Apenas han transucurrido un par de meses desde que Intel hiciese pública la alianza con Google en busca de un mayor soporte para la plataforma x86 en Android, para crear un ecosistema sólido en el que sostener nuevas lineas de productos basadas en la combinación de este sistema operativo y los chips Intel, sin embargo parece que esta integración de hardware y software podría estar muy cerca, ya que según declara una portavoz del fabricante de microprocesadores, el nuevo Android Ice Cream Sandwich ya contaría con una notable optimización x86, de modo que los dispositivos basados en esta arquitectura soportarían de manera natural esta nueva actualización. La alianza a largo plazo de los dos gigantes comenzaría pues a dar frutos antes de lo esperado.

Este soporte prematuro puede certificar las intenciones se Intel, según las cuales los primeros smartphones basados en chips de Intel llegarían al mercado durante la primera mitad del próximo año, en principio con los nuevos procesadores Atom de núcleo Medfield fabricados con un proceso de 32 nanómetros. Este chip llegará también a otros dispositivos como tablets, que se verán beneficiadas por el menor tamaño de estas nuevas CPUs Atom con respecto a anteriores generaciones, que permitiría crear dispositivos más compactos, delgados y ligeros — siempre en comparación con productos previos basados en hardware x86 — acercándose a los que hoy consideramos como estándar en el mercado de las tablets, que utilizan en su totalidad chips ARM. La compañía aseguraba en el Computex de este año, celebrado a principios de junio, que las tablets fabricadas alrededor de los chips Medfield tendrán un formato con grosor por debajo de los 9 milímetros, y pesarán menos de 700 gramos, lo que pasaría por situarlas entre las más ligeras del mercado, con las ventajas que un chip de arquitectura x86 supondría con respecto a la pluralidad de sistemas operativos y aplicaciones instalables.

Diversificación ¿la clave del éxito?

Mientras los fabricantes de chips de arquitectura ARM tratan de aproximarse al mercado de la computación tradicional creando procesadores cada vez más potentes y con mayor relevancia, Intel está tomando el camino opuesto, acercándose al mercado de los dispositivos móviles de bajo consumo y potencia, algo que quizás ambas hacen en un intento por alcanzar un abanico más amplio de consumidores potenciales. Visto el auge de popularidad de estos productos de entretenimiento personal — léase, tablets — con sistemas operativos móviles como Android, y la cada vez más imperiosa necesidad de recortar gastos y consumo entre unidades de altas prestaciones como servidores, así como el compromiso de Microsoft para llevar Windows 8 a la plataforma ARM, las dos filosofías parecen acertadas.

Intel quiere encontrar en la optimización de Android para x86, una nueva manera de llevar a un tipo de consumidor cada vez más exigente nuevas capacidades, y nuevos productos a un mercado en alza, aprovechando "el potencial combinado de la tecnología de Intel y la plataforma Android". Solo espero que no se repitan patrones del pasado y podamos ver como una nueva plataforma surge para animar aún más el divertido catálogo de dispositivos móviles. ¿Un smartphone con Atom y Android? quién lo habría dicho hace un par de años.

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