En cuanto vimos aquellos videojuegos de bolsillo con "Donkey Kong" y su barriles titilando, o incluso antes, cuando hubiésemos sido capaces de dar todos nuestros autitos por el iterativo Simon... Entonces supimos que ningún otro juguete podría competir jamás contra aquellos que eran a pila o batería.
Quienes hoy transitamos unos largos 30 años, descubrimos en nuestra infancia un mundo de "pequeños gadgets" que se convertirían, con el tiempo, en una larga lista de grandes objetos de deseo. Desde el reloj con jueguito de autos hasta la Commodore 64 o la Spectrum, pasando por los Walkie Talkie o el robot cuadrado que tiraba humo... Sin saberlo, fuimos signados por un mercado que hizo de nuestra capacidad de asombro una goma que se estiraba con cada novedad. Y aprendimos a querer más y más.
¿Nos hicimos adictos de los "cacharros" ya desde nuestra más tierna edad? ¿Le tenemos que echar la culpa de nuestra cuota de nerd o de geek a aquel Transformers que duerme en el placard de nuestros padres?
Lo cierto es que para la mayoría de nuestra generación, los juguetes favoritos pasaron a ser aquellos que tenían sellado un Made in Taiwán sobre el canto de plástico. Y esa tendencia ha seguido creciendo con el paso de los años, con las camadas subsiguientes.
Por lo tanto, Santa Claus y Los Reyes Magos deben saber cada día más sobre memoria RAM, tipos de CPU y tendencias en gadget. De hecho, según Nielsen, este año uno de los "juguetes" más demandados por los chicos es el iPad 2, junto con el Elmo rocker y el LeapPad, una especie de tablet para niños de 4 a 9 años (¡quien se animó a pensar hace algunos meses que las tablet no iban a funcionar!).
Aquí una lista de los 10 juguetes tech que supieron dejar las marcas más profundas en su época (el undécimo será el tuyo, el que queremos leer en zona de comentarios). Un ranking subjetivo (cuál no), incompleto y seguramente caprichoso. Tanto como aquel chico que pedía insistentemente a sus padres cualquiera de estos grandes pequeños gadgets, como si se le fuera la vida en ello.
10. View Master (un clásico desde 1935 hasta la actualidad)
El View-Master era todo un imán para nosotros. Si veíamos ese juguete en la pieza de algún vecino o primo, no tardaba tres segundos en estar sobre nuestras narices. Genial juguete para el cinéfilo precoz, fue inventado por William Gruber en 1935. A este fotógrafo se le ocurrió actualizar el antiguo estereoscopio usando la nueva película fotográfica de color disponible en ese entonces, el Kodachrome. ¿Cómo logra la sensación de profundidad? El View Master gira 14 imágenes, realmente solo hay 7 imágenes estereoscópicas, 2 imágenes son vistas simultáneamente -una por ojo- simulando así la sensación de profundidad en la percepción binocular.
9. Tamagotchi (1997)
Las mascotas virtuales fueron más un fenómeno mediático que un buen juguete. No existió ni existirá nunca, creo yo, una manera peor de perder el tiempo que "manteniendo vivo" a un bicho virtual. ¿Habrá sido este el germen de esa ingente cantidad de jueguitos de Facebook que tratan sobre mantener huertas o alimentar/entretener perritos virtuales? Aquí otra razón para odiar al viejo Tamagotchi. La cuestión es que fue el juguete más vendido de 1997 y sí, aquella demandante mascotita marcó una época.
Dato curioso: El nombre combina la palabra japonesa para decir huevo (tamago)y la palabra inglesa reloj (watch).
8. Autocross (1970)
No tenía la espectacularidad de las pistas Scalectrix, pero sí el ingenio y la ingenuidad de los primeros juegos que intentaron imitar a los videojuegos de las "casas recreativas". El Autocross de Congost fue uno de los juguetes más deseados de los 70 y una verdadera obra de arte de cómo con poco hacer mucho.
Dato curioso: lo más difícil en esta pista magnética era poner la cuarta y seguir controlando el coche.
7. Furby (1998)
Tenían cara de Gremlin y un soporte de marketing que le hizo creer a medio mundo que se trataban de verdaderos robots capaces de interactuar con seres humanos. De Hasbro, algunas de las características de este juguete: la capacidad para desplegar una variada gama de emociones a través de sus ojos; la costumbre de comer hasta 6 veces por día; bailar cuando escucha música; e incluso socializar (interactuar) con otros Furbys.
Dato curioso: Se llegaron a vender más de 27 millones de ejemplares en el primer año de comercialización.
