Investigadores de la Universidad de Glasgow han desarrollado un proceso llamado reactionware y el cual utiliza impresoras 3D caseras para crear farmacias personales, que en teoría, serían capaces de imprimir medicamentos desde el hogar.
Con una impresora 3D casera (estilo Makerbot o RepRap) y software open-source el equipo de investigadores logró imprimir reactionware: pequeños vasos contenedores para reacciones químicas, fabricados con un gel de polímero que se seca a temperatura ambiente (después de ser impresos). Las impresoras caseras utilizan plástico ABS, pero en cambio, el grupo de investigadores utilizó este gel para añadir otros componentes químicos y logrando así el integrar la reacción química a la fabricación de la píldora en sí.
Aparentemente este proceso es muy común en ingeniería química de gran escala, reactionware simplemente escala a nivel casero la fabricación de estos pequeños contenedores que por el momento solo son creados en laboratorios.
El Profesor Cronin de la Universidad de Glasgow considera absolutamente posible que la tecnología de ingeniería química profesional se convierta en algo más accesible, y aún más importante:
...podemos utilizar las impresoras 3D para revolucionar el acceso a la salud en el mundo en desarrollo, permitiendo que los diagnósticos y el tratamiento sucedan de una forma más eficiente y económica a la que sucede ahora.
Tal vez con la introducción de un software cuidadosamente controlado estilo apps, similares a las de Apple, podríamos ver a los consumidores accediendo a un diseñador de medicinas personales para que fabriquen las medicinas que necesitan, desde su hogar.
Actualmente ya existe una iniciativa llamada Aerovax Drug Delivery System creada por José Gómez-Márquez en MIT. Básicamente a lo que se dedican es a hackear la tecnología de salud, desarrollando medicamentos que pueden ser inhalados, modificando smartphones para que funcionen como unidades epidemiológicas y produciendo mediKits; una especie de herramientas legoificadas para doctores -- pensados en especial para asistir a aquellos trabajando en condiciones precarias y con bajos recursos. Para conocer más detalles acerca del desarrollo de herramientas DIY para la salud, visita el maravilloso proyecto Little Devices.
Reactiveware y little devices son maravillosos ejemplos de las posibilidades que la fabricación personal y la creación de tecnologías de bajo perfil ofrecen para mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, la disrupción que provocan -- como todas las verdaderas innovaciones lo hacen -- sin duda generarán una respuesta por parte de una de las industrias mas agresivas en cuanto a la protección de propiedad intelectual se refiere: la industria farmacéutica.
No es una casualidad que mientras se desarrollan novedosas tecnologías para facilitar y abaratar el acceso a medicamentos y a la salud en general, al mismo tiempo sea negociado un peligroso tratado de propiedad intelectual que pretende perpetuar la existencia de monopolios farmacéuticos. Se llama TPP.
Imagen ntr23 y little devices