Desde que se lanzó al mercado hace 40 años el primer microprocesador, el Intel 4004, hasta nuestros días; estos dispositivos han evolucionado en capacidad, velocidad y prestaciones a un ritmo exponencial, sin embargo, uno de los problemas que siempre se han encontrado los ingenieros es el consumo de estos dispositivos, un factor limitante en aplicaciones móviles o en entornos en los que es necesario controlar mucho el consumo, por ejemplo, en satélites o vehículos espaciales. El desarrollo de dispositivos mucho más eficientes, desde el punto de vista energético, es una de las líneas de trabajo por la que están apostando muchos fabricantes y diseñadores y, entre todos ellos, ARM nos ha acaba de sorprender con un importante sprint al presentar el que dicen que es el procesador de 32-bits más eficiente del mundo, el ARM Cortex-M0+.

ARM, desde hace bastante tiempo, está a la vanguardia en el diseño de procesadores energéticamente muy eficientes, de hecho, son componentes habituales en smartphones y tabletas pero, tal y como comentábamos, existen otras muchas aplicaciones en las que la potencia es un factor crítico de diseño y la reducción del consumo es un parámetro a cumplir escrupulosamente en sistemas empotrados, sistemas de control para vehículos o equipamiento médico. Pensando en estas aplicaciones críticas, ARM ha diseñado el Cortex-M0+, un procesador de 32-bits (con un tamaño de transistor de 90 nanometros y un encapsulado de 1mm x 1mm) que consume la friolera de 9µA/MHz y con el que pretenden ofrecer un consumo extremadamente bajo y gran capacidad de proceso.

¿9µA/MHz? ¿Es mucho o es poco? Si tenemos en cuenta que un procesador de 8-bits suele consumir 3 veces más, que un procesador de 32-bits consuma esto abre la puerta a todo un mundo de posibilidades puesto que se podrían diseñar dispositivos que, gracias a la integración de este procesador, podrían utilizar baterías más pequeñas o baterías de mayor duración.

Como es sabido, ARM no fabrica directamente estos dispositivos sino que, tras su diseño, firma acuerdos con fabricantes para que éstos obtengan una licencia de fabricación, explotación y distribución. En el caso del nuevo Cortex-M0+, ARM tiene acuerdos con Freescale Semiconductor y con NXP Semiconductors que serán los primeros en fabricar y, por tanto, comercializar este nuevo procesador que, según ARM, estaría destinado a implementar dispositivos orientados hacia lo que se denomina el "Internet de las cosas", es decir, la conexión a la red de todo tipo de dispositivos que forman parte de nuestra vida cotidiana:

Con nuestra experiencia en tecnologías de bajo consumo, hemos trabajado codo con codo con nuestros Partnets en la definición de este nuevo procesador para asegurar que puede sustentar los dispositivos de bajo consumo de hoy en día mientras, también, se abre la puerta a los potenciales benecificios que aportará el Internet de las Cosas

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