Las elecciones generales españolas están a la vuelta de la esquina y las maquinarias de marketing de los partidos políticos funcionan a máxima potencia; tanto que la de alguno se ha pasado de vueltas. Sí, como muchos habrán adivinado me estoy refiriendo a la propuesta del Partido Popular quienes han pedido a sus simpatizantes que les cedan sus perfiles en Twitter y Facebook para publicar contenidos por ellos en las mismas. Así lo explican:
España necesita un cambio. Desde el Partido Popular sabemos que ese cambio es posible entre todos. Queremos que seas nuestro altavoz para hacer llegar nuestro proyecto y nuestras propuestas, para ello, puedes cedernos durante los días de la convención tu cuenta de Facebook y/o Twitter.
Podrás seguir interactuando con tus amigos y/o seguidores de igual forma, pero al cedernos tu perfil, durante la convención, cuando Movimiento por el Cambio envié un mensaje, automáticamente se publicarán en tus perfiles de Facebook y/oTwitter cedidos.
Como era de esperar la acción no ha gustado a muchos y la controversia se desató rápidamente en Twitter. En cuestión de un par de horas el hashtag #ProstiTuit, con el que cientos etiquetaron y etiquetan sus mensajes críticos contra la propuesta del PP, se situó entre los temas del momento en España. Ante la tesitura el PP, a través de su vocero Carlos Floriano, no tardó en saltar al ruedo para comentar que:
Contábamos con la colaboración de nuestros críticos para dar a conocer la acción. Las opiniones son libres, gracias a Dios, y no pararemos de darles las gracias.
Es decir que el PP propone prostituir las cuentas de sus seguidores en Twitter y Facebook y evitan entrar en un debate sobre el asunto, no vaya ser que la líen, tirando de sarcasmo. Y es que el tema da para un debate serio ya que por un lado cada uno hace con sus cuentas lo que le da la gana, pero por el otro estamos ante una práctica completamente alienadora (convierte a las personas en meras vallas publicitarias) y que no le hace ningún bien a Twitter y Facebook, dos de los espacios más potentes para expresarse que aún no han sido arrestados por grupos de poder económicos y políticos.
Pero no hay mal que por bien no venga. La acción disipa la cortina de humo de las propuestas electorales y deja ver cómo entiende de verdad la política e Internet el PP: potencian un modelo político e ideológico donde las personas siguen a pies juntillas lo que dice el partido eliminando la crítica y el debate el cual extrapolan a Internet, ecosistema libre en el que ese tipo de planteamiento no tiene sentido.
¿Incorporarán en masa los partidos políticos la estrategia en sus campañas de marketing electoral? Afortunadamente para la política con mayúsculas e Internet es poco probable. Son muchas más las voces que están criticando la idea, gran parte del PP, que las que la apoyan.