Ya hemos proclamado por aquí repetidas veces nuestro amor por Wunderlist, un gestor de tareas sencillo, bien diseñado y muy efectivo cuya única y principal flaqueza quizá sea tener una serie de aplicaciones móviles que no le hacen justicia. El estudio desarrollador detrás del mismo es 6Wunderkinder que hace tiempo y envuelto en mucho secretismo anunció que ya preparaba una versión evolucionada de Wunderlist, llamada Wunderkit que revolucionaría la gestión de tareas tal y como la conocemos. Hace una semana se lanzó la beta privada y a día de hoy ya está disponible para todo el mundo, con las respectivas versiones para iOS y para Mac complementando a la versión web.

La pregunta inevitbable es ¿Lo han conseguido? La respuesta es que a medias. Wunderkit es sin duda el gestor de tareas más social y más innovador que he probado en bastante tiempo, por otro lado, después de probarlo de manera intensiva tengo la sensación de que se han quedado completamente a medias, en algo que no es el concepto meramente tradicional de una lista con ítems que vamos tachando según lo completamos pero tampoco aprovecha todas las posibilidades que las funcionalidades sociales pueden aportarle.

Hay que pensar en Wunderkit como una mezcla de Twitter, con su propio sistema de seguidos y seguidores, el existente Wunderlist y algunas aplicaciones para gestionar y dinamizar equipos como Yammer o SocialCast. Podemos crear diferentes espacios según la actividad en concreto, yo por ejemplo tengo creado uno para la Universidad, donde voy volcando con un compañero tareas, asuntos pendientes, fechas de exámenes, notas, apuntes, ideas… otro para un viaje próximo y otro para la lista de cosas que hay que comprar compartido con mi compañero de piso, para todo eso sirve Wunderkit.

Cada espacio se divide en un Dashboard, donde aparece toda la actividad y la información del mismo, tal como seguidores y si es privado o público, Tareas, donde podemos crear y ver las tareas que otros miembros del espacio han creado y Notas donde podemos apuntar cualquier cosa relacionada con el proyecto. Cualquier cambio aparece en el dashboard, ya sea una tarea, actualización de estado, o nueva nota, así, al entrar al proyecto nos podemos poner rápidamente al día de los cambios realizados y el avance y el progreso que han podido hacer otros miembros del espacio.

Es cierto que Wunderlist ya incluía opciones colaborativas, cualquier lista podía ser compartida con cualquier persona y eso es, probablemente y junto con lo confuso de la interfaz, el principal problema de Wunderkit, y es que, realmente, no incorpora nada que no hayamos visto ya. No es ni mucho menos una mala herramienta, y probablemente más de uno le encontréis buen uso, pero en líneas generales no se justifica el aumento de opciones y de complejidad del programa cuando el 90% de los usuarios lo que necesita es una lista de tareas que apuntar, completar y como mucho compartir con otras personas.

Para hacernos una idea, el vídeo explicativo dura 5 minutos, en realidad, si necesitas más de uno para explicar el funcionamiento de lo que sea, lo estás haciendo mal. La primera vez que entras a Wunderkit la sensación es de caos, de complejidad y de que demasiadas cosas están teniendo lugar, algo bastante alejado del concepto zen y de tranquilidad que una aplicación destinada a la productividad debería transmitir.

¿Para quién puede ser útil? Dado que se hace mucho hincapié en que los espacios deben ser públicos, en mi opinión, a pesar de lo que podría haber sido un increíble potencial Wunderkit se queda reducido a nichos muy concretos. Como se apunta, puede servir por ejemplo a una banda que quiera mantener informados a los fans de cómo va el trabajo en el nuevo disco, a un escritor para hacer partícipes a los lectores del avance del nuevo libro o incluso para desarrolladores de aplicaciones que quieran mostrar el trabajo en las diversas actualizaciones, compartir tips y mostrar la lista de cambios pendientes en las tareas de cara a la nueva versión. No es que esté mal, pero se aleja bastante de ese concepto revolucionario que tanto prometía y que muchos esperábamos.

Wunderkit te gustará si Wunderlist se te queda corto o si quieres llevar a cabo un proyecto de manera colaborativa entre muchas personas y mediante un flujo de trabajo bastante específico que te viene impuesto casi por la aplicación. Para todo lo demás, hay opciones mucho mejores, sobre todo para los que nos gusta alejarnos del concepto más rígido del GTD y ordenar nuestras tareas con un poco más de libertad, Wunderlist, Evernote, Toodledo, Google Tasks o Remember the Milk son algunas de ellas.

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