Seguro que la mayoría de los que entra a este blog tiene conocimientos sobre armas de ciencia ficción de todo tipo, sin embargo el producto desarrollado por científicos japoneses no pertenece a un mundo fantástico. Se trata de una pistola que puede disminuir la capacidad de hablar en personas que se encuentren a una distancia menor a 30 metros.
El dispositivo presentado funciona de manera muy simple y puede recrearse de forma casera. Consiste en un micrófono direccional que apunta en el mismo sentido que una serie de parlantes que también son direccionales. Con estas piezas de hardware básicos toman tu propio audio y te lo reenvían agregándole antes una demora de 0,2 segundos. De esta forma uno pasará a escucharse con un pequeño delay, entorpeciendo la capacidad de generar oraciones comprensibles y de gesticular las palabras con propiedad. La técnica no tiene repercusiones físicas que causen daño más que la frustración que genera la incapacidad de comunicarse en lo que los médicos llaman Delayed Auditory Feedback. El concepto existe hace mucho, de hecho hay distintas aplicaciones para ordenadores de escritorio que permiten testerlo (sin pistolas por ahora) y hasta una app para iPhone, variantes de técnicas como estas se han usado en muchas terapias para mejorar dicción.
Por lo que describen el arma imposibilita eficazmente la construcción de frases coherentes pero no puede hacer nada contra gritos o sonidos de la audiencia que requieran atención. Según lo que presentan, el uso de esta herramienta está pensado para mantener el silencio en espacios públicos como bibliotecas u hospitales pero también permitirá utilizarlo para ordenar discusiones que generalmente vayan subiendo de temperatura debido a la imposición de una palabra sobre otra. Esperan que utilizando esta herramienta puedan facilitar la resolución de conflictos gracias a obligar a respetar los turnos para hablar, sin haberlo probado me animo a asegurar que conseguir este último punto será lo más difícil.