El reglamento de la Ley Sinde no ha sido aprobado en el penúltimo Consejo de Ministros del Ejecutivo de Zapatero que ha tenido lugar esta mañana. Tras el primer intento fallido de aprobación de la semana pasada, hoy el Real Decreto sobre la norma volvió a la mesa de los ministros, gracias al absoluto apoyo del Partido Popular y a la cansina insistencia de la ministra de Cultura Ángeles González Sinde, artífice de la medida, donde se debatió acaloradamente el asunto ganando la contienda los miembros del Ejecutivo contrarios a esta burrada legislativa.

Aunque José Blanco, Portavoz del Gobierno y titular de Fomento, no ha querido soltar prenda, según diversas fuentes él junto al ministro de Justicia y el de Industria han protagonizado un acalorado enfrentamiento con Sinde argumentando para frenar la aprobación el desgaste político que supondría para el PSOE hacerlo, la fuerte oposición a la Ley Sinde de una parte importante de la ciudadanía y los posibles problemas legales ya que según el Artículo 21 de la Ley de Gobierno este solamente puede aprobar durante el traspaso de poderes medidas urgentes (a todas luces la Ley Sinde tiene poco de urgente). Finalmente ante tremenda bronca, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno y quien al parecer en un primer momento se mostraba favorable a aprobar el reglamento, habría intervenido para calmar las aguas decidiendo no dar luz verde al Real Decreto.

Ahora bien, esto no significa que la Ley Sinde esté muerta ni mucho menos.

Por un lado todavía falta un último Consejo de Ministros del Gobierno en funciones al que Sinde podría volver a llevar el asunto, con el apoyo y presión del Partido Popular, para otra vez intentar aprobar el reglamento mediante Real Decreto. Por el otro, aunque en el mejor de los casos el supuesto descrito no ocurriera, el PP tomará los mandos del país el 22 de diciembre y es seguro que primero aprobarán el reglamento en Consejo de Ministros y después lo ratificarán en el Congreso (donde tendrán mayoría absoluta) ya que han manifestado publicamente su apoyo a la medida.

¿Qué ocurrirá entonces? Pues sea quien sea el que termine poniendo en marcha la Ley Sinde, lo que está claro es que una vez activa tendrá numerosos efectos indeseados ya que es una chapuza, como bien hemos explicado en anteriores ocasiones. Por ejemplo introducirá una fuerte inseguridad jurídica en la regulación de Internet, dificultando la imprescindible actividad de los emprendedores en estos momentos de crisis. Para ilustrar la afirmación, otro ejemplo: gracias a la Ley Sinde una Comisión Administrativa -formada por gente elegida a dedo desde Cultura- podría presentar petición de cierre contra este mismo blog a causa de X comentarios que enlazaran con contenidos ilegales que el juez muy probablemente terminaría aprobando al no haber formado parte del proceso de determinación de culpabilidad y contar con el tiempo justo para ratificar.

Estaremos atentos a cómo vayan evolucionando las cosas. Mientras, desde aquí seguiremos apoyando todas las medidas ciudadanas de presión y protesta contra la Ley Sinde, como la última que espontaneamente surgió ayer articulada a través del hashtag de Twitter #RedResiste junto al documento de mismo título y diversos medios apuntan ha contribuido a que no se aprobara hoy el reglamento.

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