El cambio de diseño de Google Reader y de algunas de sus funcionalidades, como era de esperar, no ha gustado a todo el mundo y algunas son las voces que comentan que van a abandonar este servicio por algún otro lector de feeds alternativo. Personalmente, seguiré manteniendo mi Google Reader pero para los que hayan decidido migrar a otro servicio (y mi compañera Bárbara hoy nos recomendó unos cuantos), Google ha habilitado un asistente con el que exportar nuestros contenidos con el que vamos a realizar, paso a paso, una migración a otro servicio.
Para acceder a esta utilidad tan sólo tenemos que entrar en la configuración de Google Reader y seleccionar la pestaña Importar/Exportar. Una vez ahí, veremos dos apartados, uno para importar feeds y otro para exportarlos, que en ambos casos manejan un tipo de archivo denominado OPML (Outline Processor Markup Language) que no es más que un archivo XML para esquemas.
El archivo OPML que nos ofrece Google Reader contiene bloques de feeds agrupados según las distintas categorías en las que hemos ordenado nuestra colección de fuentes RSS, así que, para exportar nuestros feeds, simplemente, tendremos que descargarnos el archivo en formato OPML.
Una vez tengamos el archivo OPML tan solo nos restará importarlo en el servicio que hayamos elegido, por ejemplo, Netvives. Tomando como ejemplo este servicio (aunque también lo he probado con un lector de feeds de escritorio, FeedReader), lo único que tenemos que hacer es seleccionar "añadir una fuente" y fijarnos en que aparece "OPML - Importar y Exportar", pulsar sobre importar y seleccionar el archivo desde el almacenamiento local de nuestro equipo. Una vez subido el archivo y procesado, tendremos disponibles todos nuestros feeds y, además, se mantendrán las categorías que teníamos en Google Reader.
Existen servicios en los que la importación es automática y, simplemente, hay que vincular la cuenta de Google Reader para proceder a descargar todos los feeds sin tener que bajar y luego subir el archivo con el backup.
¿Y para qué sirven el resto de archivos que nos ofrece Google Reader? Además de la lista de feeds que tanto tiempo nos ha llevado componer, existe otra información que, con el paso del tiempo, también hemos ido acumulando en el servicio y que provienen de nuestra propia actividad. Toda esta actividad se ha concentrado en varios archivos en formato JSON (JavaScript Object Notation) Activity Streams que también podemos descargar y guardar y en unos archivos, también en formato JSON, que son específicos de Google Reader. ¿Y qué información se guarda en estos archivos? Google ha desmenuzado la información relativa a elementos que hemos destacado, los que hemos marcado con un "me gusta", los elementos que hemos compartido con nuestros contactos, las notas que hemos hecho o los elementos que hemos comentado.
La gracia está en que Google anunció que marcharse del servicio iba a ser algo sencillo y, aunque llevarse los feeds lo es (y se sigue un estándar que cualquier lector de feeds maneja sin problemas), intentar trabajar con la actividad (que implica la carga social de nuestros datos) ya no es tan simple como parece. La gran mayoría de servicios, por ahora, únicamente soporta el OPML (listado de feeds) o incluye una pasarela que exporta los feeds directamente desde nuestra cuenta de Google Reader (sin tener que descargar el archivo resumen) pero con el resto de datos (los de actividad), pocos son capaces de importarlo (por ejemplo NewsBlur sí que importa, al vincular la cuenta de Google Reader, los elementos que hemos destacado).
Si echamos un vistazo a las notas que hemos marcado con un "me gusta", usando un editor de texto para visualizar el archivo, nos encontramos que Google nos ha exportado todo el texto de la nota (enlaces a imágenes incluido), algo que podemos comprobar usando alguna utilidad de parseado de archivos JSON. Quizás pueda parecer una exageración pero es algo muy útil si, por ejemplo, el sitio web ya no existe y, gracias a este backup, siempre podremos recuperar la información.
Supongo que en breve, suponiendo una desbandada de los usuarios de Google Reader a otros servicios, los servicios alternativos se pongan las pilas para aprovechar toda esta información (de carácter personal e irremplazable) que ahora mismo pocos permiten importar y explotar.
La verdad es que, por mucho que comente Google que el proceso de migración es sencillo, desagregar la información en 6 archivos que no todos los usuarios van a ser capaces de manejar no es lo que se dice un detalle muy elegante, aunque supongo que peor hubiese sido perder toda esa información.