General Motors, en realidad una subsidaria de una de las empresas de coches más grande del mundo, OnStar, está haciendo las primeras pruebas para introducir videoconferencia en coches, y esta de vez de verdad.
En concreto están desarrollando una aplicación compatible con Skype para el ordenador de abordo, que junto a una cámara en el salpicadero de gran angular, permite hacer videoconferencias con otra persona conectada a internet.
Están usando las redes LTE que tanto han proliferado durante el último año en EE.UU., capaces de conectarse a velocidades de hasta 21 Mbps de forma inalámbrica, permite una videoconferencia sin muchos problemas, claro que siempre depende de la zona donde te encuentres, cobertura, capacidad de la antena a la que estés conectado... Pero lejos de que la conexión sea buena o mala, es la pura idea de la videoconferencia en el coche lo que es preocupante.
Empezando por que cada conductor es responsable de sus acciones al volante, tener un sistema de videoconferencia en el coche es tan mala idea como tener televisión a bordo, por lo menos una que pueda ver el conductor. El riesgo de despiste al volante aumenta. Es imposible estar libre de distracciones mientras conduces,
El prototipo está instalado en un Chevy Volt, uno de los coches más populares de Chevrolet, con además dos tablets Android para los asientos traseros. Sin duda alguna, el sueño de todo geek con dos hijos que no quieren que molesten durante un trayecto en coche.
Vía: Electronista