Un equipo de científicos del Lawrence Berkeley National han logrado sacar con éxito el sonido de las voces grabadas hace 125 años en el laboratorio Volta de Alexander Graham Bell. A través del uso de la tecnología de escaneo óptico 3D consiguieron las voces de los investigadores que trabajaban en el famoso laboratorio hace más de un siglo. Grabaciones que fueron realizadas para tratar de mejorar la calidad del fonógrafo que había inventado recientemente Thomas Edison.
El Laboratorio Volta, llamado también el Laboratorio de Alexander Graham Bell o Laboratorio de Bell fue fundado en 1887 en Washington por el famoso científico e inventor. La construcción del edificio, según las propias palabras de Bell, servirían para "el aumento y difusión del conocimiento relativo a los sordos".
Bell, famoso por conseguir la patente del teléfono, estaba trabajando a finales de la década de 1880 con un equipo de investigadores en el laboratorio. Como medida de precaución para que no le robaran las ideas otro grupo de investigadores, el hombre enviaba periódicamente muestras de los resultados que iba obteniendo al Instituto Smithsonian para que custodiara cada avance. Desgraciadamente, estos dispositivos para reproducir las grabaciones no siempre fueron enviadas, por lo que se habían quedado almacenados en el tiempo durante más de un siglo.
El tiempo y la propia tecnología ha dado paso a técnicas avanzadas hasta llegar al momento actual. Hoy y como anuncian los investigadores, la técnica de escaneo óptico ha conseguido que estas grabaciones puedan ser escuchadas una vez más.
Restauración apoyada en un equipo de especialistas en la conversión digital que utilizan el sistema de hardware y software IRENE/3D, capaz de tomar las imágenes de alta resolución de los discos girando para luego eliminar los errores introducidos por el daño a los discos o cilindros. Un sistema donde las primeras grabaciones se pueden reproducir sin tocar nada del disco original, ya que de otra forma es muy probable que se pudiera dañar en el proceso.
Finalmente, lo conseguido por el equipo a través de la técnica fue la posibilidad de escuchar voces humanas recitando a Shakespeare, leyendo un libro o un periódico. No se sabe con certeza si algunas de las voces escuchadas pertenece a Bell aunque todo apunta a que sí. Se tiene la certeza de que en el laboratorio Volta solamente trabajaban tres inventores: Bell, su primo y Charles Summer Tainter.