Hace más de un año, Google presentó un servicio vinculado a la nube que me pareció muy interesante: Google Cloud Print. Con este servicio, Google ofrecía a los usuarios la posibilidad de conectar sus impresoras a la nube (compartiendo la impresora mediante un cliente instalado en su equipo de escritorio) para tenerlas disponibles desde cualquier ubicación y mandar, en remoto, la impresión de documentos. Lógicamente, para poder usar Google Cloud Print necesitábamos tener una impresora y un equipo encendido en casa, en nuestra oficina o en casa de nuestros amigos para compartir el recurso de impresión; un escenario que no todos los usuarios tenían disponible. Google ha resuelto esta limitación en Estados Unidos añadiendo el servicio de impresión de las oficinas de FedEx a las cuales los usuarios podrán enviar sus trabajos.
Una de las ventajas de Google Cloud Print era la abstracción del usuario de la instalación de drivers (el servicio soporta impresoras de Canon, Epson, Kodak y HP), es decir, el usuario vería el pool de recursos de impresión que tiene disponibles (vinculados a su cuenta) sin preocuparse de la configuración más allá de instalar el servicio (algo especialmente útil en dispositivos móviles Android o en los Chromebooks con Chrome OS). Con esta mejora, Google añade un factor muy interesante al esquema del servicio puesto que ya ni tan siquiera es necesario tener una impresora para poder imprimir.
Con este nuevo escenario, al menos en Estados Unidos, alguien que tenga que salir de viaje y se olvide en la impresora de la oficina los documentos a presentar en la reunión (algo que nos ha pasado a más de uno), podría enviarlo al servicio de impresión de FedEx (una empresa de mensajería muy popular en Estados Unidos que dispone de 1.800 oficinas en el país) y recogerlo en la oficina más cercana presentando un código numérico identificativo (que serviría para imprimir el trabajo y recogerlo). Quizás pueda parecer a simple vista que Google no ha innovado demasiado con esta mejora, de hecho existen servicios a los que podemos enviar nuestras fotografías o incluso nuestros modelos tridimensionales para imprimirlos en impresoras 3D. Aún así, creo que este movimiento de Google es muy importante porque abre Google Cloud Print a todos aquellos que no tenían impresora, eliminando este requisito que, para muchos, podía ser una barrera de entrada.
Dicho de otra forma, con esta alianza, Google Cloud Print se convierte en un servicio de impresión en la nube que abre la puerta a que los usuarios tengan siempre disponible una impresora independientemente de su ubicación (porque siempre pueden acudir a uno de estos establecimientos a recoger el documento impreso). Bajo mi punto de vista, Google ofrece al usuario un modelo de outsourcing de impresión muy utilizado en el sector empresarial, el del pago por copia impresa, además de una gran disponibilidad geográfica.
¿Es este un primer paso para la disminución del parque de impresoras instalado? No creo que esta idea vaya a suponer un punto de inflexión para el mercado de la impresión (quizás el libro electrónico pueda tener más empuje), sin embargo, la disponibilidad y la movilidad son dos factores que esta idea potencia y que podrían tener una gran acogida entre los usuarios (aunque requiere la negociación con partners de manera local, algo que retardará bastante la extensión del modelo a otros países).