralizada y, por tanto, cortar de raíz este servicio centralizado desarmaba por completo la posibilidad de compartir archivos entre los usuarios. Lógicamente, el siguiente paso era buscar redes descentralizadas y así fue como nació Gnutella, que utilizaba la "inundación" de consultas para buscar otros clientes y cursar las solicitudes pero el protocolo no estaba optimizado y los resultados ofrecidos eran muy pobres o insuficientes porque se intentaba buscar en toda la red.
Buscar una infraestructura descentralizada pero sin tener que realizar búsquedas en toda la red fueron los dos puntos de partida de la red eDonkey2000 (que nació el 6 de septiembre de año 2000) y estableció un esquema de múltiples servidores (red descentralizada) con la particularidad de que los usuarios únicamente tenían visibilidad con los usuarios conectados a su mismo servidor (evitándose así tener que realizar búsquedas muy grandes que podían dar timeouts en su respuesta). Además, si alguno de los servidores era retirado (por avería o por cierre), los usuarios tenían la oportunidad de cambiar de servidor y seguir conectados al servicio.
La red eDonkey2000 comenzó a evolucionar en el año 2002 hacia una red escalable y totalmente descentralizada que permitiese a los usuarios alcanzar toda la red y, por tanto, a todos los usuarios independientemente del servidor al que se habían conectado. El 13 de mayo de 2002 fue cuando nació eMule, un cliente de código abierto desarrollado en C++ por Hendrik Breitkreuz (Merkur) al que no le convencía el cliente original de eDonkey2000 y que, junto a otros desarrolladores que se unieron al proyecto, publicó la primera versión de la aplicación (la 0.02) el 6 de julio del mismo año en SourceForge.
A la vez que evolucionaba la red eDonkey2000 para adoptar un esquema totalmente descentralizado, eMule evolucionaba también para ofrecer esta funcionalidad. En el año 2004, se implementó el protocolo Kademlia que introdujo un punto de inflexión que acercó la red al esquema descentralizado al introducir las tablas de hash distribuido (DHT) que permitían, precisamente, conocer si un archivo estaba disponible en toda la red y, por este tiempo, eMule ya era utilizado por más de dos millones de usuarios y junto a BitTorrent se coronaba como uno de los pesos pesados en el campo del P2P.
Con el paso de los años y algunos cierres de servidores derivados de alguna que otra denuncia, eMule ha ido perdiendo algo de peso aunque aún sigue siendo un proyecto activo con un buen número de usuarios que lo utilizan de manera activa (aunque no al nivel de antes). Aún así, quizás el cierre de Megaupload y la actitud conservadora de algunos cyberlockers vuelve a colocar el P2P dentro del foco de la mayoría de usuarios como fuente en la que encontrar y compartir contenidos digitales y, tras 10 años de vida, eMule sigue estando presente para abrirnos la puerta y acceder a ellos.
Imágenes: Brocco Lee y Muy Computer