Tras el estupendo trabajo de investigación desarrollado en Marte por los robots Spirit y Opportunity, hace unas horas despegó a lomos de un cohete Atlas V 541 desde la estación de Cabo Cañaveral la nave especial denominada Mars Science Laboratory (o MSL), que transporta en su interior el vehículo explorar Curiosity -del tamaño de un pequeño coche-, rumbo al planeta rojo donde se espera llegue el 6 de agosto de 2012 tras recorrer una distancia de 567 millones de kilómetros. ¿Qué es exactamente la misión Mars Science Laboratory, Curiosity y cuales son sus objetivos?
Mars Science Laboratory es la misión, en principio de dos años de duración, más ambiciosa de la NASA en Marte de todas las que se han emprendido. Y lo es principalmente porque su punta de lanza, el astromóvil Curiosity, se trata del vehículo de exploración marciana más grande, completo y complejo que jamás haya explorado la superficie del planeta telúrico gracias al que, si todo sale bien, podremos responder a varios de los misterios más importantes que le rodean desde hace años y como consecuencia, determinar qué necesitamos para enviar una misión futura con seres humanos.
Una de las peculiaridades de Curiosity es su sistema de aterrizaje. A diferencia de Spirit y Opportunity, que iban montados en un vehículo de descenso protegido por bolsas de aire que se hincharon justo antes de tocar suelo, en esta ocasión el rover será transportado por el modulo Sky Crane hasta la superficie del planeta -concretamente en el cráter Gale- por medio de una serie de cables mientras él se mantiene en suspensión con unos autropopulsores soportando la máquina a unos metros del suelo.
La siguiente pregunta obvia es por qué contando ya con un sistema funcional para aterrizar la NASA desarrolló este, que tiene poco de simple: porque no hay globos capaces de proteger un vehículo como Curiosity, que pesa 930 kilogramos y está cargado de instrumentos de alta precisión. Algunos de ellos:
Cámara Mastcam: acompañada por otras cuatro cámaras (MAHLI, MARDI, Hazcams y Navcams), esta es la más compleja. Cuanta con un zoom automático y puede enfocar objetos situados a más de 1 km de distancia con una resolución de 10cm por píxel, tomar imágenes en color real a 1200x1200 pixeles de resolución o tirar imágenes en múltiples espectros. También graba vídeo.
Espectrómetro ChemCam: Se trata de un sistema de espectroscopía de colapso inducida por rayo láser desarrollado por el Laboratorio Nacional de Los Álamos junto al laboratorio francés CESR. Es decir, un láser que se puede apuntar hacia un roca situada a distancia máxima de 13 metros que vaporizará una pequeñísima parte de ella generando una nube de minerales que serán sometidos a análisis espectral (es una ventaja enorme porque así se pueden clasificar minerales y moléculas sin tener que conducir el vehículo grandes distancias con el consiguiente gasto de energía).
SAM: siglas de Sample Analisis at Mars, o la nariz del Curiosity. Es un sistema situado en el interior del vehículo compuesto por una serie de respiraderos por los que se toman muestras del ambiente marciano que el mismo utensilio analiza con un espectrómetro de cromatografía de gases capaz de medir por ejemplo radios de isótopos de carbono y oxígeno en CO2.
Otros utensilios: A parte de los comentados, el rover cuenta con más utensilios como un brazo robótico que tiene, además de la Mastcam y el ChemCam, un espectrómetro de partículas Alfa y Rayos X (Alpha Particle X-ray Spectrometer o APXS) y la cámara MAHLI que decía antes, la estación meteorológica REMS (desarrolla por varios organismos españoles) o los detectores de radiación RAD y DAN.
Gracias a toda esta artillería, de una masa total 15 veces superior a la carga útil de los vehículos Opportunity y Spirit, Curiosity podrá buscar desde moléculas orgánicas en minerales hasta medir la abundancia de químicos en el suelo pasando por tomar imágenes que permitirán examinar la estructura de las rocas o calcular concentraciones de gases en la atmósfera. Además también hay que tener muy presente que el vehículo y sus instrumentos funcionan con un generador termoeléctrico de radioisótopos fabricado por Boeing de 14 años de autonomía mínima en vez de placas solares que le dota de gran potencia y autonomía gracias a lo que explorará bastante más superficie que sus antecesores -se espera que recorra unos 200 metros diarios-.
Como os podéis imaginar, la cantidad de información que recolectará será espectacular. Una vez recogida, la enviará a la Tierra, donde equipos científicos de todo el mundo la analizarán para determinar si existe o existió alguna vez vida en Marte, caracterizar el clima de Marte, determinar su geología y por último llegar al objetivo principal: establecer la habitabilidad de Marte, algo imprescindible para planear futuras misiones tripuladas al planeta.
Mucha suerte Curiosity, el futuro de la exploración espacial de alto nivel está en tus manos... digo en tus ruedas, que esperamos no se queden encalladas en la arena como las del Spirit.