6. Trenes de juguete (todas las épocas)
El juego nerd por excelencia, y uno de los más buscados incluso por adultos. Se cree que el primer tren de juguete surgió en Alemania, en 1891. Existen millones de variedades y algunas piezas de colección de cifras astronómicas.
Dato curioso: Walt Disney amaba los trenes y quiso uno para su propia mansión. Por supuesto, antes de construir el verdadero, jugaba horas y horas con las maquetas y la locomotora y vagones a escala.
5. Scalextric (1960)
Si por efecto de alguna abducción pasaste los primeros años de tu vida en un plato volador, debemos decirte que Scalextric es una marca de modelos en miniatura de coches de tracción eléctrica para carreras sobre pistas con una ranura que hace de guía y de toma de corriente, también llamados slot. Que eran (y son) unas pistas de las hostia y que nuestros padres tardaban horas en pasarnos el disparador.
Si no fuiste abducido y sabés todo aquello del primer párrafo seguro estás pensando que este juguete debería haber estado más arriba en el ranking. Y quizá sea cierto.
Dato curioso: Scalextric (contracción de escala X, o variable, y electricidad) surge en Inglaterra en 1952. Su inventor, Fred Francis, muestra coches de Scaléxtric en la feria anual de juguetes de Harrogate en 1957. Y fue toda una sensación.
4. Gameboy (1990)
Nunca tuve uno, y ni siquiera me animé a pedirlo por los precios astronómicos de estos "juguetes" en mi país. ¿Qué se puede decir de nuevo del portátil más vendido de la historia? Sólo que el Gameboy (http://es.wikipedia.org/wiki/Game_Boy) tenía unos interesantes modo de juego cooperativo (hasta 2 vía cable link conectado al puerto de serie y un Game Boy con un cartucho de juego por cada usuario; o 4 con el "Four Player Adapter"), que harían punta en la época. Entre el modelo clásico y la versión con Color, se llegaron a vender 118,69 millones de unidades.
Dato curioso: los primeros meses de venta del Gameboy no fueron para nada auspiciosos. Recién con la salida de Tetris, este disposito repuntó notablemente en las ventas.
3. Los Transformers y otros robots... (1985)
Transformer de 1985 fue un verdadero éxito en Estados Unidos, y se convertiría en una de las licencias de Hasbro más redituable de la historia, con series y películas de recaudaciones millonarias. Lo ubicamos en el puesto tres porque le hacemos compartir el podio con aquellos cuadrados robots made in Taiwán que con sus torpes pasos dejaron huella (un rectángulo perfecto) en nuestra infancia. Tampoco hay que olvidar a la serie Mindstorms de Lego, magníficos componentes electrónicos para robótica que habrá despertado la vocación de cientos de ingenieros (vía cporter).
Dato curioso: La idea original de Transformer fue de la casa de juguetes japonesa Takara. Es uno de los pocos casos que las licencia millonaria surgió primero de un juguete y no de una película o serie de TV.
2. Game & Watch (1983)
Fue mi juguete favorito, sin dudas. Aquel Donkey Kong de "Game & Watch" se llevó secuestrado a la chica de Mario y a horas y horas de mi infancia. Estos pocket conformaron una línea de aproximadamente 59 juegos electrónicos portátiles hechos por Nintendo y creados por Gunpei Yokoi de 1980 a 1991. Pinball, Donkey Kong, The Legend of Zelda, Mario Bros, Mickey Mouse y Balloon Fight, entre otros, le demostró al mercado el potencial que tenían estos videogames de bolsillo. Y a nosotros, nos metió de lleno en una escalada de apetito por más y más videojuegos que no terminaría ni siquiera en las consolas de 64 bits.
Dato curioso: una mascota Nintendo, anterior incluso a Mario Bros, surgió con esta serie: Mr. Game & Watch (qué ingenio a la hora del bautizo). Imperdible¨, vía Alan, una excelente página para jugar a estos títulos como si los tuviéramos realmente enfrente.
1. Simon (1980)
Nos enseñó, muy temprano, qué es eso de la jugabilidad y el uso intuitivo de los controles. Simon es un juego electrónico creado por Ralph Baer en 1978. Tuvo un gran éxito durante los 80. Tiene forma de disco, en una de sus caras se puede ver cuatro cuadrantes, cada uno con un color: verde, rojo, azul y amarillo en su versión original. Su nombre se debe por el conocido juego tradicional del mismo nombre: Simón dice, de donde se inspira.
Dato curioso: ¿Querés jugar ya a Simon? Y dale...